Despertó por el sonido de teclas siendo presionadas, se giró y bufó al ver al alfa sentado a su lado haciendo algo en su computadora, se giró nuevamente y volvió a cerrar los ojos.
"Ya sé que estás despierto, no te duermas aún." El alfa se levantó de la cama, abrió uno de los cajones y sacó un par de contenedores blancos y regresó a la cama. "Ven acá, pequeña mierda." Jaló al menor hasta la orilla de la cama, se colocó entre sus piernas y comenzó a abrir su camisa, el omega comenzó a empujar al alfa por sus hombros.
"¡No, déjame!" Levantó la voz y siguió empujándolo fuertemente, pero el alfa se aferraba a sus caderas.
"Quieto, no es lo que tú piensas, joder." Tomó uno de los contenedores y sacó un poco de una sustancia blanca y espesa, se acercó al rostro del omega y la esparció por el golpe, después colocó un poco en su lastimada muñeca, se alejó un momento y mordió su labio al ver el pálido abdomen plano del rizado, pasó sus dedos suavemente por los costados, Harry rodó los ojos y cruzo los brazos sobre su pecho. El alfa no pudo resistirse a inclinarse y pasar sus labios lentamente por los músculos ligeramente desarrollados del omega, succionó su piel, ignorando las manos en sus hombros que intentaban empujarlo lejos, pasó sus labios por cada centímetro de la blanquecina piel del contrario, juraría que sintió la piel del omega comenzar a calentarse bajo sus dedos que se afianzaban en las caderas del más pequeño, el aire se había tornado denso, podía sentir su miembro comenzar a erguirse lentamente en sus pantalones, por lo que tuvo que detenerse, sabía que el omega no lo dejaría ir más lejos y terminaría forzándolo a base de golpes, no podía dejarle ninguna marca aún. Así que se alejó nuevamente y río de manera burlesca al ver al omega con los ojos cerrados y su labio inferior entre sus dientes. "¿Lo disfrutas, cielo?" Masculló, ganándose un golpe del omega en su hombro.
"¿Por qué hace tanto calor?" Gruñó el omega mientras cerraba su camisa y se acomodaba nuevamente en la cama.
"Estás loco, la noche es fría aquí." Murmuró distraídamente al volver a teclear en su computadora.
Harry se quedó helado al darse cuenta de la razón de su elevada temperatura corporal y su repentina docilidad, negó. No podía ser posible, contó con sus dedos. ¡Sólo habían pasado dos semanas desde su último celo!
Después recordó que había tenido demasiada presión esos días, por lo que rápidamente se levantó y se acercó a la puerta, no quería que el alfa se diera cuenta que su celo estaba cerca, abrió las ventanas para que el aire circulara y después regresó a la puerta.
"Hey, ¿estás bien?" Louis lo miró confundido, rodó los ojos y volvió a su computadora. "Mañana tengo que ir muy temprano a la oficina, no quiero que salgas de casa, volveré muy tarde. Si tienes hambre le dices a la cocinera." Habló vagamente mientras guardaba todo y se acomodaba en la cama. "Ya duérmete o te haré tomar pastillas para dormir." Balbuceó antes de quedarse profundamente dormido. El omega se aseguró de que el olor era imperceptible antes de volver a la cama y caer profundamente dormido.
(...)
Ya podía sentir sus viseras contraerse cuando despertó, gimió lastimeramente después de asegurarse de que estaba completamente solo, respiró profundamente y se levantó para ir al lugar donde estaban sus maletas, sacó todo hasta llegar al contenedor donde deberían estar sus supresores, junto al contenedor había una pequeña nota, la tomó con sus temblorosas manos y gruñó con fuerza al leerla. Sus padres no habían empacado supresores, sólo habían empacado malditas píldoras anticonceptivas. Tarde o temprano el alfa volvería y lo obligaría a hacer eso, estaba seguro, maldijo a sus padres antes de cerrar la puerta con seguro y volver a la cama, cerró lo ojos e intentó volver a dormir, pero aquellos agudos gemidos no dejaban de salir de sus labios.
••••••••••
Louis estaba acomodando algunos papeles cuando su asistente irrumpió su tranquilidad. "S-señor..." su voz era nerviosa y su apariencia era sumamente extraña.
"¿Qué pasa, Claire?, ¿Estás bien?" Frunció el ceño mientras fijaba su atención en la chica de apariencia descuidada.
"Hace unas horas empecé a sentir un horrible calor, mi celo empezará en algunas horas y sólo quería avisarle que no podré asistir la próxima semana, no quiero ocasionar un altercado." Murmuró de manera apenada mientras intentaba contener sus agudos chillidos. El alfa se quedó estático y las palabras que el omega había dicho la noche anterior resonaron en su cabeza, rápidamente se levantó de su silla al recordar que ese maldito día irían varios alfas a su casa para cambiar la decoración de su habitación. "Maldito seas, omega estúpido." Gruñó el castaño mientras subía desesperadamente a su auto y aceleraba lo máximo que podía, su pecho dolía con el simple hecho de que otra persona se llevara la inocencia que aquel peculiar chico poseía, sólo el tenía permitido hacerle sufrir, cualquier otra persona que siquiera lo intentase, había ganado una cita con el mismísimo diablo en persona. No había nada que despreciara más que a ese chico, pero ¿Qué clase de alfa respetable tiene un omega usado?
Se estacionó a mitad de la calle cuando visualizó su casa, ni siquiera sé tomó la molestia de cerrar la puerta o apagar el motor, miró al jardinero y le arrojó las llaves. "Acomódalo." Apenas pudo gritar mientras subía las escaleras. Logró ver a los decoradores y rápidamente les gritó que salieran de su casa inmediatamente, no escuchó sus preguntas, simplemente les ordenó que salieran o las iban a pagar muy caro. Respiró profundamente al llegar a la puerta de su habitación, su traje estaba deshecho, había sudor en todo su cuerpo y sus piernas dolían como si hubiera corrido diez kilómetros, sus manos temblaban y su respiración era errática. Le tomó varios minutos tranquilizar su respiración, pero cuando lo hizo el olor más dulce y picante que alguna vez percibió, llegó a su nariz. Gruñó una vez más y se dispuso a abrir la puerta, pero ésta estaba bloqueada. "Tienes que estar bromeando, imbécil." Golpeó la madera y talló su rostro, sacó un manojo de llaves de su bolsillo, había más de treinta llaves y sólo una abriría su habitación, intentó por más de diez minutos cuando finalmente dio con la llave indicada, abrió la puerta y el dulce olor le golpeó como un balde de agua helada.
***
ESTÁS LEYENDO
Dark Days
FanfictionHarry es un omega que fue criado para comportarse como un alfa, ya que ese era el mayor sueño de su padre. Los negocios de Louis van cada vez peor, es urgente conseguir un omega con mucho dinero para mantener su empresa. Donde a Louis le agrada Ha...