Capítulo 13

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-Dejen de hostigarme. Sé lo mismo que ustedes-Gritó Luis.
Los cuatro chicos corrieron por los pasillos del hospital, nerviosos y preocupados, buscando a alguien que pudiera decirles que le había ocurrido a su amigo. Varios profesores estaban cruzados de brazos frente a una puerta.
-¿Qué le ha ocurrido?-Gritó Atl.
-Chicos, deberían estar en clase, ensayando. Recuerden que tienen una audición muy pronto-Les contestó uno de ellos.
-Sin Alejandro no podemos ensayar. ¿Qué le ha pasado?-Preguntó Zack.
Los profesores se miraron entre ellos y suspiraron.
-Alejandro se ha golpeado en la cabeza y ha perdido el conocimiento.
-¿Qué?
-¿Cómo?-Preguntó Zack.
-Tranquilos, chicos. Los médicos han dicho que no ha sido nada grave. Que no cunda el pánico, ¿De acuerdo?
-¿Podemos hablar con él?-Preguntó, preso del pánico Carlos.
-No, de momento no. Han dicho que hasta dentro de varias horas nadie podrá entrar a verlo. Sus padres ya están avisados y llegaran enseguida. Y ustedes, chicos, tienen que volver a la escuela.
-No. Nos quedamos aquí-Se opuso Luis.
Atl colocó una mano en el hombro de su amigo.
-Es mejor hacerles caso. Volveremos más tarde, cuando terminen las clases.

****************
Alejandro se llevó una mano a la cabeza en cuanto despertó. Se sentía mareado y le dolía bastante donde se había golpeado. Abrió los ojos por completo y se percató de que estaba en una camilla, en una habitación de hospital, había varias personas a su alrededor. Dos maestros estaban a un lado de la camilla, impidiendo que pudiera ver quien más se encontraba hospitalizado en la misma habitación que él. Murmuró algo.
¿Qué me pasó?-Preguntó, confuso.
-Te has dado un golpe en la cabeza, Alejandro-Le comunicó un maestro.
-¿Es grave?-Miró a los profesores, preocupado por su propia salud.
-No, tranquilo. Te pondrás bien enseguida. El médico ha dicho que mañana, si todo va bien y no hay ningún síntoma extraño, podrás volver a casa.
-Tus amigos llegaran enseguida. Han venido en cuanto han sabido lo del accidente, pero les hemos dicho que volvieran más tarde, cuando pudieran pasar a verte.
-Ok gracias-les dio las gracias.
Minutos más tarde, se encontraba solo en el cuarto. O al menos eso creía, porque se había olvidado por completo de que había una chica en tendida en otra camilla cerca de él.
-Hola-Dijo la chica en un susurro, con la cabeza volteada ligeramente sobre la almohada.
Alejandro hizo un leve movimiento con el cuello para poder mirarla.
-Hola-Le contestó.
-No he podido evitar escuchar a tus profesores. ¿Estás bien?-Le preguntó la chica.
-Sí-Respondió-Bueno, según dicen ellos no es nada grave, pero me duele bastante la cabeza.
-Será por el golpe ¿Cómo te caiste?
-¿Caer? Pues…-Alejandro pensó-No lo recuerdo, la verdad. Lo último que se es que estaba subido en una silla para intentar coger un avión de papel que se nos había colado a mí y a Carlos, un amigo, encima de un armario bien alto. Él salió a comprobar si los profesores venían por el ruido que habíamos estado causando y… Supongo que cuando entró me debió ver tirado en el suelo como un muerto, o algo así.
La chica rió.
-¿Y a ti?-Preguntó después el castaño, fijándose en la pierna que ella tenía enyesada.
-Me he caído por las escaleras. tropecé con algo que ni siquiera he visto y aquí estoy.
-Vaya… Lo siento… Eh…
-Danielle-le dijo la chica-Me llamo Danielle.
Alejandro le dedicó una sonrisa.
-Yo soy Alejandro, encantado.
-Creo que me suenas. ¿Tú eres músico o algo así?
-Sí, bueno, intento serlo-Respondió con gracia.
-¡Alejandro!-Carlos corrió hacía él en cuanto entró por la puerta y se abalanzó dándole un abrazo.
-Párate, quítate, estas muy pesado-le dijo Alejandro.
-Por una vez que me preocupo por ti…-Carlos hizo pucheros.
-¿Cómo estás?-Le preguntó Atl entrando con Luis y Zack.
-Bien, supongo…-Contestó.
-¿Supones? O estás bien o estás mal-Intervino Zack-¿Qué demonios te ha pasado?
-La culpa no es mía ¡se los juro!, ¿No?-Temió Carlos.
-Sí, todo es por tu culpa. Me dejaste solo en el aula y como no tenía a nadie para protegerme me golpeé en la cabeza-Bromeó.
-Oh, Alejandro-dramatizó el moreno-Lo siento. No sabes lo mal que me siento. ¿Cómo podría recompensarte?
-Gay-Luis lo fulminó con la mirada por el tono de voz que había empleado para decir aquellas palabras.
-Chicos, ella es Danielle-Comentó Alejandro, señalando a la chica, quien se sonrojó ligeramente cuando todos los chicos pararon su mirada sobre ella.
-Hola-Dijeron al unísono.

¿Y la promesa? « Atl GarzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora