Dodici

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"Louis, quiero una cerveza." Susurró el omega mientras sonreía, el alfa negó nuevamente y bebió de la cerveza que había en su mano. "Louis, quiero una cerveza. Dame una maldita cerveza." Repitió el omega mientras se giraba al alfa y sonreía sutilmente.
"Ya te dije que no, detente." Resopló el alfa mientras tiraba la lata de cerveza al jardín. "No conseguirás una cerveza de mi parte."
Harry encogió los hombros y rió. "Bien, tú lo dijiste. Conozco la manera de sacarle una cerveza a un alfa." Caminó un par de metros hasta el lugar donde había un alfa sentado en el piso, hablando por teléfono, se inclinó y tocó su hombro suavemente. "Hm... Alfa, ¿te lastimé?" Murmuró mientras pasaba sus suaves dedos por la mandíbula del chico, hizo una mueca de preocupación. El alfa inmediatamente cortó la llamada y negó.
"Tranquilo, corazón, estoy bien." Acarició el dorso de su mano con sus dedos y se levantó rápidamente. "Joder, sí que eres hermoso, hueles a flores, por favor déjame invitarte una cerveza." El alfa de ojos color sol juntó sus manos a manera de súplica mientras miraba al omega fijamente.
"Me encantaría, bonito, pero mi alfa no me deja beber alcohol." Hizo un puchero y negó delicadamente mientras batía sus largas pestañas.
"No le molestará, lo conozco, vamos." Pasó su brazo por los hombros del omega mientras comenzaban a caminar hacia la barra, el rizado se giró para ver a Louis, quien lo miraba completamente serio, sus puños estaban apretados, el omega encogió los hombros y se giró hacia el otro alfa.
"Soy Harry, por cierto." Sonrió ampliamente cuando el chico le tendió la cerveza, tomó ésta entre sus lánguidos dedos y la llevó a sus húmedos labios que prácticamente imploraban por aquel líquido amargo, un simple sorbo de ese manjar alemán fue suficiente para sacarle un suave gemido. "Mierda, es hermoso, creo que lloraré." Bromeó mientras cubría su rostro de una manera dramática. El alfa rió y asintió. "Soy Zayn, Zayn Malik." Una de sus manos estaba sobre el muslo del omega y la otra estaba sobre su mejilla, tocando su lindo hoyuelo, ese hoyuelo que un alfa de ojos azules había deseado tocar desde el momento que se percató de su existencia, quien ahora miraba aquella escena con fuego en la mirada, su olor era intenso como el azafrán, sus nudillos estaban blancos por la presión que ejercía sobre el vaso en su mano.
El omega estaba demasiado distraído en la cerveza que no se había dado cuenta de la cercanía del alfa a su lado, ni de la intensa mirada del castaño. "Zack, ¿podrías conseguir otra cerveza para mí?" Sonrió hacia el chico, quien asintió torpemente e hizo una seña al chico detrás de la barra. Rápidamente dos cervezas aparecieron frente a ellos.
"Soy Zayn, hermoso." Habló el alfa mientras subía su mano cada vez más por el muslo del rizado, lentamente, recorriendo cuidadosamente la suave tela que envolvía a quien juraría que era la criatura más hermosa que alguna vez había visto, siempre teniendo temor de alterarlo y llevarse otro golpe.
"Oh." Asintió sin darle mucha importancia a la mano del alfa, sólo quería terminar esos dos elixires e ir en busca de aquel hombre que lo tenía cautivo, e ir a casa.
Ya habían pasado varios minutos, el alfa no paraba de tocar sus muslos y sus brazos, y su rostro, y su cuello... y, bueno, no dejaba de tocarlo. Estaba a nada de terminar la última botella cuando el alfa bajó su mano hasta un punto cerca del trasero del omega, comenzó a acercarse cada vez más mientras ponía su otra mano entre los rizos del omega para mantenerlo cerca. "Alex, tengo que ir al baño." Intentaba alejarse, pero ese alfa era muy persistente, no parecía querer alejarse, su mano apretaba su muslo tan fuerte que dolía. Comenzaba a ponerse un poco nervioso. "Aquí no." Logró susurrar, el alfa se detuvo y sonrío con su labio inferior atrapado entre sus dientes, los primeros botones de su camisa estaban abiertos y una pequeña porción de cabello caía por su frente. Tomó la mano del omega y lo llevó fuera del salón, el mundo daba vueltas para el rizado, tuvo que sostenerse con fuerza del alfa para no tropezar con sus propias piernas. Ahora divisaba unas largas escaleras de mármol blanco con una baranda negra con pequeños detalles dorados.
"Yo creo que deberíamos ir a alguna habitación y descubrir qué escondes debajo de esto, amor." Murmuró el alfa mientras metía una de sus manos en la camisa del omega, mientras la otra se posicionaba en el cuello del mismo.
"¿Mhm, de verdad?" Murmuró el omega mientras el alfa mordía su cuello y su hombro con suavidad, simplemente haciéndole sentir sus dientes. "Yo creo que no, nos vemos, Jack." Rió nuevamente y se alejó del alfa, cada minuto que pasaba era más difícil mantenerse concentrado en lo que hacía, tal vez era porque había pasado un largo tiempo desde la última vez que bebió alcohol, o sólo era que nunca fue muy bueno soportándolo. Caminó torpemente entre la gente hasta que finalmente encontró lo que buscaba, se acercó y tocó el hombro del alfa fuertemente. "Vámonos, Louis." Sus palabras eran más gruesas y se arrastraban en sus labios.
"Déjame en paz, traidor." La pronunciación del alfa no era mejor, su voz era igualmente más grave y más lenta, las palabras se enredaban en su lengua. El omega río burlonamente mientras llevaba su dedo índice a la nariz del alfa.
"Es-Estás ebrio." Murmuró entre risas mientras pellizcaba la mejilla del castaño, tomó su mano y lo jaló hacia la puerta de entrada.
"Estaba jugando un juego, se llamaba 'Bebe un shot de tequila por cada vez que Zayn toque a tu omega.' Perdí la cuenta después de..." comenzó a contar con sus dedos, se veía realmente concentrado por un par de minutos. "Uhm, no lo sé, mucho."
El omega río y negó. "Llévame, llévame a casa, Louis, quiero dormir." Jalaba su camisa, al igual que su mano para llegar donde estaba el chófer de los señores Tomlinson. "Tú vas a llevarnos a casa." Tomó su corbata con una mano, y la mano de Louis con la otra, jaló a ambos alfas hasta el auto y después subió, siendo seguido por el ojizarco. El chófer encendió el motor y arrancó el vehículo en dirección a la casa del hijo de sus jefes. Louis había jaloneado de Harry hasta cumplir su propósito, ahora Harry estaba sobre Louis, pasando sus dedos entre su cabello y riendo sin razón aparente.
"No me toques, estoy molesto, traidor." El castaño lo empujó hacia el asiento, pero jalaba al rizado de regreso a su regazo en cuestión de segundos. "Dejaste que mi hermano tocara todo esto que me pertenece desde siempre, y ahora tendré que golpearlo por tú culpa." Su voz era muy lenta, sus palabras se arrastraban en exceso y algunas se trababan entre sus dientes, sus manos recorrían todo el cuerpo del omega, desde sus rodillas hasta su cuello, el omega sentía muchísimo sueño, su cabeza estaba apoyada en el hombro del alfa, sus brazos se envolvían en el cuello del mismo, estaba casi durmiendo, pero soltaba agudas risas torpes de vez en cuando, debido a lo dedos del alfa en su espalda.
"Estamos muy ebrios." Afirmó el rizado con ese tono briago que hacía reír al chófer, bajó del regazo del alfa y se acomodó en sus manos y rodillas sobre el asiento para poder sacar su cabeza por la ventana y sentir el aire golpear su rostro. Louis comenzó a subir la camisa del rizado para dejar torpes besos por su espalda, mientras tenía sus manos firmes sobre la cintura del chico que reía al sentir sus labios.
Así transcurrió el resto del viaje, Louis besando cada parte del cuerpo de Harry, y Harry riendo de la sensación que sus fríos labios le daban.
Ambos bajaron del auto torpemente, casi cayendo al piso, Harry se sostuvo del alfa mientras caminaban hacia la entrada, entraron y con mucho esfuerzo lograron llegar a la habitación.
"Hubieras visto cómo te miraba ese idiota, te tocaba con tanta libertad, como si fueras suyo, como si no tuvieras un alfa ya, creo que voy a matarlo." Balbuceaba el alfa mientras negaba ponía al omega contra la pared, sus manos se crispaban con fuerza en sus caderas, sus labios atacaban violentamente el cuello y los hombros del omega, quien ya no estaba usando su camisa desde que lograron entrar a la casa, de sus labios salían agudos gemidos. El alcohol lo había dejado completamente inconsciente, realmente no sabía dónde estaba o qué estaba pasando, pero se sentían realmente bien. "Eres malditamente mío, Harry." Gruñó y atacó los labios del rizado, quien intentó corresponder el beso, pero su torpeza al besar seguía siendo completamente notoria. "Esta linda boquita torpe también es mía, eres mío, maldito niño tonto." Murmuraba entre gruñidos mientras arrastraba al omega a la cama, al mismo tiempo que comenzaba a desverstirlos a ambos, quedando en sus interiores.
Ahora estaban los dos en la cama, Harry se retorcía de placer mientras Louis besaba torpemente cada centímetro de su cuerpo, dejando marcas alrededor de su pecho, en su cuello, en sus muslos, en su cadera y en su estómago, el lubricante ya había empapado las sabanas, Louis bajó su mano con una extrema lentitud, acariciando la piel debajo de ella, se deshizo de los bóxers del menor y acarició su entrada. Harry estaba sollozando por la necesidad que comenzaba a sentir, sus manos se atenazaban en los hombros del alfa, quien había comenzado a introducir dos de sus dedos; rápidamente comenzó a embestir al rizado con sus dedos, mientras besaba y mordisqueaba la unión de su cuello con su hombro, Harry estaba gimiendo agudamente, sus ojos estaban cerrados y su boca formaba una "o", su cabeza estaba hacia atrás para darle más acceso al alfa que estaba sobre él.
"Dime, Harry, ¿quién es tu alfa?" Balbuceó el castaño con una voz realmente grave y rasposa, sus ojos estaban oscuros, su cabello estaba revuelto, y sus labios estaban húmedos.
"No lo sé." Respondió el omega mientras arqueaba la espalda y volvía a gemir, a veces soltaba agudos chillidos que volvían loco al alfa. "No tengo alfa."
"¿Y quién es el hombre que te está haciendo gemir como la pequeña zorra que eres, amor?" Sus palabras seguían arrastrándose de una manera muy cómica, sus palabras se enredaban en su lengua o salían con tartamudeos.
"No puedo verlo, mis ojos están cerrados." Los gemidos interrumpían sus palabras y el hecho de su briaguez no ayudaba mucho. El castaño le ordenó que abriera los ojos, y eso hizo, se encontró con esa intensa mirada celeste, que lo miraba como un perro miraría un pedazo de carne. "L-Louis, No me golpees, ya casi llego, no me lastimes." Balbuceó, su oración no tenía mucho sentido, sus piernas estaban alrededor de la cadera del alfa, quien seguía embistiendo su delgado cuerpo con tres de sus dedos. Pasaron un par de minutos hasta que el omega llenó de su semilla los pechos de ambos y cayó profundamente dormido, el alfa cayó en los brazos de Morfeo un par de minutos después, estando aún sobre el hermoso chico que hacía delirar a su alfa.
***

Vaya, vaya. Éste es el capítulo más largo en esta fic hasta ahora, muchas gracias por sus votos y sus comentarios, me gustaría mucho que recomendaran este pequeño proyecto entre sus amigos.
Ps: Soy malísima escribiendo smut, lo 100to.
F. xx

Dark DaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora