Capítulo inédito: Conociendo a mi rival

324 30 8
                                    



Nota: Tal como dice, es un capítulo inédito, y no sigue la secuencia del fic, es independiente a la trama principal. Esta breve narración sólo tiene el fin de mostrar detalles sobre la vida de Machete.


*~~~*~~~*~~~*


Anteriormente había dicho que Machete actuaba como una novia celosa cuando se trataba de Adrián. Ahora no sé si esta acción mía, me hace también parecer a una.

Era una noche fría.

Encapuchado para que no me reconocieran, me dirigí a ese par de pandilleros que liaban cigarrillos en una esquina.

— ¿Eres tú un tal Enano? —carraspeé la garganta bajo las sombras para que de esa manera mi voz se escuchara más varonil y demandante.

Enano se giró hacia mí, y me miró, frunciendo el entrecejo.

—Ángel, ¿qué haces aquí y hablando de esa manera tan graciosa? —dijo.

Absortó, me quité la capucha que sombreaba mi rostro y que me hacía parecer a un monje espectral.

— ¿Cómo me has reconocido? —balbuceé.

Enano puso los ojos en blanco:

— ¿Se supone que venías disfrazado? ¿En incógnito?

— ¡Sí! ¡Sí!

Entonces se cubrió la boca evitando reírse de mí.

Calavera, que disfrutaba de su cigarro echado en las escaleras, me miró insidiosamente.

—Escucha pecoso, el Lobo no está aquí, así que ve tomando camino a tu casa con mamá.

—He vendió a verlos a ustedes —erguido, dije con determinación y firmeza.

— ¿Qué buscas de nosotros? —preguntó Enano, emanando por fin una carcajada.

Luego de hurgar dentro de mis bolsillos de mis jeans, saqué un par de caramelos y se los arrojé a ambos, mismos que con sus puños los atraparon en el aire.
Calavera vio dicho caramelo reposando en la palma de su mano. Sus ojos se engrandecieron de la impresión: No era un simple caramelo, ¡sino uno de la mejor marca de dulces que han existido jamás!
— ¿Qué trabajito deseas que te hagamos? —aceptando la paga, se quitó su cubre bocas y sonrió maliciosamente—. ¿A quién quieres que matemos?

—¡A nadie —me escandalicé—. sólo quiero adquirir información sobre Machete. Bien se dice que debes conocer a tu enemigo para saber a lo que te enfrentas. Y me urge saber el historial que él comparte con Adrián. Qué tan íntima es su relación.

—Genial, va a haber lucha de perras —exclamó con tono festivo Calavera.

—Creo que yo sé algunas cosas que podrán ser de tu ayuda, pecoso —Enano se restregó la barbilla, y mirando al cielo comenzó a hablar con cierto tono narrativo y melancólico—: Recuerdo aquella noche. En esos tiempos Adrián era como una chica en temporada de menstruación, ya sabes, tenía un pésimo carácter y por nada, le daban ganas de acuchillar a alguien, y su sentido del humor era oscuro, muy oscuro, así que Calavera y yo, tanto como el resto de la Manada, nos andábamos con cuidado y evitábamos meter la pata. Estábamos sentados en nuestro reino, que era un callejón, junto a un basurero repleto de cajas de cartón, cuando llegó Pez corriendo hasta nosotros.

— ¿Pez? —Inquirí.

—Un miembro de la Manada.

— ¿Y por qué le nombraron Pez?

Boy Love BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora