Ranma y Akane: Antología

Aniversario: Parte 1

"La temporada seca se acerca, la radiación solar alcanzará los niveles más altos del último lustro, les recomendamos usar protector solar, beber mucho líquido y evitar la exposición innecesaria"- recito la presentadora del noticiero matutino, casi como un robot-"Regresamos después del corte con más de Noticias NJP"

-Papá, apaga la televisión, estoy por servir el desayuno-se escuchó la suave voz de Kazumi desde la cocina.

-Sí, hija ya lo apago!-gritó el patriarca Tendo-Por qué diablos no dan los resultados de la hípica temprano-musitó el hombre estirando su mano perezosamente para alcanzar el control de la tv.

-Santo cielo, papá! solo comprate un celular nuevo e instala una app de deportes o de hípica, yo que sé-sugirió la mediana de sus hijas acomodándose en su lugar.

-Nabiki, sabes bien que la tecnología no se me da y que este celular es un regalo de tu difunta madre-respondió con los ojos llenos de lágrimas-Olvidalo, solo le preguntare a Takashi cuando vaya por Sake al mercado.

-Papá, deberías dejar de apostar.-Señalo dulcemente su hija mayor dejando en la mesa los platos del desayuno.

-Sí, Kazumi, ya lo estoy dejando, es solo un pasatiempo-rio nervioso el hombre de espeso bigote y  largo cabello negro.

-Donde esta Akane, Nabiki?- le susurró a su hermana menor mientras su distraído padre leía el periódico.

-Como voy a saberlo Kazumi?-respondió la chica de corto cabello castaño apurando un bocado. La mirada de su hermana la hizo arrepentirse inmediatamente de la forma en que le contesto.- Lo siento, de verdad. Creo que escuche decir que saldría con sus compañeros anoche, debe haber llegado tarde. No te preocupes por ella hermana.

-Pero Nabiki...-musitó la mayor con su dedo indice junto a su barbilla

-Quieres que vaya por ella-añadió la chica

-Sí, por favor, hermanita- respondió sonriente, olvidando las groserías recibidas

-Bien, iré ahora mismo-dijo la mediana de los Tendo, levantándose en el impulso. Justo al cruzar el umbral vio la silueta de su hermana menor acercándose.

- Buen día- bostezo la pelinegra aun estirandose

-Sí, supongo que son buenos días, hermanita, ven rapido, Kazumi pregunta por ti- respondió en tono molesto la castaña, de brazos cruzados apoyada en la pared.- Y a ver si te acostumbras a avisar que no llegas-añadió

-Nabiki, no te molestes-dijo melosa la menor abrazando a su hermana sin ser correspondida-Sabes que te amo, te adoro y que...

-Eso no funcionará conmigo Akane, y lo sabes muy bien. Recuerda depositarme la cantidad acordada este fin de mes o tu novio secreto saldrá a la luz-le interrumpió indiferente deshaciendo el abrazo y dando media vuelta para irse- Ah! y págame también por la noche en que olvidaste tus llaves y te abrí la puerta- terminó de decir

-Pero si eso ya te lo pague!-contestó alzando levemente el tono de su voz la pelinegra

-Bien, entonces que todos se enteren-rio malvadamente y regreso a terminar con su desayuno.

-Akane, te estaba esperando-dijo la mayor de las hermanas Tendo, ofreciendole el desayuno gentilmente.

-Gracias, Kazumi-respondió la aludida regalandole a su hermana una sonrisa

Los desayunos de los Tendo se habían vuelto incómodos durante los últimos dos meses. Por una parte estaba cada vez más cerca la boda de Kazumi y el doctor Tofu Ono y ya habían decidido mudarse a otra ciudad. Nabiki había reclamado la habitacion de su hermana y su padre se la negó diciendo que esa siempre seria la casa de Kazumi. La boda de su hija mayor mantenía en depresión al patriarca Tendo que se distraía apostando en carreras de caballos; y Akane continuamente llegaba al amanecer, sin justificación creíble. Era tan obvio que tenia una relación pero siempre lo negaba. La última vez que tuvo un novio pensó que sería bueno presentarlo con su familia. Grave error. Lo llenaron de preguntas, investigaron su pasado, su presente y analizaron sus posibles futuros. Pero lo más inusual es que parecían realmente apurados a casarla con él. Lo quería, era un buen amigo, es decir no es que no lo quisiera, solo no deseaba casarse siendo tan joven. Tres años habían pasado ya desde su relación con Ryoga. Qué sería de él?. Suspiró