Capítulo 55

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-Nos han asegurado que estará como mínimo cinco años en la cárcel-Le dijo Danielle.
-No es suficiente para ese cobarde-Reprimió Atl viéndola a los ojos.
Alexa se mantenía dormida en la habitación, acurrucada entre las sabanas de la cama, Atl le había dado un beso en la frente y le había prometido que volvería antes de que despertara. Eran casi las siete de la tarde, Ninguno de los dos habían probado la comida. A Alexa apenas le entraba y él no quería separarse de ella.
Los chicos y las chicas habían regresado por la llamada de Atl y se encontraban en el comedor. Todos acomodados en el sofá excepto Atl, quien se mantenía de pie, con los brazos cruzados sobre su pecho.
-¿Ustedes han visto lo que esos malditos le hicieron? ¿Han visto como está Lexa? ¡Casi la matan!
-Lo que hicieron no tiene perdón...-Dijo Brenda
-Por eso deberían ser cien años y no cinco... ¿Qué hay de Tom?
Carlos negó con la cabeza.
-Recibió un disparo.
-Y bien merecido lo tenía-Se sobresaltó Miranda-Aunque deberían haber sido unos cuantos mas.
-Bueno, olvídate de él y de Leonardo, Atl -Habló Alejandro- céntrate en Lexa. Tienes que llevarla al hospital para que le hagan pruebas y sepan que está bien.
-No creo que esto le sea fácil de superar-Acertó Danielle.
-Todos la ayudaremos-Inquirió Luis-No podrá cargar ella sola con todo.
-Promete que en cuanto despierte la llevarás a que la vea un médico-Zack se levantó y se acercó a Atl. Este lo miró a los ojos. Lo último que quería era que alguien volviera a poner las manos sobre Alexa, pero si al fin y al cabo era por su bienestar, cedería.
-Está bien-Terminó diciendo-¿Qué harán ustedes?-Los miró uno por uno.
-Oh, este... Luis y yo hemos reservado una suite en un hotel cerca de aquí-Contestó Miranda.
Todos posaron la mirada sobre ella. Luis les dio la espalda tratando de pasar desapercibido, murmurando algo inaudible entre dientes y cerrando los ojos. Miranda se encogió, algo avergonzada.
-No pasa nada-Reaccionó Atl -Tienen que disfrutar, no dejar que los atormente con mis errores. Lexa es mi novia, yo soy quien debo preocuparme por ella y hacer que se mejore.
Miranda dejó escapar un sollozó, luego se acercó a Atl y le dio un abrazo. Él le besó la mejilla.
-Adiós-Se despidió-Dile a Lexa de mi parte que volveré pronto para saber cómo está. Y si ocurre algo, llámanos.
Él asintió con la cabeza. Luis pasó por su lado y colocó una mano en el hombro de Atl.
-Si hay algún problema, como dijo Miranda, no dudes en llamarnos. Vendremos lo más rápido que podamos.
-Sí, tranquilos. Gracias por todo.
Luis tomó a Miranda de la mano y salieron por la puerta. Atl notó la mirada de los demas sobre él.
-Iré a ver como se encuentra y la llevaré al hospital-Y desapareció por el pasillo.

*************

Alexa había despertado por escuchar los gritos de Atl procedentes del salón. Se aferró a las sabanas y contuvo más lágrimas. Todo su cuerpo seguía sufriendo, su corazón seguía sintiendo cada toque, cada repugnante beso y cada embestida como si lo estuviera viviendo en aquel momento.
Seguía asustada. Tenía miedo de que cualquier hombre volviera a tratarla de aquella manera. No volvería a salir a la calle sabiendo que en el momento en que se despistara alguien la cogería por la cintura y le haría repetir la peor noche de su vida.
Quería encerrarse entre cuatro paredes y llorar. Estar sola y alejarse del mundo para no volver a sufrir. ¿Quién le decía que en un futuro la historia no volviese a repetirse? Estaba aterrada como nadie. Dándole vueltas la cabeza durante horas y horas se le había metido en lo más hondo que todos los hombres eran igual al fin y al cabo, lo aparentaran o no. Y que Atl no era la excepción.

***************
La puerta de la habitación se abrió lentamente. Alexa sintió unas inmensas ganas de levantarse y huir pero no podía, no tenía fuerzas. Vio como la mirada de Atl se posaba sobre ella y se encogió dentro de las sabanas. Sollozó.
-Lexa...-Se acercó-¿Te encuentras mejor?-Tenía pensado arrodillarse frente a ella y acariciarle la mejilla pero la reacción de Alexa le provocó un vuelco a su corazón.
Alexa se echó hacia atrás y empezó a llorar, escondiéndose entre las mantas.
-Mi...Mi vida...-Los ojos de Atl se cristalizaron. Trató de acercarse de nuevo, al menos para poder acariciarla y calmar su llanto, pero ella lloró aún más.
-¡Vete!-Le gritó de repente, Atl se sobresaltó.
-¿Q... que? Cariño, yo...
-¡Que te vayas! ¡Aléjate de mí!
-No voy a hacerte daño-Con el corazón en la garganta una lágrima cayó por la mejilla de Atl.
-¡No prometas algo que no cumplirás, Atl! ¡Lárgate! ¡No quiero verte!
-Pero... ¿Por qué me estás diciendo esto, Lexa?-El rostro de Atl comenzaba a estar cubierto de lagrimas, al igual que el de Alexa. Caminó volteando la cama para acercarse a ella.
-¡Todo los hombres son igual!-Se incorporó y se recogió las rodillas con los brazos, asustada. Un miedo irracional y estúpido. Era Atl quien estaba allí, no un hombre cualquiera.
-¡Mi vida, yo no soy como ellos! ¡Yo jamás te haría daño!
-¡No! ¡No te acerques!-Alexa cerró los ojos y escondió la cabeza entre las piernas, como si quisiera ser transportada a otro mundo antes de que Atl pudiera tocarla.
-¡No puedo hacerte daño, Lexa!-Le cogió las manos. Ella se soltó de un golpe brusco y se desplazó a la otra punta de la cama-¡Aunque quisiera no podría! ¡Eres demasiado importante para mí! ¡Te amo, Alexa!
-¡Cállate y vete! ¡Márchate, Atl!
-¡¿Qué ocurre?!- Zack entró por la puerta, seguido de los demás. Alexa se echó hacia atrás, chocando contra el respaldo de la cama.
-¿Qué está pasando?-Danielle y Brenda entraron en la habitación y pasearon su mirada de los ojos hinchados de Alexa a los desamparados de Atl.
Alexa se levantó de golpe de la cama, casi cayendo, y se tiró a los brazos de sus amigas cuando ellas se acercaron por inercia para evitar que perdiera el equilibrio. Atl quiso acercarse y sujetarla pero ella volvió a gritar.
-¡Díganle que se vaya!-Suplicó en un terrible llanto-¡No quiero que este aquí!
-¡Mi vida, yo...!
-¡No!-Alexa se aferró a sus amigas-¡No me toques!
- Atl, por favor... Sal de la habitación-Le ordenó Danielle.
-¿Qué?
-Haz lo que te digo, por favor. Déjanos a solas con ella.

¿Y la promesa? « Atl GarzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora