Dicinove

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Louis no lo había planeado así, claro que no. Él jamás lo había querido así y ahora estaba muy jodido. No sabía cómo había pasado, no sabía que su alfa podía encapricharse tanto con un omega. Ahora se encontraba soñando con sus bonitos labios, sus brazos estaban envueltos de manera posesiva en el omega que dormía profundamente.
Louis estaba asustado, quería a Harry más de lo que pensaba, quería tenerlo todo el día. Ir a la oficina era una verdadera tortura, se ponía muy ansioso y el olor de las otras omegas lo hacía querer vomitar. Inclusive había optado por llevar una camisa de Harry al trabajo para poder olfatearla cuando se sintiese demasiado nervioso. Lo peor era que eso funcionaba.
Amaba ese maldito olor a lavanda.
Y amaba más al dueño de aquella fragancia que lo había cautivado.

Tal vez no lo quería tanto como pensaba, intentaba tranquilizarse con esa idea, tal vez se sentía así sólo porque su celo estaba más cerca que nunca. Sus dedos recorrían los muslos desnudos del omega con lentitud, sintiendo cada centímetro de piel. Le había dado su nudo a Harry otra vez esa noche.

"¿Louis?" Harry comenzó a removerse entre sus brazos al escuchar algunos murmullos que salían de los labios del alfa. Se giró entre sus brazos para estar cara a cara y le dio una sonrisa dormilona. Louis sintió que podía morir.

"Bebé, vuelve a dormir. Son las tres de la mañana." Murmuró y se tomó la libertada de recorrer las elegantes curvas que adornaban el cuerpo del rizado. Todo eso estaba muy jodido, Harry era casi diez años menor, apenas rozaba los veintiún años mientras que él llegaría pronto a los veintinueve.

"No debiste despertarme, ahora no volveré a dormir." Rió con sutileza y miró al alfa, los segundos en los que sus ojos estaban conectados se sentían eternos. Harry se estiró un poco y besó los delgados labios del castaño, se giró nuevamente. "Cambié de opinión." Cerró los ojos y se acomodó entre los brazos del alfa, su calor lo envolvía completamente y eso le provocó que conciliar el sueño fuera fácil.

El día había llegado nuevamente, Harry bajó primero para tomar su desayuno con tranquilidad, sonrío a las empleadas mientras ellas le preguntaban todo sobre ser el omega de Louis, al parecer ellas tenían un enamoramiento secreto con su jefe.

"Cuéntenos todos los detalles, señor Styles." Murmuraban de manera animada mientras tomaban asiento a su lado.

"Hm, no sé qué podría decirles, es un alfa como cualquier otro." Harry reía suavemente y bebía del chocolate caliente que le habían preparado. "Es agresivo, posesivo, territorial, ambicioso, celoso, manipulador, etcétera." Suspiró con cansancio y terminó de beber su chocolate.

"¿Aún no lo marca?" Murmuró una de las chicas intentando ser discreta, ya que preguntar algo así era muy íntimo. No quería problemas con su jefe por ser atrevida. Harry soltó una fuerte carcajada y talló su rostro.

"Antes muerto que con marca." Encogió los hombros ante las miradas de asombro de las dos chicas frente a él. El rizado creía que la marca era estúpida, sobrevalorada y una obligación para un omega; para Harry ser marcado era inimaginable, sería dar lo que quedaba de su libertad, doblegar su espíritu, someterse a servirle a un alfa. Para las otras dos omegas era un sueño, una prueba de amor verdadero, algo que les aseguraba una buena vida y un buen alfa.
Su conversación tuvo que terminar ahí, debido a que Louis había despertado y deseaba tomar el desayuno en ese momento, se sentó junto a Harry y acarició sus rizos.

"Buenos días, rizado." Murmuró con voz ronca, Harry le dedicó una rápida sonrisa y le pidió a Betty que le llevara un vaso con jugo de mandarinas frescas. La chica asintió con rapidez y salió al jardín en busca del árbol de aquel cítrico. "Mi celo empieza en aproximadamente dos días, Tessa, dile a Betty y a las demás omegas que tienen el resto de la semana libre, no quiero mil omega en celo por mi culpa." Habló el alfa entre risas para después pellizcar la suave mejilla del menor. La chica rió y asintió con una gran sonrisa.

"¿Vas a ir a la oficina hoy, Lou?" Harry se giró para verlo mientras llevaba un pedazo de pan de ajo a sus labios, sus codos estaban sobre la mesa, su cabello se veía desordenado y sólo vestía una camisa del alfa.

"Sí, Harry." Habló con cansancio y suspiró, verdaderamente desearía poder quedarse con su tesoro todo el día, pero el deber lo llamaba y tenía que poner las responsabilidades ante todo.

"Iré contigo, voy a vestirme." Sin decir más, Harry se levantó y corrió a su habitación para poder vestirse con algo más formal que la camisa de Louis.
(...)

Louis estaba agotado, Harry estaba aburrido a más no poder y había tensión en el aire, llevaban ocho horas en aquella oficina. Louis hacía algunos ajustes financieros y revisaba alguno asuntos légales, mientras que Harry sólo lo miraba y daba vueltas en la silla. Aún faltaban cuatro horas para volver a casa.

"Señor Tomlinson, la señorita Campbell vino a verlo nuevamente." Ambos chicos se tensaron al escuchar ese apellido, Louis recordó que la había citado para dejarle en claro que no la necesitaba más. Harry sintió un golpe a su ego.

"Hazla pasar." Murmuró distraído mientras guardaba los últimos archivos en un cajón, después miró a Harry y suspiró. "Sal de mi oficina, Harry." Corrió su silla hacia atrás para acompañar—Empujar, mejor dicho—a Harry hasta la puerta.

El omega no tenía palabras, quería gritarle, pero simplemente empujó al alfa y gruñó. "No me toques." Murmuró con odio y se sentó en la pequeña sala de estar, su ceño estaba fruncido y en su mente había mil ideas de cómo asesinar a ese alfa estúpido. Rodó los ojos al ver a una chica castaña vestida en un vestido tan apretado y corto que Harry juraría que se rompería en cualquier momento. Sus piernas eran largas y torneadas. El menor no pudo evitar sentirse ligeramente apenado de sus muslos carnosos y nada firmes, al igual que de ese pequeño rollito que se formaba en su vientre cuando se sentaba.
Vio a la chica entrar, la puerta se cerró y no escuchó nada más hasta después de una hora completa. Los gritos de la chica comenzaron a llenar la planta superior, sollozos y un llanto amargo los acompañaban.

"¿Sabes qué está pasando ahí?" Murmuró Harry a la chica que estaba en el mostrador a su lado. La chica suspiró profundamente y bajó de su silla para sentarse junto al rizado.

"Ella está profundamente enamorada de Louis, le dije que era una terrible idea enamorarse de alguien que sólo la usaba como muñeca inflable, ella estaba intentando quedar embarazada del jefe para poder atarlo a ella, pero él nunca estuvo interesado, Danielle estará destrozada cuando sepa el porqué del repentino abandono de Louis."  Murmuró y acarició la espalda de Harry con delicadeza.

Harry asintió. Sus piernas fueron tan rápidas como la luz al escuchar el pestillo de la puerta ser girado para abrir, la perilla bajó y la puerta se abrió, una enojada chica castaña fue directamente hasta él, tomó su cabello y lo tiró al suelo, Harry respondió la acción con un golpe en el estómago que la hizo trastabillar y casi caer, sin embargo la chica subió sobre él y comenzó a golpear su rostro mientras lo maldecía, Harry respondía cada golpe con uno peor en cualquier parte del cuerpo ajeno.
Danielle cayó al suelo después de una fuerte patada por parte de la secretaria.
Había sangre en su ropa, en su rostro y en sus manos, La voz de Louis llamándolo era apenas un susurro. Tardó varios minutos en salir del estado de shock, se levantó con ayuda del alfa y le sonrió de lado.

"Mira cómo te dejó esa zorra." Murmuró avergonzado mientras tocaba el lastimado rostro del omega, besó su frente y tomó su mano mientras lo guiaba hacia el estacionamiento, sólo querían ir a casa y consolarse mutuamente. "Quédate aquí, amor, vuelvo en un momento, iré por el auto." Murmuró el alfa antes de irse, Harry asintió aún aturdido, miró una sombra a lo lejos, su mirada no enfocaba correctamente aquel objeto en movimiento, entrecerró los ojos, pero fue muy tarde cuando supo de quién se trataba.
Danielle estaba frente a él, en sus ojos había dolor y furia, en su mano una daga.
Uno... dos... tres... Y después todo estaba oscuro.
                                 ***
HOLAAAAA.
PERDÓN POR NO ACTUALIZAR, ENTRÉ A LA PREPA Y EL ESTRÉS YA ME ESTÁ MATANDO.
ESPERO QUE LES GUSTE EL CAPÍTULO.
VOTEN Y COMENTEN POR FAVOR.

Dark DaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora