Eres hermosa

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Ranma qué dijiste...- se interrumpió Akane en su monólogo de protestas contra Shampoo.

Eres hermosa-repitió el chico un poco más fuerte sin dejar de mirarla mientras acortaba la distancia entre ellos lentamente. 

Allí estaban ellos dos, solos, a mitad de la noche, casi desconocidos, pero increíblemente atraídos el uno por el otro. 

Ranma se paró justo frente a ella y la sujetó de los hombros con firmeza e inclinó su rostro hasta el de ella.

El corazón de Akane latía con tanta fuerza que sintió que tal vez el hombre que provocaba aquel arrebatado latir podría escucharlos si ponía suficiente atención. Estaba tan cerca de su rostro que podía sentir la calidez de su respiración, su perfume, la fuerza de sus manos y el calor de su cuerpo chocando contra el suyo en medio de esa fría noche de invierno.

-Ranma...-dijo casi en un suspiro

-Akane, eres una mujer hermosa...-sentenció el chico de cabello trenzado- Una mujer a la que cualquier hombre amaría y una por la que cualquier chica sentiría celos.- continuó diciendo.

Tal vez eran los tragos que le habían dado el valor para decirle eso. Sí, eso debía ser, Ranma no parecía del tipo que exuda confianza en sí mismo. De hecho él era todo lo opuesto a ella, era bastante torpe socialmente y tan tímido con el resto de las chicas, que estaba segura que no tenía mucha experiencia con las mujeres. Cómo es que estaba diciendo eso, de esa forma, y por que ella, a pesar de que a cualquier otro le habría dado al menos un empujón que mantuviera las distancias, seguía allí expectante a sus palabras y acciones, sin ganas ni fuerzas para escapar. Casi a punto de besarlo ella, si es que él no tenía el valor de hacerlo.

-Por eso yo...Ranma Saotome...- guardó silencio por unos segundos que se le antojaron una eternidad-...tu...compañero de clases, reciente amigo y flamante falso novio- dijo apurado el chico de ojos azules- A partir de hoy te protegeré como si fueras realmente mi novia, no, te protegeré como si fueras mi prometida- terminó diciendo Ranma alejando su rostro del de la chica de cabello corto que lo miraba incrédula, mientras  él le sonreía.

-Ranma...

-Solo si tu quieres, claro- se apresuró a decir él y empezó a caminar lentamente hacia la estación.

Akane lo miró dar pasos torpes y lentos por la calle en dirección a la estación. 

Por Dios!!! qué se supone que fue eso, pensaba Akane inquieta y aturdida sin poder dar crédito a lo que escuchaba. Había dicho que era hermosa, más que ninguna otra, se acercó a ella, mirándola con esos ojos azules, la sujeto e inclinó su cabeza!!!. Espera, él dijo algo más, cierto?? ah sí dijo compañeros, amigos y falsos novios. Cómo podía haber arruinado tal hermoso momento, por qué no solo me beso y ya!!!, seguía cuestionandose Akane en su mente a toda velocidad.

-Ranma, eres un tonto.-dijo suavemente, pero sin molestia la joven Tendo-Debí haberte besado yo.

Empezó a caminar para poder alcanzarlo y cuando finalmente lo hizo pasa el brazo del muchacho sobre su hombro. Ranma la miró y antes de poder decir nada Akane lo interrumpió diciendo:

-Vamos. Te ayudaré ya que somos compañeros, amigos y falsos novios.-y le sonrió

-Bien- contestó el chico mientras reparaba cada detalle de esa sonrisa que deseaba fuera solamente para él, por siempre.

Caminaron juntos hasta la estación. Hablaron muy poco. lo suficiente apenas para saber hacia dónde iba cada uno y en que estación debían bajarse. Akane se bajaría dos estaciones después de él.

-Te acompañaré- dijo con firmeza Ranma

-Olvidalo, si mi familia te ve, no podrás escapar a sus interrogatorios. Son peor que la CIA y el FBI juntos.- soltó Akane por quinta vez

-No me importa

-Pues a mí si. Mira, ya llegó. Subamos

Le ayudó a levantarse, pero no fue necesario ayudarlo a entrar al vagón ya que mientras esperaban ella le había conseguido un café y ahora se sentía mejor para andar.

Hablaron de algunos temas mientras viajaban hasta que llegaron a la estación donde debía bajar Akane.

-Ya casi llega. -dijo levantándose akane- Adiós Ranma, nos veremos mañana, recuerda tomar algo para la resaca que tendrás mañana por borrachín.-bromeó

-Akane...

-Si, dime-contestó ella casi a punto de bajarse

-No olvidalo, no es nada, Akane.

-Ah, es verdad, casi lo olvido Ranma!!-se apuró a decir la joven- No pienso ser tu novia falsa por mucho tiempo...

-Akane, yo-intentó decir el apuesto y tímido joven

-Porque me gustas, como hombre, no como amigo. Seamos novios falsos por solo tres meses y si despues de eso no crees aun que sea correcto tener un noviazgo real, podemos seguir siendo amigos. Ah, recuerda tu promesa, mañana le diré a todos y todas que estamos comprometidos desde hoy, que me lo has pedido y yo acepté, de acuerdo??-dijo ya mientras salía, sin esperar respuesta ni mirar hacia atrás la joven de cabello corto.

La puerta del tren se cerró tras de ella. La mayoría de las personas ya se habían bajado, solo quedaban algunos ocupantes que, como Ranma, debían llegar hasta el final de la línea del tren.

El chico de negro cabello trenzado sonrió.

-Debí haberla besado, eres un tonto Ranma Saotome!!-dijo el joven creyéndose solo en el vagón.

-No solo eres tonto muchacho, también eres un cobarde- se escuchó decir a un hombre bastante mayor al final del vagón- Si yo tuviese tu edad...jajajajaa ajaajjaaj- rió con fuerza aquel anciano

hum, viejo pervertido, pensó Ranma sin ponerle mayor atención.

-Debí besarte después de decirte lo hermosa que eres para mí Akane Tendo-susurró el chico mientras se colocaba los audífonos




Ranma y Akane: AntologíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora