Sus manos hechas puños recorrieron mis hombros hasta envolverse en mi cuello, lo atraje más hacia mi cuerpo. Con mi mano derecha rodee su cintura, deslice mi mano izquierda desde su cintura hasta llegar a su trasero, donde apreté una de sus nalgas.
Sentí como pequeñas rocas caían por mi espalda hasta estrellase con el piso. Había soltado los caracoles. Lo supuse ya que los dedos de su mano se enredaron en los cabellos de mi nuca. ¡Maldición! Enterré mis dedos en el agarre de su cintura. No podía perder el control ¡No aquí! Le tengo demasiadas ganas a este niño.
Regrese mi mano a su cintura para separarlo de mí. Él me miro algo confundido pero sin ninguna pizca de vergüenza. La puesta de sol ya comenzaba a ponerse.
—¿Qué dices si buscamos una palapa para que puedas limpiarte mientras esperamos a minghao?.–asintió. Me agache a tomar sus zapatos.
Él caminaba por el agua mientras, yo por la arena a unos cuantos metros de distancia.
Cuando llegamos nos sentamos. Tomó sus zapatos y se fue nuevamente al mar. Para poder ponérselos sin que sus pies se volviesen a ensuciar. Llame a minghao mientras Mark seguía en el agua.—Niño, ¿muy ocupado?
—Acabo de terminar, estaba tomandome mis cinco minutos.
—Perfecto, puedes venir a la playa, estoy en la zona de las palapas.
—Llegó en cinco.
[...]
Después de aquellos cinco minutos llegó minghao. Nos llevo hasta la casa de Mark.
Mark bajo del auto y se acercó a la ventana del copiloto donde estaba yo.—Gracias por la tarde.–me sonrió y se inclinó para besarme. ¿Qué esta pasando? Por qué estas repentinas acciones de confianza en él. ¿Qué pasaba por su cabeza?
—Prometo avisarte para la otra.
—Claro. ¡Adiós minho!.–se despidió Mark alegremente de minghao. Cuando este se perdió en la entrada de su casa no pude evitar reírme.
—¿Minho?.
—Perdonalo, se equivocó, es americano que esperabas.
—Lo perdono, pero dime qué fue todo eso. ¿Él es tu asunto pendiente? ¿estan saliendo?.–el auto ya estaba en movimiento rumbo hacia la carretera.
—Si y no. Es...temporal.–dije arrugando mi nariz.
—Tu no cambias.–obseve por el rabillo del ojo, como negaba con la cabeza y con una sonrisa en el rostro.
Una vez llegamos a la fraternidad, minghao se despidió de mí y se fue. Entre a la casa que se encontraba vacía. Llegue hasta a mi habitación donde me deje caer boca bajo en esta.
[...]
Era lunes por la mañana el reloj suspendido en la pared del aula marcaba las ocho con dos minutos. Dando inició a dos clases de física antes del descanso, para torturarnos con tres horas de cálculo cuando regresaramos a clases.Me encontraba haciendo garabatos en la ultima hoja de mi libro. Bambam estaba a un lado mío mensajeando con minghao. Ambos compartíamos escritorio y éramos los últimos de una de las filas, así que los demás podían tapar nuestra falta de atención en clase. Escuchaba parlotear al profesor pero no entendía lo que decía. Mi celular comenzó a vibrar en la bolsa de mi pantalón. Cuando lo saque en la pantalla apareció el anunció de Número desconocido. No sabía quien era, tal vez una emergencia de mi madre o tal vez mi padreo, inclusive mis hermanos con algún teléfono nuevo. Así que conteste.
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Es Ilegal [Markbum]
أدب الهواةLo prohibido es mejor... • Historia original • No copias, ni adaptación •No romantizar los malos actos