Parte 4: "Cantaré Para Ti"

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Era ya casi de día...estaba amaneciendo, aquel monstruo había corrido hacia donde su corazón le indicaba, llegando así a una academia de enormes jardines y rodeada por bosques, con su agileza trepó aquellas rejas del portón de entrada...no había nadie, los estudiantes estaban en sus clases, así que nadie notó siquiera su presencia...sus extremidades temblaban por el cansancio al igual que su cuerpo, sentía leves punzadas de dolor en su espalda por aquellas heridas...sentía hambre, pero aun así no se detuvo...

Trepando nuevamente logró pasar el otro portón que dividía los territorios de la academia, siguió aquel camino de cemento y trató de abrir aquella puerta de madera, dio algunos empujones pero ésta ni se movia, hasta que por pura casualidad bajó el picaporte y al fin logró entrar. Su mirada amatista miraba con asombro y curiosidad, ¿qué era aquello?, no era una carpa, las paredes eran sólidas, había escaleras y allí no olía a mugre o carne podrida como en su jaula.

Sintió un aroma delicioso para él, su estómago rugió en reclamo de comida, se dirigió hacia allí y pudo ver algo muy curioso para él, algo que nunca vió, allí había una enorme caja blanca con su puerta abierta...una nevera...

Un chico rubio de ojos azules que vestía pijamas sacaba comida de ella, el peliplata sin hacer ruido alguno se subió a la mesa que estaba justo en frente de la nevera y se sentó como un perrito observando lo que aquel chico de rubios cabellos hacia.

El de pijamas se dio vuelta cerrando la nevera y se topó con aquel monstruo que lo miraba fijamente, el peliplata inclinó su cabeza a un lado de manera curiosa...Los ojos azules se abrieron por la sorpresa y el temor por aquella criatura.

-¡¡Akatsukiiiiiiiiii!!!-dio un grito a todo pulmón haciendo que aquel ser se escondiera mas que asustado. Todos los demás vampiros que se habían despertado por el estruendoso grito.

-¿qué ocurre Hanabusa?-dijo algo alterado el pelinaranja, cuando entró corriendo a la cocina pudo ver a su primo con cara de terror y a una extraña criatura que tenía el cabello y...¿cola?...erizada. Se acercó dispuesto a hacer frente a aquel ser que estaba allí si este atacaba. Seguido de aquel vampiro alto se asomaron los demás vampiros, Takuma, Senri, Rima y Ruka, que al igual que aquellos dos chicos que estaban allí pusieron cara de asombro y algo de miedo.

.....

En su cuarto, Kaname estaba recostado en el sillón que había allí, estaba algo molesto, solo se escuchaban gritos de la planta baja...¿qué tanto hacían?...bufó molesto y decidió bajar a poner órden...

.........

Takuma y Akatsuki trataban de atrapar al peli plata, pero no lo consiguieron, ni usando su velocidad como vampiros pudieron atraparlo, esa criatura era rápida.

El brazo de Akatsuki estaba rasguñado y a lo que a todos sorprendía era que no sanaba con aquella rapidez...Zero estaba sobre la mesa en cuatro patas en posición de ataque, su pelo erizado, enseñaba sus pequeños colmillos y emitía leves gruñidos similares a los de un gato cuando está enojado.

Kaname decidió bajar a poner órden al alboroto.

-se puede saber que...-no pudo terminar su frase, apenas y se asomaba vió como algo plateado se arrojaba sobre él a una rapidez que no le dio tiempo a esquivar.

Todos estaban aterrorizados, aquel monstruo estaba sobre su líder, movía su cola inquieta, y parecía que lo lastimaría. Zero lamió una mejilla al castaño bajo suyo.

-Nooooo!!, Kaname-Sama!!!, se lo está comiendo-gritó con miedo Aidou viendo aquella escena, más lo que ocurrió después le sorprendió a todos. Kaname se sentó en el piso con aquel chico en medio de sus piernas, ambos estaban enfrentados, cara a cara, y su líder con una sonrisa en su rostro acarició dulcemente la cabeza del de ojos amatistas, el monstruo muy a gusto restregaba su cabeza con aquella mano.

Monster CircusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora