Capítulo 16

431 28 29
                                    


Boy Love Boy: NUEVA ETAPA

*~~~*~~~*~~~*



Capítulo: Lágrimas de un quinceañero


By: Adrián.

No le detuve, sólo le vi marchar. De nuevo huía de mí. De mis besos. Apreté mis puños con fuerza. A ese Lobo feroz de los cuentos nunca le había costado tanto trabajo hacer suya a Caperucita. Pero mi caso era diferente. Y es porque este Lobo feroz decidió dejar de ser una bestia devoradora y esperar a que su presa viniera a él por cuenta propia.

Pero eso jamás pasará, ¿cierto? Pues Caperucito volvió a escapárseme de mis manos por enésima vez. Y con tanta facilidad..., sin oponer resistencia alguna para quedarse.

¿De qué manera retenerlo por una eternidad entre mis brazos?

Siempre es el mismo final: él huyendo y yo luchando contra mis monstruos impulsos para no detenerle y hacerle mío a la fuerza. Quizá es porque desde el primer momento, lo quise demasiado como para siempre permitirle marcharse ileso, y con mi corazón entre sus descuidadas manos.

Sí, lo quiero demasiado. Más allá de lo sano y de lo permitido. Y él se aprovecha, sabiéndose amado por mí.

Pero estaba harto, y esto no lo dejaría pasar por alto. Debía ponerle un ultimátum. Debía darle una lección.

Me monté a la moto, y apreté las manillas hasta escucharlas rechinar bajo la fricción de mis guantes de conducir, dirigiendo mi potente mirar hacia la dirección de la casa de Caperucito, hacia donde había huido. No era momento de volver al apartamento. Debía alcanzarle. No me importaría irrumpir en su hogar para hablar con él y hacerle ver ciertas cosas, dejarlas en claro, decirle que no todo le pasaré por alto.

Esta situación definitivamente no podía dejarse para después.

De esa manera, me planteé seriamente durante varios segundos en darle dicha visitadita, pero de pronto, instintivamente me llevé una mano al costado. Sentía mi reciente herida escocerme con más intensidad.

Joder, lo había olvidado...

Así pues, saqué el celular de mi bolsillo, y marqué el número de ella.

—Hola Sonia, soy el Lobo. ¿Estás en casa?

Ella me respondió malhumorada:

— ¡Lobo! ¿Dónde demonio has estado? Hoy fui a buscarte a Blue Rose, pues se supone que te tocaba presentar show, pero sólo me encontré a otro chico sustituyéndote en el escenario.

—Es Thomas. Se lo he pedido —dibujé un leve visaje de dolor al sentir las punzadas de mi herida intensificándose más.

—Pues Don Fernando está muy molesto, estuvo interrogándome sobre ti. Lo tienes histérico.

—No le dijiste nada, ¿cierto?

— ¿Por quién me tomas? Claro que no. Aunque me mandara a torturar, no conseguiría información alguna de mi parte.

—Bien. Dejando eso a un lado, quiero que me cheques unas heridas.

— ¿De nuevo te has peleado? —exclamó—. Aunque no sé porqué sigo sorprendiéndome, si tú nunca aprenderás.

—No es nada grave. Estaré en tu casa en cinco minutos, ¿está bien?

—Sí, aquí te espero.

Boy Love BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora