C22 - Consecuencias

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Narra Lauren

¿Lauren qué pasa? ¿Por qué son fotos de nosotras? - Ally se escuchaba preocupada - ¿Lauren?

Ví que aún había algo más, desdoblé la hoja de papel y con letra clara y grande color rojo estaba escrito algo un poco legible pero que logré entender.

“Me quitaste a mis hijos y ahora tú vas a perder a alguien… si sigues interfiriendo te juro que uno a uno acabaré con todos los que amas y al final acabaré con tu puta vida. Te conozco y ya sé mucho de ti”

Todo esto era planeado por Ian.

Perdón Ally - miré hacia la barra de Sushi y Silvia reía con dos empleados, suspiré de alivio pero todo dio vueltas en mi - perdóname por favor - me levanté y corrí, metí mi mano dentro de la chaqueta para tomar mi arma.

Recordé la risa de Ally y supe que esto había sido un error, corrí los más rápido que pude pero no fue suficiente, a partir de hoy, nada sería suficiente.

Corrí un poco más pero llegué tarde.

¡NOOOOOOOOOOOOOOOOO! - grité muy fuerte pero el sonido de tres disparos y el cuerpo en el piso lleno de sangre me indicaron que fue muy tarde - NO, NO.

Me deslicé sobre el piso, la gente estaba asustada, la mayoría ya oculta debajo de las mesas.

¡NO, NO, NO! - no sabía qué hacer - por favor Carlos, tú no - toque su línea de pulso pero ya no había nada que hacer, miré su cuerpo y ví claramente los tres impactos de bala, uno en el estómago, el segundo en la cabeza y uno más en el corazón - ¡Perdóname por favor! - con mi mano cerré sus ojos y corrí hacia afuera.

¡Abueloooo! - escuché a Ally gritando y corriendo hacia él, no había forma de regresar.

Busqué desesperadamente mi celular en mi chaqueta y llamé al 911.

Soy la Agente Jauregui, necesito una ambulancia y al equipo de Forense al costado norte de Lummus Park Beach, en el restaurante con el número 525 acaban de matar a un hombre, registren mi ubicación y envíen a Jessica Jones - terminé la llamada y volví a guardar el celular.

No era muy tarde, a lo lejos pude ver que en el camino con intersección hacia la autopista dos hombres trataban de subir a un auto, ambos estaban nerviosos y no podían abrir la puerta.

¡Alejénse de ese auto y dejen sus armas en el suelo! - los dos hombres me miraron y uno de ellos se acercó a mí - he dicho que tires esa arma.

¿En serio crees que seguiré tus órdenes? - la puerta del auto se cerró y el motor comenzó a funcionar, el segundo hombre logró abrir la puerta y ahora estaba a punto de irse sin su estúpido colega que ahora se encontraba frente a mi dudando entre si debía correr para subirse al auto o enfrentarme para no darme la espalda.

¡Tira el arma! - el sonido de una pistola disparando se escuchó bastante claro, lo siguiente que sentí fue un dolor punzante en el costado izquierdo.

¡Vamos idiota, corre! - el hombre del auto me miraba aún con el arma en sus manos y le gritaba a su compañero para que pudieran escapar juntos.

Tú no irás a ningún lado - oprimí la área herida y mi mano se impregnó de sangre rápidamente, traté de levantarme y al ver que el chico comenzaba a correr logré dispararle en la pierna.

El chico ahora sabía lo que era ser traicionado, su compañero lo acaba de dejar abandonado. Definitivamente eso era mejor para mí.

Me levanté del piso arenoso y corrí hacia él, sinceramente no sé cómo fue que logré darle un buen golpe aún con el dolor que aumentaba desde la herida hasta mi estómago.

Agente Jauregui - AlrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora