El portal se abrió en el gran salón para nuestra mala suerte. Al parecer la corte estaba haciendo una pequeña presentación para los reyes y reinas y nosotros llegamos a arruinarla.
—¡Qué diablos les pasó! —Adrián se levantó de su asiento y fue hacia nosotros.
—¡No hay tiempo! —respondí cuando me levanté del suelo—, tenemos que llevar a Vanessa a una habitación.
No hicimos caso a los gritos que todos pegaban, preguntando qué rayos había pasado, exigiendo respuestas pero ninguno de nosotros les hizo caso. Ya de por si estábamos muy cansados. Ariana y yo tuvimos que juntar energía para abrir los dos portales, uno que nos trajera a casa y otro que mandara al soldado al reino de los Hathaway. Nath era el que menos se sentía cansado, así que él llevaba en brazos a Vanessa con mucho cuidado. Todos se hicieron a un lado para dejarnos pasar y corrí a la cocina con Tatiana para tomar unas cosas que necesitaba para curar a Vanessa mientras Nath, Jon y Ariana subían a mi habitación. Las mujeres de la cocina se quedaron quietas al vernos. Y era más que lógico. Íbamos llenas de sangre y tierra. Nuestro aspecto no era el mejor.
—Necesito vendas, agua caliente y un poco de sal y necesito polvo de lionila —dijo Tatiana casi sin aire—, ¡ya!
Las mujeres se movieron a toda velocidad de la cocina pero había algo que no me cuadraba en todo esto.
—¿Lionila? —tomé a Tatiana del brazo— ¿Qué vas a hacerle?
—También consigan una aguja e hilo para una herida, ¡rápido!
—Sí, Majestad —respondió una de las cocineras.
—Te hice una pregunta, ¡respondeme!
—Déjame, no la dañaría —se soltó de mi agarre con fuerza—. Tú no sabes nada sobre esto de curar, así que limítate a confiar en mí y ¡diles que lleven todo eso a tu cuarto, de inmediato!
Salió de ahí sin decirme nada más. Estaba peor que yo y entonces recordé la plática que había tenido con mi amiga esta mañana. ¿Era posible que Tatiana sintiera lo mismo que Vanessa?
—Lleven todo a mi cuarto y díganle a Greta que la necesito ahí también —dije antes de salir.
Subí corriendo las escaleras ignorando el dolor que sentía en todo el cuerpo. No había luchado para nada pero ese ataque de piedras me machacó. Había mucha gente en el pasillo donde estaba mi habitación. Miembros de la corte, sirvientes y hasta soldados. Hice a todos a un lado y encontré a Greta entre ellos. Que bien.
—Alteza —me miró con espanto.
—Dile a todos que se larguen de aquí, ¡ahora!
Entré a mi habitación y ahí estaban. Vanessa estaba tendida en la cama y Ariana le quitaba la ropa con mucho cuidado mientras Tatiana preparaba algo en una bandeja. ¿Cómo habían traído todo tan rápido?
—¿Dónde están Nath y Jonathan? —les pregunté.
—Con tu padre —respondió Ariana—, quiero decir, con Adrián, fueron a decirle lo que pasó pero nos quiere en su despacho en quince minutos.
Las manos de Ariana temblaban mientras le quitaba la chaqueta y la blusa a Vanessa. Fui con ella y la aparté muy despacio. La sangre no dejaba de salir y ahora se veía muy negruzca.
—Yo lo haré —le dije—, ¿por qué no ayudas a Tatiana?
Pero no lo hizo. Se sentó en una silla y soltó su cabello. Tenía que llamar a Greta para que prepararan un baño y le consiguieran ropa limpia a todos. Estábamos llenos de sangre y mugre, eso no ayudaba.
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"El Elemento Perdido #3: Tierra" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️
FantasyAlexia había aprendido mucho de si misma, pero el descubrir que podía servir como portadora de una Guardiana -maléfica por cierto- cambió un poco su perspectiva de vida. Planes y más planes fueron hechos para ella y para otros más, pero las cosas se...