Venticinque

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¿Cómo le diría a su madre que eso en su vientre sólo era un montón de corrida?
Miró a Louis con terror, pero la mirada del alfa estaba perdida en las manos de la omega acariciando el vientre del rizado.
"Harry no está embarazado, señora Styles." Habló Louis con un tono ligeramente apagado, tomó la cintura del castaño y besó sus labios con cuidado. "Sólo pasamos mi celo juntos, y..." No hubo necesidad de seguir. Anne había entendido completamente. Alejó sus manos del vientre del chico e hizo una mueca de incomodidad.

"Como sea, te extrañé mucho, ricitos." Murmuraba la mujer mientras llevaba a la pareja a la mesa de la cocina, el alfa siguiendo al menor, y sus manos envueltas en su cintura. Su teléfono sonó, Harry dio un pequeño salto, Louis río y Anne casi se cayó de la silla.

"Hazz, tengo que ir a la oficina. Quédate con tu madre y volveré por la noche para llevarte a casa." La llamada había terminado y un pequeño indicio de preocupación por parte del alfa llenó la mente del omega.
El rizado asintió y envolvió sus brazos en el cuello del mayor, se estiró un poco y besó sus labios delicadamente. Realmente iba a extrañarlo, aunque sólo se fuera por algunas horas. El castaño correspondió el beso y le sonrió.

"Te quiero ricitos, ¿lo sabes?" Sus manos pellizcaron las suaves mejillas del menor, quien no pudo contener una sonrisa y un fuerte sonrojo. Louis ya había olvidado que tenía que irse inmediatamente y Harry había olvidado que su madre estaba ahí.

"Yo te odio, alfa tonto." Sonrió y se estiró una vez más para darle un suave pico en los labios, sus manos se negaban a dejarlo ir, no podía soltarlo, ninguno de los dos podía. Harry respiró profundamente y lo soltó.

El alfa salió y condujo a la oficina, su sonrisa era enorme y todos pudieron notarlo. El ambiente era magnífico, todos parecían ser inmensamente felices. Louis subió a la oficina, entró y su sonrisa murió al ver a la chica que lo esperaba en su silla.

"Danielle..." Murmuró con rabia, cerró la puerta y se acercó a la chica. Sus manos fueron directamente a su garganta, no estaba pensando, sólo actuaba conforme sus instintos ordenaban.

"Harry..." Balbuceaba mientras intentaba apartar las grandes manos de su garganta. "Morirá si me matas." Sus balbuceos apenas eran entendibles, pero la sangre del alfa se congeló cuando descifró sus balbuceos. Soltó su garganta y gruñó.

"¿Qué jodida mierda quieres, Campbell?" Su voz impregnada de asco resonaba en la cabeza de la omega, el castaño sacó un pequeño papel de un cajón en su escritorio, escribió su nombre y firmó al final. El papel cayó frente a la mirada de la chica. "Ahora vete."

"¿Un cheque en blanco?" Río la chica mientras sus delgados dedos partían el papel por la mitad, los pedazos caían, y su sonrisa crecía cada vez más. "Lo que quiero está en tu casa, vamos."

No esperó respuesta, se levantó de la silla y tomó el brazo del alfa con fuerza, lo jalaba con fuerza y sus dedos estaban completamente aferrados a él.
Después de mucho forcejeo logro llegar a su auto, le indicó que subiera o algo malo le pasaría al omega rizado.

El camino a casa fue terrible, Louis le ofreció a Danielle desde varios millones de dólares hasta el cuarenta por ciento de las acciones de su compañía, ella decía que quería algo mejor. Louis maldijo mil veces a esa chica, bajó del auto al llegar e intentó seguirle el paso por su propia casa, quería asegurarse de que no envenenara la comida o algo. Sin embargo, la castaña se detuvo en su habitación, entró y comenzó a desvestirse.

"¿Qué haces?" Gruñó cuando la chica, ahora en ropa interior, intentó quitarle la camisa. Se alejó y negó. "Tengo omega, y lo voy a morder esta noche." Rió con sorna.

"No quiero follar, sólo quiero estar un par de minutos en la cama contigo, después me iré para siempre, lo juro por mi padre." Habló sin ese tono de superioridad.
Louis gruñó y se quedó sólo en ropa interior, entró a la cama y le dió la espalda. Tendría que comprar nuevas sábanas para que Hazz no sintiera ese olor a otra omega.
La chica entró a la cama, giró un poco entre las sábanas y río suavemente. Olía a alegría y a felicidad pura, pero al alfa le daba asco ese olor. Cerró los ojos, tal vez podría aprovechar ese tiempo para dormir un rato,  y así no tendría que hablar con esa mujer.

Cuando Danielle lo vio durmiendo supo que era hora de actuar, terminó de desnudarse y tiró su ropa lejos, hizo lo mismo con el alfa, se acomodó a su lado y tomó un par de fotografías donde claramente se podía ver el pecho desnudo de Louis, y algunas partes de su habitación.
Navegó por sus contactos, hasta que finalmente encontró el que buscaba. Abrió los mensajes, envió las fotos junto a un pequeño mensaje.

"Yo gano. x"

(...)
Estaba hablando con su madre sobre la posibilidad de darle un hijo a su alfa, ella quería eso más que nada, pero Harry no estaba seguro.
"Hazz, sólo es un bebé. Quiero que tengas una familia." Repetía la omega con una voz suave.

"Mami, Louis tiene mucho trabajo en la oficina, no tiene tiempo para cuidar a un omega embarazado y después a un bebé." Río alegremente, sin embargo el inconfundible sonido de su teléfono lo sacó de la conversación. Seguramente era Louis que estaba aburrido, o algo.
Sus dedos se movieron lentamente al ver que era un número desconocido, entró a los mensajes y su respiración se detuvo.

No dió explicaciones, no dijo nada. Simplemente se levantó de su asiento y salió de la casa, subió a su auto y pisó el acelerador a fondo. Los segundos pasaban y su mente lo estaba torturando, no podía ser cierto. Louis lo quería. No le haría eso. Sólo hizo seis minutos en el transcurso a su casa, cuando el tiempo normal era de quince minutos. Era sorprendente que no hubiera estrellado su auto.
Danielle escuchó la puerta abriéndose, después el golpeteo de botas en la escalera. Rápidamente se colocó sobre Louis, sus caderas iban de arriba a abajo, como si estuviese montándolo. De sus labios salían gemidos agudos y fuertes, tan fuertes que Louis se despertó.
"¿Qué jodida mierda estás haciendo?" Gruñó y colocó sus manos en las caderas de la omega para quitársela de encima, pero ya era tarde. La puerta se abrió y el rizado entró. Louis sintió un escalofrío helado bajando por su columna. En sus ojos había dolor y en su piel el olor del odio llenaba cada centímetro. No sabía qué decir, empujó a la omega al suelo, se levantó rápidamente y se colocó su ropa interior antes de correr hacia el rizado que iba a salir de la habitación.
"Hazz, no es lo que tú crees." Habló
torpemente el alfa mientras envolvía sus brazos en el omega rizado. La desesperación lo bañaba por completo.
Harry río, negó y se removió en sus brazos en un intento de liberarse.

"¡¿Por qué con esa perra, Louis?!" Gritó Harry mientras empujaba al alfa, sus ojos estaban llenos de lágrimas y había un agujero en su pecho que se expandía cada vez más. Corrió a su antigua habitación y tomó una de sus maletas, metió todas las prendas que entraron en ella, tomó la pequeña tarjeta que había guardado al fondo de su cajón y suspiró. Iba a vengarse.
                                 ***

Perdón por la tardanza, la escuela me está consumiendo horriblemente. Las buenas noticias son que tengo un mes de vacaciones desde el 15 de Diciembre, las malas son que ya casi termina esta bella historia. Ahre.

Dark DaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora