Capítulo 40

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-Han pasado dos horas desde que Alexa se fué Luis-Le dijo Atl empezando a preocuparse.
-¿Empiezas? Llevas preocupado desde que salió por la puerta de casa.
-Bueno ¿Y qué quieres que haga? ¿Qué me siente a esperar? Si me hubiera dicho que ha salido a comprar pues estaría tranquilo pero sabiendo que ha salido con ese imbécil
-Vale, ya, tranquilo ¿No te ha respondido el mensaje?
-No, nada.
-Llámala-Lo alentó Luis-Seguro que no pierdes nada.
Atl sacó su móvil del bolsillo del pantalón y marcó el número de Alexa. El teléfono al que usted ha llamado se encuentra apagado o fuera de servicio, pruebe en otro momento.
A Atl se le disparó el corazón.
-¿Qué?-Preguntó Luis por la expresión de su amigo.
-El teléfono está apagado, ella nunca lo apaga.
Y antes de que Luis pudiera articular palabra Atl había cogido su chaqueta y había salido disparado de casa.
-Mierda-Se quejó Luis saliendo tras él pero cuando cerró la puerta de casa tras él ya lo había perdido de vista sin embargo no iba a dejarlo solo, si algo le había ocurrido a Alexa estaría al lado de Atl para ayudarlo. Ahora tenía que llamar a Miranda y avisarle que esa noche no podrían verse.
-Luis-Gritó Miranda al otro lado del teléfono-Creí que te habías olvidado de mí.
-No preciosa pero creo que esta noche no podremos vernos.
-¿Por qué?-Preguntó ella.
- Atl no encuentra a Alexa por ningún lado y tengo que ayudarlo a encontrarla.
-Oh…
-Lo siento pequeña-Se disculpó-Te prometo que la próxima vez será.

*********
Eran las dos de la madrugada cuando Atl regresó a casa con el corazón en la garganta y la sangre más fría que el agua del polo norte estuvo toda la tarde y parte de la noche buscando a Alexa. Había llamado a su teléfono más de cincuenta veces, le había mandando mensajes, había preguntado a la gente pero nadie sabía nada de ella. Alexa no daba señales de vida.
Luis, Zack, los demás y las chicas también habían estado buscándola hasta que el sol se escondió tras las montañas. Atl había vuelto a casa acompañado por Luis. Ni siquiera habían parado un momento para cenar. En cuanto llegaron a casa Luis fué directo a la cocina, en cambio Atl sacó su lista de teléfonos y buscó el de la policía a toda velocidad.
-¿Qué haces?-Le preguntó a Atl enarcando una ceja.
-Voy a denunciar a ese maldito y…
-Eh eh-Luis le arrebató el teléfono de las manos-Quieto.
-Devuélvemelo Luis
-Lexa estará bien estoy seguro.
-¿Seguro? Lexa está con Tom. Todo es seguro excepto que este bien, tengo que encontrarla
-Vamos Atl. Debes descansar seguro que Lexa y Tom aún están tratando de solucionar las cosas.
-¿Pero qué te pasa Luis? ¿Estás loco o que? ¿No te das cuenta de que son las dos de la madrugada pasadas? ¿Qué mi novia lleva más de medio día desaparecida cuando supuestamente iba a dejarle las cosas claras a su ex, un tipo que la golpeó?
-Dios-Luis se llevó una mano a la cabeza-Estás insoportable Atl. Vete a dormir, si mañana por la mañana seguimos sin saber nada de Lexa llamaremos a la policía.
-¡No! Tengo que saber que está bien, no puedo dormir sabiendo que está con ese tipo-Y antes de que Luis pudiera hacer nada para impedírselo, Atl volvió a coger su chaqueta y salió corriendo de casa.
Luis estaba agotado. Suspiró pesadamente llevándose una mano a la cabeza y luego se tiró en el sofá donde quedó completamente dormido.

¿Y la promesa? « Atl GarzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora