Louis Tomlinson es uno de los dominantes más codiciados en Europa.
Entre pagos y deudas atrasadas consigue a Harry, hijo de Des un drogadicto con muchas deudas.
Louis impone
Harry impone
Pero Louis le enseñará a ser el sumiso perfecto
POR PROBLEMAS...
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Los siguientes treinta minutos lo único que Louis hizo fue leer su libro mientras me acariciaba cada cierto tiempo, era tan placentero y desesperante.
Ahora mismo nos encontrábamos en la misma situación.
—Estás siendo un buen chico, Daddy te recompensará — Palmeó mi trasero un poco —Inclínate en el escritorio —Ordenó.
No tarde en apoyar mis codos sobre el escritorio de roble, la situación me tenía desesperado y lo primero que pude sentir fueron sus labios en mis hombros y sus manos en mis caderas, con movimientos tan lentos y eróticos que mi miembro ya volvía a gotear pre-semen.
Sus labios, de manera lenta, viajaron por toda mi columna hasta mi espalda baja.
—Hueles a jazmines, bebé — Susurró sobre mí, parece que su instinto no se resistió a dar una fuerte mordida a mi muslo, me estaba tratando como si de una pieza de arte me tratase, su rostro y sus avivadas manos estaban tan cerca de mis partes íntimas y sensibles.
Sus manos abrieron mis muslos, dejando completamente a su disposición mi entrada, la cual se contraía como en busca de algo de placer, sus dedos húmedos no tardaron en pasearse por mi cálida cavidad, oh dios, aquello podría ser mi entrada directa a mi estado de desesperación y además en una posición tan favorable, yo sobre mis brazos recargado en un escritorio de madera y el arrodillado detrás de mí.
Aprovecho mi momento de distracción para enterrar su rostro en mí y usar su lengua como intruso en mi interior, era tan rasposo y húmedo que no medí en los sonidos que salían de mis labios.
—¡Oh Daddy! — Gemía descontroladamente mientras él trataba de llegar más profundo, yo también deseaba eso, lo necesitaba tan dentro de mí y aunque mi deseo interior era hundir su rostro más en mí me conformé con arañar aquel mueble costoso de roble negro.
Su lengua daba choques eléctricos a mi miembro, el cual también se encontraba acariciando con una de sus vividas manos.
De mis labios se escapaban miles de gritos y gemidos que resonaban entre todas las estanterías de libros en aquella biblioteca privada.
Y cada choque de placer me llevaba más cerca del final, un dedo juguetón de Louis se abrió paso en mi interior en conjunto de su deliciosa y placentera lengua.
—Daddy, e-estoy a punto de acabar — Gemí mientras él parecía no querer darme descanso, dos de sus dedos violaban mi interior mientras que su lengua les hacía compañía y su otra mano masturbaba mi miembro.
—Acaba, pequeño — Y esas dos palabras eran como un conjunto de gloria, como si me dijeran que acabo de ganar la lotería, así que no me no me prive de gritar cuando todo el semen salió disparado de mi miembro para caer en mi pecho y en el escritorio, se separó de mí, quitó sus dedos de mi interior, mi entrada parecía palpitar y estoy seguro de que mi rostro se encontraba sonrojado, no sabía en que momento había sudado tanto que mi cabello se pegaba a mi frente.
