Zombis

Brillo de mi pasado

-Por dios Travis puedes dejar eso, es basura.

Recuerdo aquel día, aquella maldita tarde como si fuera un sueño perdido que después de 5 días de olvido, vuelvo a sentir el mismo terror que la primera vez que lo viví.

-Para ti, esto es oro puro para mi- Travis solo se encargaba en recoger minerales.

-Travis por décima quinta vez, baja de esa roca.-le grite desde a bajo de la pequeña montaña.

-Puedes callarte un momento ¡ya bajo!

Tomo impulso y bajo de un salto cayendo completamente de pie.

-No entiendo porque eres tan irritante-me regaño dándome un pequeño golpe en el brazo.

-No entiendo porque eres tan infantil, vayámonos ya viejo este lugar es peligroso cuando anochece, puede venir un zombi H,

-Vamos John con el Zomul, no te pasara nada.

-No me preocupo por mi, hablo de que no quiero salvar tu trasero idiota.

-Bueno, vayámonos entonces.

-¿Crees que el viejo siga con ese estúpido libro?- comenzamos a caminar.

-No lo creo, lo se, ambos viejos están con ese libro.

- Es tan irritante, el único pariente que tengo se preocupa mas por un pedazo de papel que por su propia existencia.

-Bueno tampoco lo culpo, como la cura múltiple fallo, y la humanidad entera esta en la cuerda floja de la extinción. Supongo que si fuera yo, estaría mas que desesperado.

-Me sorprende cada vez mas que sepas mas que yo estúpido teñido.

-Soy pelirrojo natural idiota.

-Como sea...-comencé a sentir un terrible ardor en el abdomen y luego en el pecho que hizo que me retorciera un poco.

-John ¿estas bien?... - se escucho un crujir en los arboles que nos hizo alarmarnos y en un movimiento rápido Travis saco su arma al igual que yo. claro que nuestros padre jamas nos hubieran dejado salir de la cueva sin protección extra.

-¿que fue eso?-pregunto el, estoy seguro que sintió el mismo mal presentimiento que yo.

-No se pero... lo que haya sido no me agrada.

-¡JOHN CUIDADO!

-¡¿QUE?!- Volee por los aires sintiendo un impacto fuerte en mi cuerpo aun sin poder mirar a mi enemigo.

Ya en el suelo puede escuchar, el aullido de una bala volando a mas de 500km por hora. Mi rostro se alzo como si de la segunda ley de newton se tratara, acción y reacción. Primero vi un destello de luz verde mi cuerpo detectaba el peligro, un peligro que tal vez podía matarme. La criatura tenia el rostro de un nocturno, pero un poco mas grande y los brazos mas largos del mundo, la piel que era un llamado de agonía, brillaba como las llamas del infierno. Pero su corpulento estomago hacia que quisiera vomitar el desayuno.

-¡QUE DEMONIOS ES ESA COSA!- Comento mi compañero una vez se coloco a mi lado.

-Oro puro para el libro Z, jamás había visto un zombi igual.

-Pero no muere, JOHN no puede matarse con un disparo en la cabeza.

Durante un tiempo estuvimos disparando, al cráneo de gordo zombi sin ningún resultado de muerte instantánea, mientras esquivábamos sus largas manos, y cada golpe que nos propinaba.

-Con esas manos le es difícil la movilidad- comencé a examinar a mi enemigo mientras miraba a mi amigo- ese es su punto débil, pero no su punto de muerte.