Todo continuo de la forma normal, nada fuera de lo común, sólo era yo con mi nerviosismo casi saliéndome por los poros.
No puse atención a las clases pues mi mente divagaba fantasías con JB.Cualquiera que dijera una palabra, yo lograba sacarle un doble sentido, que luego hacia que mis piernas hormiguearan y las manos me sudaran. Siempre había fantaseado con la primera vez con un hombre guapo aunque, el hombre con el que estaba nunca tenían rostro pues no me cabía algo en la cabeza con la cual yo pudiese tachar la palabra "guapo" en mi lista de expectativas, pero joder, JB vino a romper aquella lista para después darme con ella en el rostro, el hombre era único, tal vez su temperamento sea su defecto pero puede controlarse.
Aunque la "primera vez" nunca la vi importante siempre la imagine en mi cuarto, de madrugada y con temor de que mis padres me escucharan, podía decir que era como una fantasía sexual.
Las horas siguieron y siguieron. Cuando me di cuenta sólo faltaban unos minutos para que el toque de salida sonara. Cuando este sonó todos salieron menos yo. Estaba solo sentado en mi pupitre.
—¿Qué sucede?.–pregunto bambam, quien agradecía que no se hubiese ido.
—Estoy nervioso.
—¿Hablas en serio?.–asenti.—Mark, ayer fui a tu casa y ya estaban a punto de follar.
—No sabía que eso pasaría fue el momento, pero ahora que tal vez se que eso pasará me pongo nervioso.
—Oye.–jalo mas su asiento para estar cerca mío. —Si no quieres no tiene por que obligarte. Si algo pasa, me llamas y sabes que iré por ti. ¿Si?.–asenti.
—Gracias.
—Bien, ahora vámonos o nos encerraran aquí. –rio para después rodearme el cuello con su brazo. Cuando salimos ya pocos estudiantes seguían caminando de un lado a otro. Pude ver a JB recargado en su auto. Bajamos las escaleras de la entrada, y bambam me llevo hasta él.
—¿Qué tal?.–le saludo.
—Hola.–Dijo JB.
—Cuida del pequeño Mark ¿si?.–puso mu mano en mi espalda para acercarme a JB. Este sólo lo miro y asintió. —Bien, si le pasa algo sera tu culpa. –le dijo amenazante —¡Adios!.–grito con alegría para después irse.
—¿Tu guardaespaldas?.–preguntó con cierta burla.
—Es...olvidalo.
Ambos subimos a su auto y poco rato después volví a cruzar por aquella carretera de terrasería, donde en aquellas dos ocasiones siempre la había visto de noche y la hacia ver espeluznante pero las cosas eran diferente de día.
Cuando comenzaba asomarse la zona de las casa, JB se desvío antes de llegar para subirse a la terraseria donde al lado había una gran casa de dos pisos, algo rústica, ya que el pórtico era de madera pero se veía en buen estado, casi dándole un toque a cabaña, ya que era la única casa apartada de las otras.
Me indico que bajaramos, me tomo de la mano. Subimos los escalones de entrada y abrió la puerta.
—Chicos.–llamo. Ahora varios pares de ojos estaban sobre nosotros.—Él es Mark. Mark ellos son mis amigos, él es hoseok.–a él lo recuerdo, fue el que se ofreció a llevarme a mi casa pero su licencia estaba cancelada. —Él es sehun.–un tipo bastante guapo y de cabello negro.—Yoongi, el amor de esta casa.
—Pudrete.–le contesto el chico que era bastante pálido.
—Continuo, él es jinyoung, mi mejor amigo y es como nuestra madre...y...
—¡Mark!.–escuche una voz familiar que me hizo voltear.
Jaebum
Escuché la voz de peniel gritando el nombre de Mark, este volteo y enseguida fue abrazado.
—Y el es peniel, Ya lo conoces.–susurre.
—¿Qué haces aquí? ¿Pense que ya no te volvería haber?.–le preguntó.
Y si sigue así yo mismo me encargare de que no lo vuelva a ver, incluso no volverá a ver nada.
Mi celular comenzo a vibrar en mi pantalón, al parecer mark hablaba muy animado así que fui a contestar. Entre a la cocina para tener privacidad.
—¿Hola?
—Hola, jaebum.–esa voz.
—¿Jae?
—Asi es.
—No esperaba tu llamada ¿Qué sucede?.
—¿Estas ocupado?
—Un poco.–si, en este momento debería estar tratando le alejar a Mark de peniel.
—Pensaba en ir a verte. Hace poco que regrese.–se escuchó lo triste en su voz.
—Estare ocupado el fin de semana bebé, me voy a Goyang, pero que te parece el lunes, seré todo tuyo.–maldición, nunca me paso por la cabeza volver a ver a jae.
—Esta bien, te veo el lunes.
—Adios, bebé. –colgue la llamada para regresar donde estaban todos. Mark seguía hablando animadamente con peniel y eso me hacia enojar.
—Mark.–llame y el volteo a verme.—Puedes dejar tus cosas en mi habitación, asintió. Estoy seguro que peniel ya se imagina porqué estaba aqui, pero aquello fue como patearle las bolas. "Mi habitación, porque va a dormir conmigo, porque va a coger conmigo, porque me va a besar a mí, porque va abrir las piernas para mí ”.
Tomo sus cosas y me siguió hasta a mi habitación donde dejo sus cosas sobre la cama, después de pasar cerré la puerta detrás de él.
—Gracias.–dijo. Comenzó a ver a su alrededor.—Bonito cuarto.
—Gracias.–Por mi mente pasaba la idea de decirle que no se acercara más peniel.
No te acerques a peniel, no te acerques a peniel, no te acerques a peniel. pero de mi boca sólo salió..:—Me hace feliz que hayas aceptado venir.Mark.
Después de lo dicho, Comenzó a besarme de forma lenta donde nuestros labios encajaban perfectamente. Me tomo de las caderas estrellando su pelvis con la mía, en un acto rudo y posesivo, acarició mi espalda, sus manos fueron de mi espalda hasta mi trasero, donde apretó levemente. Le rodee el cuello con mis brazos, me tomo de las piernas para alzarme yo rodee su cintura con mis piernas, escuche voces haciendo ruido pero no le tome importancia cuando note que el silencio de la habitación ya no existía. Abrí los ojos Encontrándome con un chico de cabellos rubios y lentes.
Oh, no es cierto.
—Jaebum, estas aquí. –solto entre palabras y sorprendido viéndonos a ambos. Ya JB me había bajado.—Lo siento, no quería interrumpir.
"Pero lo hiciste" aun no me explicó qué hace aquí, ellos dos habían terminado, o eso decía la nota que robe aquel día.
—Jae, ¿qué haces aqui?.
—Vine a ver a los chicos, ya que dijiste que no estabas, pensé en pasar por aquí y esperar hasta el lunes.
Maldición, por qué no entiendo nada.
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Es Ilegal [Markbum]
FanfictionLo prohibido es mejor... • Historia original • No copias, ni adaptación •No romantizar los malos actos