Ventinove

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Habían pasado ya algunos meses, la situación con James había mejorado considerablemente. Harry no había intentado irse otra vez. No porque quisiera quedarse, pero necesitaba más tiempo para planear su estrategia.
Se había encontrado con Louis varias veces en secreto, aunque siempre terminaba intentando no llorar al sentir el fuerte olor a omega en la ropa del alfa. Era obvio que aún no dejaba a Danielle. Su corazón se estrujaba con cada respiración.

Ya casi era momento de ejecutar aquel plan que había estado planeando arduamente. Definitivamente era cruel y estúpido. Un simple error podría costarle la vida, pero estaba dispuesto a arriesgar todo para volver a los brazos de su alfa. Sus delicadas manos temblaban mientras dejaba caer un par de gotas de medicina para dormir en un vaso de agua. Estaba vistiendo sólo una delgada bata de seda sobre su piel, el olor del celo que se acercaba ya llenaba la habitación. Lo que una vez consideró su peor maldición, ahora era su mejor arma para escapar.
"¡James, ven a la cama!" Gritó desde su lugar y esperó un par de minutos hasta que una enorme figura atravesó la puerta, le hizo sentarse y subió a su regazo, sabía que habría que distraerlo para que no notara el amargo sabor en el agua, por lo que mordió su labio un poco mientras lo miraba, abrió poco a poco su bata, dejándola caer al suelo. Ni siquiera pudo terminar su show antes de que ya tuviera el enorme cuerpo sobre él, presionándolo contra la cama, queriendo poseerlo. sus manos estaban atrapadas sobre su cabeza debajo de una de las enormes manos del mayor, quien usaba su otra mano para profanar la piel de los tiernos muslos del omega, los cuales nunca habían sido tocados por otro que no fuera Louis.
Cerró los ojos e intentó mantenerse quieto. Una pequeña sonrisa salió de sus labios cuando el mayor comenzaba a caer rendido al sueño. Sólo fue cuestión de algunos minutos para que los movimientos del mayor se entorpecieran, sus pestañeos ya eran más lentos.

Finalmente cayó dormido sobre su cuerpo, podía sentir su erección contra uno de sus muslos, sentía un tremendo asco. Rápidamente usó toda su fuerza para arrastrar el cuerpo del hombre mayor hasta su posición natural para dormir, subió sobre él y tomó una almohada. Sin dudarlo demasiado, presionó la almohada contra su cara, miró hacia el techo y cerró los ojos. En su mente estaba la imagen de su alfa cargando un bebé, en alguna playa de algún país muy lejano.

Louis le había prometido eso, le había prometido huir juntos. No más empresas, no más padres malos, no mas alfas que quisieran arrebatarlo de los brazos de su alfa. Sólo paz, paz suficiente para engendrar una familia, un patrimonio. Para ser felices el resto de sus vidas.

No se dio cuenta en qué momento el alfa había dejado de respirar, no le importaba. Se aseguró de acomodar la almohada suavemente debajo de su cabeza. Tenía que fingir que había muerto al dormir, por lo que se acostó a su lado, pasó uno de los fríos brazos del mayor por su cintura, entrelazó sus dedos con los de él y cerró los ojos. "Lo siento, no había otra manera. A veces hay que sacrificar cosas para ser feliz, a ti te hubiera sacrificado mil veces con tal de volver a mi hogar." Murmuró para sí mismo, un golpe de culpa había sacudido su ser, sin embargo no podía llorar, las lágrimas podrían delatarlo.

La mañana siguiente, pudo escuchar a las señoras del aseo llegar, tenía que esperar un poco más. El cuerpo de su acompañante ya estaba más frío que un hielo. Esperó un poco más, las señoras del aseo tenían que subir para escuchar sus gritos. Cuando escuchó los tacones de las mujeres, fingió que se levantaba, estiró sus brazos. "Amor, despierta. ¿James? James, estás helado, despierta." La angustia en su voz era realista, siempre fue un buen actor. "¡James, despierta! ¡No puedes dejarme solo, prometiste que estaríamos juntos siempre!" Las lágrimas en su rostro rodaban y rodaban, una tras otra, las chicas del aseo entraron corriendo. Harry saltó de la cama, y siguió sacudiendo aquel cuerpo muerto, como si de verdad le doliera, como si no quisiera rendirse. Llamó a la policía, llamó a una ambulancia, pero antes de nada llamó a Zayn Malik. Quien se apresuró a llegar. Él sabía sobre el plan, él lo sabía todo, incluso había ayudado a planear una estrategia. Él se encargaría de todo después de esto. Harry sólo quería irse a su hogar.

"Ya me voy, no quiero estar aquí." Murmuró tan bajo como pudo, sus manos temblaban, su celo se aproximaba y la casa estaba llena de alfas.

"¿Planeas irte con Louis tan pronto? Será sospechoso, lo meterás en problemas, está siendo investigado por lavado de dinero y por fraude, no necesita ser sospechoso de un homicidio. Yo te dije que me encargaría de todo, de convencer al forense de que diga que tuvo un paro cardíaco al morir, pero no puedes aparecer con otro alfa horas después de que este murió." Murmuró de la misma manera, intentando hacerlo entrar en razón. Harry asintió, Zayn lo llevó a su casa con la excusa de que el ambiente lo abrumaba. Harry no podía dejar de pensar, un pensamiento lo llevó a otro, la ansiedad en su ser crecía y crecía. Harry ahora era un asesino.

Lloró todo el día, lloró y llóró hasta quedarse dormido entre los brazos del alfa que intentaba consolarlo. Al día siguiente su celo ya se había ido, tantas emociones lo habían ahuyentado y no podía estar más agradecido por ello. Había tomado una decisión, una decisión difícil, probablemente la decisión más difícil que alguna vez tomó.

Iba a irse. Tenía que huir un tiempo.

Zayn entendió sus razones, lo llevó al aeropuerto, le compró ropa nueva, le compró maletas. Incluso le consiguió una casa en el país donde iría. Todo a cambio de nada. Al final Zayn seguía teniendo un pequeño enamoramiento en ese omega.

El vuelo ya iba a despegar, Harry ya tenía que irse. "¿Volverás?" Preguntó Zayn mientras sostenía las caderas del omega, pegándolo a su cuerpo. Harry no pudo responder inmediatamente, no quería llora. "Algún día" Logró murmurar mirando hacia sus zapatos. Zayn asintió, tomó su mandíbula y atacó sus labios en un beso lento. Era una despedida. El besó duró un par de minutos, Zayn no quería dejarlo ir, A Harry ya no le importaba nada, sólo quería desaparecer. "Lo siento, siempre quise hacer eso, necesitaba hacerlo aunque sea una vez" Río con melancolía.

Harry se fue, no sin antes hacer jurar a Zayn que no le diría a Louis a dónde había ido.

"Algún día volveré por ti, alfa." Murmuró para sí mismo mientras el avión despegaba.


FIN

Dark DaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora