Dime la verdad

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-Ranma, desde cuando...-quiso saber Akane

-Anoche, cuando protestabas por Shampoo, te reconocí por completo, en realidad me pareció haberte visto desde que me chocaste en el pasillo por correr como loca.-bromeó él-pero no estaba seguro hasta que te ví realmente molesta, te cortaste el cabello y realmente parecías otra, te ves más como la chiquilla inocente de hace seis años, pero eres tan directa como la mujer de hace dos años.

-Ranma!!-le cortó ella nuevamente

-Ahora, ya recuerdas nuestro beso?- preguntó Ranma inclinando su cuerpo hacia adelante, acortando el espacio entre ellos dos-Y ni creas que no sé cuantas veces me interrumpiste, Akane-susurró con voz melosa y divertida el chico sonriéndole con picardía. 

-Yo no te interrumpí, es decir tal vez lo hice. Pero fue sin intención- se excusó aterrada por la interpretación que él podía darle a las cosas-No lo recuerdo aun, en realidad-admitió

-Eso dices-insistió el chico mirando hacia otro lado

-Es la verdad!!-chilló-Realmente no recuerdo y se me hace muy difícil quedarme callada, sabes. Además, por qué no me lo dijiste anoche mismo eh?- cuestionó ella impaciente 

-Porque es obvio que solo yo te recordaba- dijo el chico con voz afligida y mirando al suelo esta vez- Recuerdas cuando dije que una chica no debería ir corriendo por ahí como loca? te dije lo mismo hace seis años cuando tropezaste al entrar a tu autobús, recuerdas, Akane?. Pensé que, si eras la misma, me reconocerías por esa frase que te había hecho reír esa vez, pero solo te molestaste. Después cuando tomaste mi mano sentí una conexión especial, e intenté aclarar tu imagen en mi memoria, pero te habías desdibujado con el tiempo. Tu cabello es distinto al de hace dos años y aún más que el de hace seis, tu maquillaje, tu forma de vestir, todo es distinto, así que dudé. Estaba tan nervioso cuando te acercaste a mí después de clases que...

-Sí, yo también lo estaba- respondió Akane sin pensar- Lo siento Ranma, es solo que yo no...-intentó disculparse por no reconocerlo, pero se detuvo por el reciente comentario del chico sobre sus intenciones de provocar que él la besara por interrumpirlo- quiero decir, sígueme contando- finalizó

-Pensé que tal vez eras solo alguien parecido a aquella chica. Creí que eras otra persona por un momento, aunque eso solo me puso más nervioso. Aquella vez me dijiste que tu nombre era Kanae y...

-Lo sé, es que no te conocía y pensé que no volveríamos a vernos...-empezó a hablar nuevamente la chica

-Akane-la interrumpió él-no estoy esperando una disculpa, solo te estoy contando algo que vivimos-señaló Ranma suavemente-...y que olvidaste.

-No lo olvidé, es solo...lo siento Ranma, no puedo quedarme callada cuando me estas diciendo todas estas cosas. Kanae es el nombre de mi difunta madre, casi no la recuerdo, per...

Ranma se acercó a la chica, que se encontraba de pie, con el deseo de besarla suave y profundamente. Esta vez quería un beso largo y apasionado. Un beso que llevaba mucho tiempo esperando encontrar los labios anhelados. Acarició su corto cabello negro con su mano izquierda deslizandola por su mejilla hasta llegar a su cuello. Ambos deseaban ese beso, ese momento de unión entre ellos. Apoyó a la chica sobre el pupitre y la acorralo entre sus brazos. Se detuvo un momento para mirarla, mientras Akane se sostenía aferrándose al borde del pupitre donde estaba. No recordaba aquel supuesto beso, pero se aseguraría de no olvidar este, de hacerlo memorable para los dos.

-Disculpen jóvenes- la voz del seguridad de la institución se dejó escuchar desde la puerta del salón con fuerza. - Tengo que apagar las luces y  cerrar los salones, por favor salgan- finalizó el hombre de azul uniforme mientras se recostaba a la entrada bostezando y mirando en su celular

-Por Dios!- exclamó Akane con genuina sorpresa y algo de molestia en la voz, apartando al chico y bajando de donde tan a gusto se encontraba.

-Ya nos íbamos señor- respondió nervioso el joven, sacando del bolsillo del pantalón sus lentes para colocarselos.

-Sí, eso veo, dense prisa aún tengo mucho que verificar-continuó el hombre sin la menor intención de retirarse, sosteniendo el interruptor de luz con su mano derecha

-Vamonos, Ranma.-susurró molesta la joven tomando sus apuntes y al chico de la mano-Que tenga buena noche-le dijo al seguridad con fingida amabilidad

-Igualmente- se escuchó responder al hombre mientras apagaba la luz y cerraba la puerta

Caminaron por el sombrío corredor tomados de la mano hasta la salida de la universidad. No se dijeron nada, cada uno perdido en sus pensamientos, finalmente al salir fue la chica quien rompió el silencio

-Oye, Ranma

-Sí

-Es que, aun no me dices...cuando y cómo fue que nos besamos por primera vez, según tú-dijo deteniéndose ella y obligando a que él también lo hiciera.

-Fue en la feria de  Nagoya, más bien fue después de la feria-confesó sonriente el alto joven a su novia

-No lo recuerdo, Ranma, es decir fuí con mis amigas por mi prima a esa feria y luego fuímos a la discoteca juntas, recuerdo que habia un chico ayudándola...-meditó Akane, llevando su dedo índice a su barbilla intentando recordar.

-Si, ese era yo-la interrumpió él.

-Pero...Cómo esperas que te recuerde!-soltó la chica entre risas- llevabas puesta una gorra, barba, ropa ancha y...

-Era yo, estaba por mi cuenta Akane, ni siquiera tenía dinero ahorrado cuando papá se fue a China. La barba creció y la ropa que llevaba la compré en oferta, que esperabas- Respondió con cierta molestia él, empezando a caminar nuevamente

-No lo tomes así, solo digo que no podía reconocerte, porque no te ves igual. En realidad, recuerdo muy bien a ese chico, sabes?- comentó parándose frente a él con los brazos extendidos-Nunca me había sincerado tanto como con él.-dijo sincera

-Estabas ebria, Akane- soltó Ranma mirando hacia otro lado dejar de caminar

-Qué dices?- preguntó Akane con sorpresa mientras caminaba de espaldas

-Tu prima me llamó para que las recogiera y las llevara a su hotel-respondió él, mirándola, sin ánimo

-Lo sé

-Estuviste hablando durante todo el camino- continuó diciendo- aunque todas las demás ya estaban noqueadas

-Alguna vez me has visto callada, Ranma?. Ah, pero yo no tomé, es decir si bebí pero fue solo una copa. Te besé por que me gustaste- confesó jugando tímidamente con sus dedos pulgares- y pensé que, tal vez yo a ti también te gustaba.

Hubo silencio entre los dos. A lo lejos se escuchaban los molestos ladridos de un grupo de perros callejeros y la horrible interpretación de un participante de concurso de canto televisivo en alguno de los  comercios cercanos. Ranma por fin se detuvo y por tanto Akane también

-Entonces por qué te fuiste así aquella vez!, casi dandome un portazo en la cara después de besarme afuera de tu habitación, sin siquiera dejarme decir nada-protestó el chico de la trenza

-Estaba asustada!-soltó ella 




Ranma y Akane: AntologíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora