Nueva Vida

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vete, Kaname...-murmuró el peliplata, sus ojos amatistas lloraban sangre y de su espalda habían brotado unas alas como las de grulla pero llegaban a ser transparentes como el mismo cristal.

-¡no!, no te dejaré aquí, Zero-

-debes irte...- murmuró con la mirada sombría, la sacudida de la tierra no paraba, cada vez era más violenta. Parte del suelo comenzó a agrietarse y el circo comenzó a quemarse por unas llamas de color amatistas como los ojos de Zero.

Kussata mantenía a Rido abrazado, ¿ese sería su fin?.

Zero se resignó Kaname no iba a abandonarlo, aquello lo asustaba, no quería que viera lo que pasaría allí. Zero abrió sus ojos y miró fijamente a Kussata y dijo a doble voz:

-te declaro......- la tierra se abrió de manera brutal, sacudiendo todo, por dentro de aquella corteza se podía ver llamas y magma comenzaban a salir a la superficie.

Los cuernos de Zero crecieron más y se ondularon tornándose de color negros, el sello en su cuello brilló en rojo al igual que sus ojos en un escarlata al rojo vivo, su parpado superior estaba también delineado y sus labios en un tinte negro y aquellos afilados y blancos dientes sobresalían de su boca, sus orejas se hicieron puntiagudas , sus alas transparentes y blancuzcas se tornaron en tinte negro que se podían ver a través.

Kaname estaba a unos pasos alejados, su mirada denotaba preocupación, sentía de que la decisión de Zero alteraría todo y temía el separarse de él.

-...culpable...-sentenció Zero con aquella voz doble.

-¡¡a-aguarda, por favor!!- gritó Rido abrazando a Kussata con todas sus fuerzas.

El suelo se agrietó formando un circulo alrededor de Kussata y Rido, Zero no apartaba la mirada de ambos.

-eres culpable...pero, eres libre de sentencia, Kussata- habló Zero, el cirquero levantó el rostro sorprendido ante lo dicho.

-No serás condenado a las llamas del infierno...pero...- dijo Zero, su rostro neutro cambió a uno triste.

-..p-pero?...- preguntó Kussata. Las lagrimas de sangre que antes manchaban el rostro de Zero volvieron a caer.

-d-debo ponerte un castigo...-

Rido abrió los ojos de par en par, con ojos suplicantes dijo:- por favor, no...-

Zero con una sonrisa melancólica cerró los ojos y agachó levemente la cabeza y negó –lo siento...pero...hay reglas que deben cumplirse...hay un orden que seguir, y-yo...no quiero hacer esto...p-pero tengo qué.-

Kussata tomó suavemente la mano de Rido entre las suyas y le sonrió cálidamente para luego observar al peliplata.

-bien, hazlo...- dijo con seguridad.

-"monstruos haz creado, monstruos haz matado...y como castigo, tu hijo lo ha heredado..."-dijo con aquella voz doble. Kussata abrió los ojos de par en par, nunca se esperó aquel castigo tan cruel, -n-no!, todos menos eso!.- exclamó.

-lo siento...- murmuró el peliplata con esa misma voz doble. Zero se acercó y se agachó en frente de ambos, su mano acarició la cabeza de Kussata.

-sé un buen padre, Kussata- Zero sonrió, y poniéndose de pie dijo-tu hijo necesitará de un padre que le haga ver la belleza del mundo, el jamás estará solo, lo prometo-

-Zero...-murmuró Kaname, sus ojos borgoñas fijos en el peliplata, podía ver que la transformación que tuvo Zero se disolvía lentamente y aquella voz desaparecía y volvía a ser dulce.

Monster CircusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora