"El Elemento Perdido #3: Tierra" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️

"CAPÍTULO 25"

Después de casi media hora pude salir de la biblioteca. No podía creer lo que acababa de presenciar, fue de lo más traumatizante. Sabía que tardaría mucho en olvidar todo lo que Robert había dicho y todos los sonidos que Dashia había hecho en todo ese rato.
¡Por qué a mi!

Llegué al salón y todo seguía como si nada. Nath estaba platicando con Robert, y Dashia estaba con Luvia y Daniela; los dos estaban tan normales. No tenían ni idea de que yo estuve presente en su encuentro furtivo. ¿Como podían? Seguía enojada con Lena pero ahora más que nunca entendía sus celos hacia Dashia y de verdad que me daban ganas de golpearlos ambos por hacerle algo así a mi hermana.

Nath me vio parada en la puerta y me conocía muy bien, él sabía que algo andaba mal, fue hacia mí con la interrogante en su rostro. Dejé la caja con las cosas que Daniela me había pedido y lo tomé de la mano. Si se lo iba a decir no podía ser ahí, lo mejor era que habláramos en mi habitación, ahí nadie podría oírnos. No le dije nada mientras caminábamos por los pasillos y él no me presionó para que lo hiciera. Llegamos a mi habitación y cerré la puerta con seguro, se sentó en la cama y me miró con toda la calma del mundo.

—Robert está engañando a Lena con Dashia —solté de golpe.

Listo. Necesitaba sacarlo. Ya. Nath abrió la boca como si hubiera querido decir algo pero no lo hizo. Se quedó callado.

—¿Robert y Dashia? —preguntó— Suenas como Ariana, Alex. Tal vez debes dejar de escuchar lo que ella doce.

—¡Yo los vi! —grité— Estaba buscando unas cosas que Daniela me pidió y justo cuando iba a salir ellos entraron. Así que no te atrevas a decir que sueno como Ariana, ¡porque no tienes idea de todo lo que oí!

Caí al suelo y ahí me quedé sentada. No tenía ganas de ir a lado de Nathan. Puse mi cabeza en las rodillas. Maldita sea. ¿Qué debía hacer? No podía ir y decirle a Lena así como a Nathan. Mataría a Dashia en un santiamén, eso ni dudarlo. Sentí el brazo de Nath sobre mi hombro, me recargué de él y seguí pensando las distintas opciones que tenía en esos momentos.

—Tienes que decirle Alex —me dijo Nath—, no es justo que ellos le estén haciendo esto.

—Lo sé, lo sé, pero Lena ya de por si está muy alterada. Se volverá loca si se lo digo ahora.

Lena era capaz de muchas cosas y todos en este lugar lo sabíamos. Por eso me sorprendía aún más que Robert y Dashia se atrevieran a tener su aventura en el palacio.

—Bueno, tal vez no sé lo digas ahora, solo que si ellos no se lo dicen, tú como su hermana, tendrás que hacerlo.

Genial.

—Te tengo otra noticia.

—¿Ahora qué? Por favor, ya no quiero  más noticias terribles.

—Bueno pues, Eric se fue a Terra, a alcanzar a tu hermana.

Levanté la cabeza de golpe. ¡Qué!

—¿Quién te lo dijo?

—Pues mientras tú disfrutabas tu película porno en 3D, Sebastian llegó y me dio la noticia.

Le di un golpe en el pecho. No estaba de humor como para soportar sus bromitas estúpidas.

—Y nos dejó a Sebastian y a mí a cargo.