Ventidue.

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Louis no sabía lo que era sentirse aliviado hasta que vio a Harry mirar fijamente el techo mientras sus dedos se movían con extremo nerviosismo. Su labio inferior estaba siendo mordido con fuerza.

"Vas a lastimarte, bebé, no hagas eso." Se apresuró a decir Louis al ver que Harry intentaba sacar el vendaje sobre su herida por alguna razón. "Deja ahí." Se acercó con un pequeño grado de miedo y sujetó su mano para evitar que siguiera intentando quitarse el vendaje. Juraría jamás haber visto una sonrisa más hermosa que cuando Harry le sonrió con timidez.

"Sólo quiero ver las cicatrices. Jamás me habían apuñalado antes." Su voz estaba ronca debido a su garganta irritada, pero el alfa juraría jamás haber escuchado algo más perfecto. "Sácame de aquí, Louis. No sabes cuánto me duelen la piernas." Resopló y comenzó a quitarse los diversos cables que su cuerpo aún conservaba conectados.

"Vámonos, no soporto estar más aquí."

( ... )

Louis reía a carcajadas, su risa era completamente ruidosa. Harry estaba intentando caminar a la puerta con la excusa de que no necesitaba a Louis para sostenerlo. Apenas podía sentir sus piernas, sus pasos eran cortos y temblorosos. Igual a los de un cachorro que comienza a caminar por primera vez, o igual a un pequeño venado tratando de ponerse de pie para conseguir su primer alimento. Cuando finalmente llegó a la sala, se desplomó sobre uno de los grandes sofás, rió y miró al mayor. "Me veo patético cuando intento caminar, además me duelen las heridas." Rió. Louis fue rápido y se sentó a su lado, besó sus labios por primera vez en una semana. Juraría que casi llora por la sensación de esos dulces labios besándolo. Las manos de Harry fueron hábiles mientras se enganchaban en el cuello del mayor, sosteniéndolo cerca.
Louis no supo lo que Harry quería hasta que ya lo tenía sobre él, besando su mandíbula e intentando quitarle la camisa.

"Hazz, detente." Murmuró, pero el rizado estaba muy concentrado en llevar sus manos a los bordes de los pantalones de Louis. "No, Harry." Suspiró mientras tomaba sus muñecas para sostenerlo. El omega estaba rojo de vergüenza, quería matarse en ese momento, jamás pensó que Louis lo rechazaría de esa manera.

"¿Por qué no?" Se sentó nuevamente en el sofá y cruzo los labios, miró fijamente los ojos zarcos del alfa y después la realidad lo golpeó como un balde de agua helada. "Tu celo..." Murmuró mientras se levantaba torpemente y lo miraba con incredulidad. "¿Con quién pásate tu celo, Louis?" Gruñó mientras apretaba los labios y respiraba lentamente para controlar sus emociones.

Louis ni siquiera recordaba su celo, había pasado toda la semana en el hospital, definitivamente su celo no había aparecido. Sabía que su celo se iría con el tiempo, pero él apenas cumpliría veintinueve, no era lógico. "No entré en celo, estaba demasiado preocupado por ti, Hazz." Se levantó y envolvió al menor en un delicado abrazo.
Nuevamente se sentía completo, nuevamente sentía que podía respirar otra vez, su alma había dejado de doler con cada pensamiento que tenía sobre perder a ese chico.

Los pensamientos de verle en un ataúd se habían transformado en pensamientos de verle dormir a su lado cada mañana por el resto de sus vidas.
¿Cómo llegó a quererlo de esa manera en tan poco tiempo? Salió con Danielle por tres años, y juraría que jamás se sintió de esa manera. ¿Era eso amor? Hm, no. No podía ser amor. Louis quería a Harry, Louis adoraba y alababa a ese chico. Más no podía amarlo ni ahora ni nunca. No sería capaz de cuidar un ser tan delicado, terminaría matándolo.

No notó que ya habían pasado varias horas, ahora se encontraba abrazando el cálido cuerpo del menor, ambos estaban en la cama. Louis lo sostenía como sostendría su vida, porque eso era Harry. Harry era su vida ahora. No logró retener algunas lágrimas que se desparramaron por los hombros desnudos del omega, se sentía la persona más afortunada por tener a ese chico nuevamente en su vida. Estaba sosteniéndolo con tanta fuerza contra su pecho que sentía que se fusionarían en cualquier momento.

"¿Louis?" Murmuró Harry con una voz ronca y cansada, el mencionado rápidamente se giró para secar sus mejillas, después lo miró y le sonrió.

"Hey, hazz, ¿te desperté?" Habló después de haber secado su rostro, Harry asintió con cansancio y le sonrió de la misma manera, relamió sus labios y se acercó para besar sus labios con delicadeza.

"Quiero tu nudo." Murmuró mientras llevaba su mano lentamente por el pecho del alfa hasta su entrepierna. "Dame tu nudo, Lou." Susurró de manera coqueta, pero un molesto gruñido salió de sus labios al sentir la mano del castaño sostener su muñeca.

"Acabas de salir del hospital, no quiero lastimarte, Harry. Mejor sigue durmiendo, mañana le preguntaré al doctor si es seguro anudarte." Murmuró con voz tranquila mientras se giraba para envolver sus brazos en el cuerpo del menor, quien rodó los ojos y cruzo los brazos.

"No me importa si es seguro o no, estoy quemándome y quiero ese maldito nudo dejándome sin caminar por dos semanas, ¿por qué no lo aprovechas?" Murmuró después de resoplar, estaba profundamente molesto ante los constantes rechazos de su alfa. ¿Qué había hecho mal para ser rechazado? Extrañaba tener a Louis, ahora lo sentía tan lejano. ¿Qué tal si no quería anudarlo porque pasó su celo con otra omega y se enamoró de ella?

"Buenas noches, Harry." Murmuró después de que un culpable suspiró saliera de sus labios, envolvió al menor en sus brazos e intentó hacerle conciliar el sueño con suaves caricias. Sin embargo, Harry no quería dormir, sólo estaba realmente preocupado por la posibilidad de perder a su alfa. Creía que sus instintos eran más fuertes que su razón.

Asintió suavemente, se giró para darle la espalda al mayor e intentó dormir y alejar esos pensamientos de su cerebro. Meditó sobre su vida por un par de minutos. Una vez que Louis se durmió, bajó de la cama y miró por la ventana hacia el estrellado cielo de esa noche de invierno. "No sé cuál es el Dios real, pero sea quien sea; si puedes escucharme, por favor no me quites a mi alfa." Murmuró antes de regresar a la cama y envolverse entre los brazos de su alfa.

                               ***

Dark DaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora