1:¿Quién es?

4K 350 95
                                    

~Mark, Mark, Mark. Podía escuchar mi nombré a lo lejos, llamaban constantemente.

-¡Mark! ¡Despierta niño!.

La voz de mi padre me hizo regresar del sueño y los constantes golpes que sentía en mi pierna me hicieron despertar.

Aún con mi vista borrosa pude visualizar a mi padre parado al pie de mi cama.

-¡Vaya hasta que despiertas!.

Cuando mi vista se aclaro, pude ver que en sus manos sostenía una de mis almohadas, ¿eso era lo que sentía en mi pierna? Me estaba pegando con una almohada.

-Llegaras tarde. Tu madre te espera abajo.

-Enseguida voy.-mi voz estaba ronca aun por el sueño, me quite las mantas de encima, y baje de la cama.

Mi padre salió dejando la almohada devuelta en su lugar.

Tome mis cosas y me dirigí al baño, para tomar una ducha rápida.

Salí ya vestido, con una toalla en mi cabeza, coloque mis vans negras. Cuando mi pelo ya estaba lo suficientemente seco comencé a peinarlo. Tome mi mochila y baje al comedor.

Mi madre desayunaba junto a mi padre, y un asiento libre para mí, donde había un tazón de cereal.

-Hola.-salude.

-Come o llegarás tarde.

Solo éramos mi madre, mi padre y yo en aquella gran casa. Mis hermanos estaban en Estados Unidos; en nuestra casa.

Nos habíamos mudado hace seis meses, mis hermanos se opusieron a la decisión de venir a un nuevo país así que no vinieron con nosotros.

Yo sinceramente quería conocer otra ciudad empezar de cero en una escuela, empezar de cero en la vida, y mas que nada para olvidarme de él.

-¿Estuviste hasta tarde en el celular?.-pregunto mi madre observándome.

-No.-bebí de mi jugó.

La verdad era que sí, me había quedado hasta tarde con el celular, y todo fue por culpa de bambam. El tono de sus mensajes no dejaba de sonar, y a lo ultimo me quede esperando su respuesta la cual nunca llegó, pero si había visto mensaje.

Tome mi celular que estaba en la mesa y el reloj marcaba las 7:50am. Tenia diez minutos para llegar. Tome el tazón y lo lleve hasta mi boca para terminar más rápido.

Tome el celular y lo metí en la bolsa de mi pantalón, tome mi mochila que estaba en el suelo y sólo dije un "Nos vemos al rato" desde la entrada de la casa.

Corrí por el vecindario, la escuela no estaba lejos pero si caminaba seguro no llegaría.

Cruce la calle, mire a ambos lados y volví a cruzar.

Estaba a media calle cuando el pitido de algo me hizo voltear, una motocicleta se acercaba a mi demasiado rápido, mis piernas no me respondían estaba paralizado.

Solo pude cerrar mis ojos esperando el golpe. Pero...nada, nada paso.
Abrí mis ojos lentamente, para ver a un tipo sentado arriba de la moto color negra. El tipo también vestía de negro.

Su cascó me impedía ver su rostro.

-Lo siento.

El alzo la ventanita de su casco.

Sus ojos eran muy rasgado y tenia dos lunares arriba de su ojo izquierdo.

-¿Quieres morir? ¿Porque no te fijas antes de atravesar la calle? Pude no haber frenado. Pude haber ido a la cárcel por tu culpa idiota.

-Lo siento ¿si? Ya me disculpe. Y solo para que sepas si me fije antes de cruzar, tu eres el que salió de la nada... Oye.-solte un suspiró. -Lo lamento, pero se me hace tarde, adiós.

Volví a retomar mi camino, saque mi celular y solo me quedaban cinco minutos, ya con esperanzas de no llegar guarde de nuevo mi celular en mi pantalón mientras seguía caminando.

-¿A que escuela vas?.-preguntó el chico de la moto.

-A una no muy lejos de aquí.-contesté sin dejar de caminar y sin mirarlo.

-¿Te llevó?

¿Qué? Primero es grosero ahora se ofrece a llevarme a la escuela, además es un extraño.

-No gracias, puedo caminar hasta allá.

-Te quedan cuatro minutos.-comentó mientras en su moto manejaba a un lado mío.

-No, gracias.

-Tres y contando.

Pare y respire profundo, solo había dos opciones, llegar a la escuela a tiempo, o no llegar por haberme subido a su moto y que me haya secuestrado.

[...]

-¡Espere¡ ¡espere!-corrí hasta la entrada de la escuela que ya estaba siendo cerrada por el vigilante.

Cuando logre entrar le grite al chico un "Gracias" desde adentro el solo asintió y encendió su moto para irse.

El toque para empezar las clases estaba recién dado así que estaba a tiempo.

Camine rápido por el pasillo. Entre al aula y me senté junto a bambam, mi mejor amigo.

-¿Se te pegaron las sabanas?.-comentó bambam en tono burlón.

-¿Si ti pigarin lis sabinis?.-lo imite.-Tal vez, pero fue tu culpa, si no me hubieras hablado hasta tarde abría llegado temprano. Además de que estuve esperando tu tonta respuesta que nunca llegó ¿Por qué no contestaste?

Bambam agacho su cabeza.

-¿Te quedaste dormido?

Negó con su cabeza.

-¿Entonces?

-Bueno...-alzo su rostro para mirarme.-Cuando estaba a punto de contestarte se me resbaló de las manos y termino debajo de la cama, y...me dio miedo sacarlo, y ya no conteste... ¡Pero hoy en la mañana lo saque y aquí esta!.-dijo mostrándome su celular, casi poniéndolo en mis narices.

-Señor bhuwakul, ya sabe su lugar.

La profesora entró, y bambam rodó los ojos.

-¿Crees que algún día se le olvide?

-Lo dudo, no creo que olvide el balón en si cabeza.

Bambam había tenido la suerte de pegarle a la profesora en la cabeza. Jugaba en el pasillo cuando aventó el balón en mala dirección dándole a la profesora. Desde entonces bambam se sienta al lado del escritorio, y es la única profesora que lo llama por su apellido, además de ser la única que sabe pronunciar su nombre completo, los otros maestros prefieren llamarlo bambam.

Pobre bambam, se sentara ahí hasta finales de curso.

Es Ilegal [Markbum]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora