Agente Jauregui - Alren

C2 - Boombayah

Narra Lauren

Mientras salíamos a la autopista no pude dejar de notar que Allyson me miraba en cada oportunidad que tenía, estaba realmente nerviosa por eso y mis manos sudaban cada vez que movía el volante o la palanca de velocidades.

Aún no puedo creer que seas una Agente y que trabajes para la CIA, creo que no me equivoco al decir que eres demasiado caliente para ese trabajo - tosí involuntariamente y la miré - es decir tienes esa actitud de chica rebelde y no sé, me encantaría verte en acción.

Yo...yo… ¿Dónde dijiste que se quedó tu auto? - genial Lauren, que tonta eres, escuché la risa de Ally y sentí la aceleración de mi pulso.

Kilómetro 98 - asentí, aún faltaban 4 kilómetros - sabes, si no querías traerme lo hubieras dicho.

No...yo, yo soy un poco torpe con las personas - miré el espejo retrovisor, estaba siendo una estúpida.

Es que siento tu incomodidad - negué nuevamente y me quité los lentes.

Te juro que no me molestas, es enserio, nunca he sido buena con la gente y eso de hacer amistades no es lo mío pero tú me caes bien… a veces no sé qué es lo que debo platicar - Ally se acercó a mí y me quitó los lentes que acababa de atorar en mi blusa.

Creo que podrías empezar por decirme si estos lentes me hacen ver bonita - Ally se acomodó los lentes y soltó su cabello que anteriormente tenía sujeto con una liga negra.

Ya eres bonita - me maldecí mentalmente y por poco piso el freno sin darme cuenta.

¿Qué? No te escuché bien - Ally se miraba en el espejo lateral del auto y arreglaba su cabello.

Qué si...te ves bonita - su sonrisa era hermosa.

Creo que te los robaré - la miré cuando nos detuvimos en un semáforo - puedo comprarme unos pero es más interesante si te los quito a ti… ¿Te molesta? - en serio ¿Cómo me iba a molestar por eso? Quédate con todo lo que quieras mientras sea mío.

No, no me molesta - asintió satisfecha.

Muy bien agente, creo que usted y yo seremos buenas amigas - agitó su cabello con las manos y miré como cada hebra brillaba por el reflejo del sol - y bueno el semáforo ya está en verde - negué y miré, ella tenía razón.

Seguimos avanzando, manejaba el auto a 110 km/h y lo peligroso de esto no era la velocidad, era la voz de Ally.

Su dulce y afinada voz cantaba la canción “Friday I’m in Love” de mi banda favorita: The Cure.

En sus piernas daba pequeños golpes como si su cuerpo fuera una batería imaginaria.

Su voz me hacía perder el control y la vena que se marcaba en su cuello al hacer las notas graves me estaba provocando un orgasmo auditivo.

¿Y a dónde iremos a almorzar? - maldición no conocía ningún lugar porque desde que me mudé a este lado de Miami nunca había salido.

No sé, no conozco ningún lugar - mi vecina tocó mi brazo haciéndose la ofendida.

Sí que eres rara, pero no te preocupes conmigo aprenderás mucho - sonreí y negué.

Gracias por recordarme que soy rara - la chica bajita subió los lentes dejándolos sobre su cabello - eso me hace tener más confianza.

No, oh lo siento...es decir eres rara pero de ese tipo de rareza que da ternura - mis mejillas se estaban calentando y juraba que no era por los penetrantes rayos de sol - pero ese no era el punto, después de revisar mi auto iremos a mi restaurante favorito de Miami que se llama Boombayah.