Te conocí

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Todo empezó una tarde lluviosa.

Llueve, una incesante y molesta lluvia ha estado azotando la región estos días.

- odio los días lluviosos, son fríos e incómodos y hoy es uno de esos días en los que me pregunto para que diablos me levanto? - dijo Akane al entrar en la cocina a su hermana mayor, Kazumi,  que preparaba el desayuno.

- Akane no habías estado esperando regresar a la universidad- mencionó Kazumi casi al descuido en medio de su atareada mañana.

- ah...es verdad, Kasumi, tengo algo muy importante que hacer. Y no me interesa que la lluvia no tenga intención de detenerse, pues hoy inicio mi segundo semestre en la universidad y por supuesto no puedo faltar, he perdido suficiente tiempo después de suspender las clases para irme de viaje con mis amigas a través de Japón, ahora solo debo concentrarme en mis estudios, verdad Kasumi?- señalo Akane aun bostezando somnolienta.

- He estado esperando, volver a clases, tal vez nunca he sido la mejor alumna, pero no puedo quejarme de mis notas - comento nuevamente Akane a su hermana mayor- es que constantemente me aburro y suelo discutir los temas mas absurdos solo para distraerme. En fin, realmente quería volver a la universidad, por eso me he inscrito en una pequeña, de ese modo podré conocer a todos, al menos de vista, no lo crees?- apuro la menor de los Tendo intentando obtener alguna respuesta de su hermana.

- Probablemente seas mayor que la mayoría de los alumnos de la clase, Akane - dijo Kasumi mientras servia el arroz del desayuno.

-no lo sé, pero aunque tengo casi 22 años me veo tan fresca e inocente como cualquier chica de 18!. -sonrió triunfal Akane- Además, antes de inscribirme he ido a la estética por un cambio de look y he cortado mi largo cabello, creo que ha la familia no le gustó, verdad?, pero la respuesta general ha sido positiva, aun más de lo que esperaba, Kasumi, sobre todo entre los chicos. -finalizó la chica de corto cabello azabache.

De nuevo hubo silencio en la cocina, ante todo lo dicho su hermana solo le obsequio una cálida sonrisa y continuó sirviendo el desayuno.

- No entiendo porque, pero desde que desperté sigo sintiendo que aun con este horrible clima, hoy será un buen día para mí.- dijo Akane rompiendo el silencio.

- Es un día lluvioso, pequeña Akane, un día perfecto para el amor - dijo Kasumi mirando a través del cristal y un leve sonrojo tomo sus mejillas.

Akane sonrió a su hermana tímidamente y se dispuso a desayunar mientras pensaba en las palabras de su hermana.

Por ese buen presentimiento, y muy a pesar del frío, se había despertado temprano, había tomado una ducha caliente y pasó algo de tiempo divagando sobre que debía ponerse hoy. Al final se decidió por un abrigo color verde de tipo militar que alguna vez fue un obsequio de un ex novio, pero que conservó por que le encantaba, jeans ajustados color crema, un grueso suéter cuello de tortuga, de lana blanca y botas negras de tacón. Hoy incluso el clima sabría quien es Akane Tendo.

Son las 3:30 de la tarde, las clases inician a las 4, Akane debía salir pronto si quería llegar antes de que la profesora Inako entré al aula.

-Gracias doctor Tofu!, averigüe sobre mis profesores y supe de un alumno suyo que después de que ella entra nadie más puede hacerlo; las clases inician con ella, no después de ella, sin excepción. - se disculpo Akane al subir al auto de su cuñado.

- No te preocupes Akane, será un placer llevarte a tu universidad, recuerdo cuando eras pequeña y Kasumi te llevaba al jardín de infantes, tenías el mismo look que ahora, eras una niña adorable - comento el doctor Tofu, haciendo sonrojar a la joven de ojos cafés
-  Ah...supongo que es una mujer mayor después de todo, sus formas son realmente estrictas y anticuadas. -siguió diciendo Akane mirando por la ventana las gotas de lluvia que golpeaban sin cesar el cristal.

Después de pedirle al novio de mi hermana Kasumi, el doctor Tofu, que me llevará solo por hoy a la universidad, he llegado apenas a tiempo y aun así tuve que correr hasta el salón.

Iba tan apurada que no lo vi. Choque con chico alto, que hablaba con otro tipo, de aspecto mayor y muy mal humor, aparentemente, al doblar corriendo en el pasillo, justo después de subir la escalera que lleva al segundo piso. El chico alto y de cabello negro trenzado estaba de espalda preguntando sobre su horario y profesores a aquel hombre un poco gordo y bastante grosero. Por el impacto me caí, y ambos me miraron por un momento entre sorprendidos y molestos por mi descuido, pero aun así el chico de la trenza me ofreció su mano para levantarme. Dudé por un segundo pero al mirarle a los ojos, lo entendí, era él lo que estaba esperando encontrar hoy. El otro hombre se limitó a decir una palabrota e irse sin más, mientras me miraba como si yo fuese una molesta plaga. Como me irrita la gente como él, sin embargo eso no es lo importante, el chico frente a mí lo es. Lo sabía, sabía que algo importante pasaría hoy.

Un destello de luz atravesó el cielo rompiendo la calma de la lluvia e inmediatamente el fuerte trueno se hizo escuchar. Las personas alrededor del pasillo siguieron a paso rápido hasta sus salones sin prestar atención a los dos jóvenes.

Aún en el suelo yo solo puedo pensar: por favor, Kamisama, Dios, Buda o Mahoma que estemos en la misma clase!.


Ranma y Akane: AntologíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora