3.¿Tú de nuevo?

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Fingí irme temprano a la cama.
Aveces me odiaba por ceder tan rápido.

Y ahora tenía que ir a una fiesta que no quería, pero bambam era mi mejor y único amigo no quería dejarlo solo.

Tome un baño, y a las once de la noche me encontraba sentado en mi cama solo esperando la llamada de bambam.

Por alguna razón me sentía nervioso.
Creo que nunca había cometido una estupidez como la que estaba a punto de hacer.

Para las once y media de la noche, una llamada entrante de bambam hizo que me asustara.
Baje por mi balcón y me subí a su auto.

—Gracias por venir.

—Si,si solo conduce. –tuve que bajar la ventanilla para que el aire fresco entrara ya que me sentía asfixiado.

Llegamos a las afueras y no pude evitar sostener el cinturón de seguridad con fuerza. La carretera estaba oscura. Sólo era pasto seco, un desierto para ser claros  y las luces del auto no eran suficientes para alumbrar gran parte.

Poco a poco empecé a escuchar el zumbido que la música a lo lejos. Algunas casas quedaron atrás cuando por fin llegamos a la dichosa fiesta.

La música estaba realmente alta para mí, pero a bambam parecía disfrutarlo, la gente pasaba por enfrenté de nosotros, algunos nos saludaban y otros simplemente seguían su camino.

Bambam tomo de mi brazo para llevarme adentro. En el momento de poner un pie dentro, el olor alcohol, sudor y cigarro mezclado con muchas cosas mas me golpearon e inmediatamente sentí calor de estar rodeado de un mar de personas.

Ya me sentía asfixiado en la escuela, ahora aquí sentía que moriría. No podía estar en un lugar donde hay demasiada gente. Tenia que salir del salón principal.

Así que le advertí a bambam que estaría en el patio trasero, él solo asintió, mientras seguía fascinado con la gran casa. O mejor dicho mansión.

Me abrí paso entre la multitud, y llegue a la puerta corrediza de cristal.

No había muchas personas fuera y la brisa era fría, deje salir un suspiro. Y fui a sentarme en una de las rocas que allí había.

Mire a mis alrededores y solo habían parejas o chicos bebiendo.
Se podía decir que yo era el único solo ahí.

Saque mi móvil de la bolsa trasera de mi pantalón. 12:18am.

Volví a guardarlo y cuando alce mi vista, vi una pareja de hombres que se besaban. No era que yo fuera metiche o mucho menos, pero ver su escena me había atrapado.

El tipo era alto y vestía de negro, el otro era mas bajo que el, su cabello era rubio, y llevaba una polera rosada. Sonaría raro viniendo de mi; pero es que simplemente se veían perfectos. Se vía... ¿tierno?

Tuve que voltear a otro lado, ya que ellos se habían separado y habían volteado en mi dirección.

Discretamente volví a observarlos, el niño rubio ya no estaba, solo quedaba el otro. Saco un cigarrillo y le prendió fuego, lo acercó a sus labios y dio una gran calada antes de soltar el humo.

Y entonces el fue mas rápido que yo, me sorprendió viéndolo, y en cuanto sus ojos hicieron contacto con los míos, sonrió. ¿Qué había pasado?

Caminaba en mi dirección, y ahora que lo veía de frente era realmente atractivo, envidiaba al niño rubio.

Se sento a un lado mío.

—Que casualidad verte aquí.–dijo, volviendo a dar otra calada.

¿Qué? ¿Nos conocíamos?

—¿Perdón?

—¿Qué? Tan rápido olvidas las cosas.–esta vez lo observe de frente.

Y entonces ahí estaban, esos dos lunares que había visto hoy cuando casi me atropella con sus moto, no lo había visto sin casco así que no tenía idea de quien era hace un segundo.

—¿Ya recordaste?.–preguntó.

—Eh, si.

—¿Qué haces aquí?.–que directo y que rápido tenia la confianza para hablarme.

—Vine acompañar a mi amigo, esta allá adentro.

—¿Es uno alto, de pelo castaño, con aretes?

¿Era policía?

—Tal vez, ¿por qué?.

—Se acaba de ir.

—¿!Qué!?.–me puse de pie y mire hacia adentro de la casa, intente caminar hacia adentro, pero ver a toda la gente me detuvo, así que saqué mi teléfono y marque su número.

Escuchar esos pitidos fue desesperante.

—¿Hola?.–contestó.

—¿Dónde estas?.–pregunte lo mas calmado que pude, y comprobar lo que este tipo había dicho.

Se quedo callado.

—¿Bambam?

—¡Perdoname soy un mal amigo, lo siento, lo siento, mark. Perdón!.–grito en el teléfono.—Babby me dijo que mamá esta despierta y esta echa un caos y regrese lo más rápido que pude. Ya no pude buscarte, te iba a mandar un mensaje.

—Ok, calmate, conduce con cuidado, mañana hablamos.

—Te amo, mark.

—Lo sé.–colgue.

Me volteé, y el tipo seguía sentado en ese mismo lugar viéndome.

—¿Y?

—Se fue.

El solo se encogió de hombros.

Apreté el celular en mis manos, ¿Como me iría a casa?. Solo tenia veinte cambio y ya no había transporte a esta hora.

—¿Vas a regresar a tu casa?.–¿Qué pregunta?

—Si, solo que...nada, nos vemos. –dije y di media vuelta.

—¿No tienes como irte verdad?.–su voz me hizo parar, voltee a verlo y negué. —¿Quieres que te lleve?

—Eh...si. –no sabía si era correcto que este tipoe llevará a casa, era un extaño.

Estábamos a punto de salir hacia el salón principal, cuando el niño Rubió regreso.

—Jae, voy a salir un momento.

—¿A dónde vas?.–preguntó, para observarme y luego fijar sus ojos en el otro tipo.

—Iré a dejarlo a su casa, su amigo se fue antes, y no tiene como regresar. –ok esa era información de mas.

—De acuerdo. –dijo asintiendo, para después acercarse a depositar un beso en sus labios. Me tomaron desprevenido por lo cual no pude voltear a otro lado.

Salimos de la gran casa, el subió a la ya reconocida moto, y yo subí después.

—Me dirás tu dirección una vez estemos de nuevo dentro.

—Ok.

Arrancó la moto y yo me abrace de él.

Es Ilegal [Markbum]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora