Parte 18

504 51 0
                                    

La puerta se abrió lentamente, estaba agotado.

Y más cuando momento antes habia tenido que lidiar con Yuuki.

La castaña se le habia confesado repentinamente y además le habia pedido que la besara con la excusa de que ya no molestaria, Kaname se habia negado, eso significaria engañar a Zero...¿cierto?, pero esta lo habia  besado a la fuerza.

Realmente no quería ni recordar lo que habia pasado momentos antes, sin contar de que él mismo habia sido grosero al rechazarla.

Aunque no entendía por que todo de repente, aunque podía ser que...no quizo renunciar a él son antes pedir algo que jamás le daría a ella. Suspiro al pensar eso.


Cuando entró a su cuarto sintió como algo, o mejor dicho alguien se abalanzó sobre él tirándolo al piso.

-¿Zero?-articuló sorprendido el castaño al notar su larga  cabellera platinada. Zero comenzó a olfatearlo y emitió un leve gruñido.

Kaname sintió la textura de la lengua ajena recorrer su cuello lentamente, haciendolo estremecer.

-Zero...¿ qué ocurre?- ese comportamiento le parecía realmente extraño.

-Kaname tiene otro aroma...-dijo sentándose en el abdomen del mayor, y para terminar de desconcertar y sorprender a Kaname, Zero comenzó a desabrocharle la camisa.

–no quiero que nadie toque lo que es mio-dijo el peliplata haciendo un pequeño puchero.

Aquello tomó por sorpresa al Kuran ¿ése era su Zero? ¿por qué actuaba de aquella manera tan posesiva?.

-Zero...-

-no quiero que Kaname me deje solo, tampoco quiero que nadie mas me robe a Kaname...dije qu cantaría para ti, que me portaría bien... seré un niño bueno, pero tu siempre te vas y me dejas esperando ¿a caso no te importo?- dijo mientras derramaba algunas lagrimas,

-Zero, no te abandoné, jamás lo haría... si algo así ocurre puedes tomar mi vida si así lo deseas- dijo mientras secaba aquellas lagrimas.

-p-pero...y ese aroma...-murmuró entre pequeños sollozos.

-un estúpido inconveniente...no volverá a pasar...lo prometo.- dijo el castaño.

-e-está bien ...-de un momento a otro se sonrojó. –etto... Kaname... quiero que ...hagamos lo que hicimos ayer-

-eh?- aquello si que fue mas que sorpresivo, su linda criatura peli plateada le estaba pidiendo aquello.

-¿estás seguro?- solo recibió un asentimiento. Kaname sonrió ante aquella afirmativa.


..................................................................


En esos mismos momentos, a las afueras de la academia, se encontraba un chico encapuchado, aquel chico jadeaba por la carrera que dio, su boca tenia rastros de sangre seca y sus heridas aun dolian  por haber mordido los barrotes de su celda, observó los portones que daban la entrada a dicha  institución.

-Ze...ro- dijo jadeante para luego dejarse caer, se encontraba débil, y más al no haber estado alimentandose...bueno...no lo habian alimentado mejor dicho, sus piernas no daban más, las sentía temblar, quedó un momento sentado tratando de recuperar el aliento, llevó una mano a la altura de su corazón, sentía una sensación de incomodidad, una sensación mala. Mordió su labio inferior, lastimandose aun más, debía advertir a alguien en esa escuela para prevenirles del caos que se acercaba, él mismo sabía lo que era capaz de hacer Kussata, tantos años allí le llevó a saber mucho de sus oscuros secretos.

Y ahora sabia que este volvería a dar ataque a otro pueblo... no era solo Zero...todos corrían peligro.

No podía quedarse alli si podía al menos advertirles...

Se puso de pie, y de un salto comenzó a escalar los portones hasta llegar al otro lado, vió lo grande que era el terrerno, tardaria en encontrar al peliplata en un lugar así, ademas de que debia tener cuidado...aunque sus  instintos le decían que no había peligro por el momento, y eso le aliviaba, comenzó a correr nuevamente adentrándose cada vez más .

Cuando estaba cerca de lo que parecía ser una fuente tropezó y cayó al piso golpeándose duramente la rodilla, haciendo que sangrara un poco -Maldición!- masculló molesto, sus energias fallaban.

Escuchó algunos pasos acercarse a él.

-No deberías estar aquí-dijo una voz frente suyo, Midori levantó la mirada encontrandose con un chico de cabellos plateados y ojos amatistas.

-¿Zero?-dijo entre desconfiado, pero este chico frente suyo le faltaban algunas hermosas características que solo Zero poseía, frunció el seño, ése no era su niño.

-¿dónde está Zero?, ¿por qué eres tan idéntico a él?- dijo poniéndose de pie algo torpe.

-Eso no te interesa... ahora dime ¿quién eres?-dijo frío, no lograba ver muy bien su rostro por la capucha que traía, ademas le daba en cierta forma desconfianza.

-pmf... Midori, dime dónde está mi bebé, aquí corre peligro- dijo Midori.

-No conozco a ningún Midori, así que retírate o tomaré medidas extremas-desafió.

El chico encapuchado se quitó la capucha dejando a la vista su apariencia. Ichiru abrió los ojos, el rostro de ese chico de nombre Midori estaba cubierta de horribles quemaduras, su cabello verde que cubría la mitad de su rostro no dejaba ver mucho y tenía orejas de ¿perro?, no, parecían mas de lobo.

-Soy Midori, y vengo del mismo circo donde estuvo Zero- dijo firme. -asi que...sino piensas ayudarme, no te interpongas-



CONTINUARÁ...

Monster CircusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora