-Chicos-Habló Alejandro-Mis padres han dicho que salgamos a comer por ahí, para celebrar tu regresó-Señaló a Alexa.
-Em…-Ella dudó-No sé, es que…
-Es por tu novio, ¿Verdad?-Intervino Niky, que hacía cosa de unos minutos que había llegado.
-Es por Atl-Aseguró Miranda.
Todos se callaron y posaron la mirada sobre la chica.
-Por Atl no te preocupes-Le dijo Carlos colocando una mano en su hombro-Y a tu novio lo llamas y le dices que te vas a comer con los amigos.
Pues sí, Alexa ya había tenido tiempo suficiente de decirles que tenía novio y que había olvidado a Atl. Ellos la habían entendido. En dos años estaba más que claro que podía olvidarse de alguien, el único inconveniente era que Atl no lo había hecho del todo, y eso provocaría más de un desequilibrio entre el grupo.
En ese momento, Brenda y Zack entraron por la puerta. El chico fue directo a Alejandro para saludarlo y preguntarle por su estado. Luego centró toda su atención en Brenda y la presentó.
-…Y este es Carlos. Carlos, Bren. Y Esta es…-Su mirada se petrificó cuando vio a Alexa frente a él, sonriendo tímidamente-¡Alexa!-Gritó su nombre y le sonrió.
Minutos más tarde, todos salían animadamente del hospital, hablando entre ellos. Incluso Danielle, la chica que había compartido habitación con Alejandro se había unido a ellos. Todos querían saber que había estado haciendo Alexa durante esos dos años, porque razón había vuelto y que era de su vida.
-¿Dónde vamos a ir a comer?-Preguntó Niky mientras Carlos se divertía despeinándola-Estate quieto-Se quejó.
-Podríamos ir a… ¿McDonald’s?-Sugirió Luis.
-Claro-Ironizó Miranda-Porque no hay otro sitio mejor donde ir, ¿Verdad? Si quieres el juguetito del ‘Happy Meal’, vete a una tienda de juguetes.
-¡Oye! ¿Y a ti quien te ha dicho que yo voy solo a McDonald’s por el regalo?
-Te conozco demasiado bien, Luis.
-¿Sí? A ver, si tan bien me conoces, ¿Cuál es mi punto débil?
-¿Te arriesgas?
-Vamos nena dime -la tentó Luis.
Miranda lo cogió del brazo, parándolo y llevó sus labios al cuello del chico, dándole un beso.
Los demás se pararon y se quedaron mirando, algo asombrados.
-Ejem-Tosió Zack-¿Dónde decías que podíamos ir?-Les preguntó a los demás.
-A mi me han dicho que el que está frente al centro comercial está muy bien, que la comida está muy buena-Comentó Alejandro, luego le dedicó una sonrisa a Danielle, no sabía exactamente que le pasaba, pero sentía algo mágico cada vez que la miraba a los ojos. Era algo inexplicable.
-Bien, llamaré a Tom para avisarle de que hoy no comeré en casa-Metió la mano en el bolsillo de su chaqueta roja, en busca del móvil, pero entonces se percató de algo.
-Oh, no-Dijo.
-¿Qué?-Preguntó Carlos.
-Creo que he dejado el móvil sobre la mesita que había en la habitación del hospital. Tengo que volver a buscarlo.
-Te acompaño-dijo Niky.
-No, tú quédate con ellos. Vayan hacia el restaurante y vayan pidiendo la comida, yo los alcanzo enseguida.
-¿Segura?-Le preguntó Alejandro.
-Sí, sí. No se preocupen.
Se dio media vuelta y salió corriendo hacía el hospital. Esperaba que nadie se hubiera percatado de que sobre aquella pequeña mesa blanca había un iPhone y aceleró su paso todo lo que pudo. Subió las escaleras corriendo y entró en la habitación, echando un fugaz vistazo hasta identificar su móvil en el sitio donde antes lo había dejado.
Suspiró y fue a cogerlo.
-Gracias a Dios-Dijo.
Se dio media vuelta para volver a salir y reunirse con sus amigos, pero no esperaba toparse con un chico de hermosos ojos cafés que hizo que el corazón le diera uno de los vuelcos más grandes de su vida.
Las piernas le fallaron. En cualquier momento podría desmayarse. Había sido consciente de que ese momento sucedería, pero no había pensado en que todo los recuerdos, todos los sentimientos que nacieron cuando se conocieron volverían a chocar contra ella tan de golpe.
Atl y Alexa estaban cara a cara, tras dos eternos años.
