Dos años antes en esa mesa también se sentaría el Pequeño Poseidón.
Él sostendría mi mano por encima de la mesa, exactamente igual de como lo hacen Luc y Taina.
Seríamos todos los días los cuatro. También estaría Leo, con esa desordenada melena color miel, y obviamente tú. La manada nunca se separaba.
Seríamos todos los días las dos parejas y los dos primos, y así estábamos bien.
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Amor en gama de rojo
PoesíaPorque todo pasó por un puñado de lapiceras y una fiesta un año atrás. Segunda parte de la saga: Colores del amor