—Alexia, di algo —Dëni sonaba preocupada.
Nath movió su mano frente a mi cara, de arriba a abajo. Lo aparté de un manotazo, no era necesario pero, ¿qué esperaban que dijera?
—¿Estás loca? —era claro que no era lo que quería escuchar—, jamás aprendería a tejer, para eso tienes a Vanessa.
Pero tal vez eso sí. Se relajó por completo y le di un fuerte abrazo, era una noticia maravillosa, y un tanto incómoda pues hace unos meses, Dëni negaba tener cualquier tipo de relación con Eric y este embarazo no encajaba con lo que decía. Pero no había de otra, si ella era feliz con esto, todos debíamos serlo.
—Creí que me lanzarías por la ventana —dijo cuando se apartó de mí—. Tenía miedo.
—¿De mí? —pregunté un tanto ofendida— No soy un monstruo, soy tu hermana y cualquier cosa que te haga feliz, para mi esta bien, y ¿cuánto tiempo tienes?
—Tres meses —respondió como si nada y levantó su blusa. Apenas y se veía un pequeño bultito, pero, un momento...
—¿Y se supone que la loca soy yo? —quizá sí podía lanzarla por la ventana después de todo— Has estado haciendo muchos esfuerzos, cosas que podrían dañarte.
—No eres la única que se lo ha dicho —intervino Vanessa—, pero sabes que es terca como mula.
—Ya basta, las dos, suficiente tengo con Eric, ¿y ahora ustedes?
Vaya. Ahora entendía por qué Eric no se atrevía a contradecirla, y aunque Dëni no estuviera embarazada, era más que claro la debilidad que representaba para ese hombre.
—Tienes que cuidarte.
La cara de Dëni cambió cuando entendió el significado de mi comentario. Ya habíamos tenido una mala experiencia con esto, no podíamos repetir.
—Lo haré, Alex —dijo con una leve sonrisa.
Pero ya era suficiente de recuerdos tristes. Sí, era una muy buena noticia, iba a ser tía y blablabla, pero quería que se largaran y me dejaran dormir.
—Creo que debemos irnos Dëni —Vanessa se levantó primero—. Hay mucho qué hacer mañana y Alexia debe descansar y debes volver a la caja de cristal antes de que a Eric le de un ataque.
Gracias Vanessa.
—Pudrete ratita —Dëni se levantó—. Ya veremos si hay noticias del Consejo mañana, quizá Daniela o Damon nos digan algo.
Espera, ¿qué? ¿Por qué ellos tendrían que avisarles algo a los Zerkjis?
—¿No lo sabías? —preguntó Vanessa al ver mi cara de confusión—, ellos siguen en contacto con nosotros, sobre todo Daniela.
—Pero ya hablaremos de eso mañana —ahora Dëni tenía prisa por irse—. Trata de estar tranquila, por favor.
Tomó a Vanessa de la mano y salieron antes de que pudiera detenerlas. Me quedé en la puerta y las miré marcharse por el pasillo. Genial.
Cerré la puerta y me quedé con la frente pegada a ella, Dios, eran tantas cosas que pensar. Ya me imaginaba las noticias que llegarían sobre mí, todo un escándalo. Trataba de imaginar cómo estarían lidiando con todo este asunto en el palacio, casi podía ver la victoria plasmada en el rostro de Magnus y no sólo en la suya, la de todos. Debía encontrar la manera de regresar y arreglar todo, al menos para mí.
Sentí los brazos de Nath rodearme. Me dio un pequeño beso en el cuello y sólo con eso hizo que me estremeciera por completo.
—Deja de preocuparte —me dio otro beso—. No dejaré que te dañen de ninguna manera.
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"El Elemento Perdido #3: Tierra" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️
FantasíaAlexia había aprendido mucho de si misma, pero el descubrir que podía servir como portadora de una Guardiana -maléfica por cierto- cambió un poco su perspectiva de vida. Planes y más planes fueron hechos para ella y para otros más, pero las cosas se...