29.¿Ayuda?

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—¿Vas ayudarme?

—¿Qué gano yo con esto? ¡Además! ¡¿Qué se supone que haría?!

—Sólo tienes que decirme el número y letra de su aula.–susurro.

Se queda en silencio viéndome a los ojos, mientras yo alternó los míos para ver cada uno de los suyos.

—Sí. –susurra en voz suave.—Esa misma mirada tiene Mark. Como si estuvieran pidiendo ayuda a gritos.–agrega.

—Por favor.–suplico

—¿Cuánto tiempo te tomo darte cuenta?–no estoy seguro de su verdadera intención al hacer esa pregunta pero una pequeña sonrisa se extiende en sus labios.

—Dos días.–confieso.

—Vaya fue rápido.

[...]

Observó a kunpimook tocar la puerta mientras violeta a verme en un fugaz movimiento. La puerta se abre y un hombre de traje y unos anteojos se asoma. El chico entra a su aula sin decir nada.

—¿Qué tal? yo...

—¡Oh! ¿Es el maestro sustituto?–asiento velozmente antes de otra cosa.—¡Que bueno que llega! Me ha salvado, tengo una junta justo ahora. Venga, entre.–el hombre se aleja y me obligo a seguir sus pasos. No soy capaz de voltear y buscar a Mark o siento que todo se arruinaría.—Sólo tiene que vigilarlos por un rato, tienen actividad que hacer.–el hombre se apresura a guardar sus cosas dentro de su bolso.—Eso es todo. Muchas gracias.–estrecha su mano antes de irse.

Tomo asiento que en la silla el escritorio, y miro a todos lados en busca de Mark.
Pero no lo hallo. Solo puedo ver a kunpimook sentado solo en la parte trasera del aula.

Comienzo a pensar que sólo me ha traído aquí con pera pena pero Mark no asistió hoy. Pero tengo que intentar buscarlo.

—¿Disculpe?–salgo de mi trance cuando un chico me habla a mi costado. —Tengo dudas en este problemas, no se sup...–le corto antes de terminar su frase.

—Chico, no tengo idea. Reprobe  la preparatoria.

—Am, de acuerdo, gracias.–hay duda en su voz pero de igual manera regresa a su lugar.

Pego mi frente al escritorio y suspiro un par de veces antes de alzarla de golpe.

—Mark Tuan. Te necesito al frente.–Las miradas van hacia el fondos del aula y eso sólo deja al descubierto que si ha venido. —Mark.

Mark

—Maldición. –tengo mi cabeza recargada al pupitre escondiéndome desde que lo vi entrar.

Le he preguntado a bambam qué demonios estaba haciendo aquí y el por qué llegó con él, pero sólo dijo que lo ha encontrado y lo amenizó.

—Mark, tienes que ir.

—¿Qué? claro que no, ¿Estas loco?–susurro.

—Si no lo haces pensarán que estas desobedeciendo a un superior.–susurra al igual que yo.

—Que se joda.

—Mark Tuan.–escucho nuevamente su llamado.

—Maldición, bambam. Por favor haz algo.–me mira frunciendo sus cejas y por fin mira al frente.

—Él, está...esta dormido.

—Oh. De acuerdo...–Genial.–Ire yo, entonces.– no es posible.

Es Ilegal [Markbum]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora