Aniversario: Parte 3

603 49 5
                                    


-Vamos Akane-comentó Ranma tomando las llaves de la mesita, listo para salir a celebrar el fin de los tres meses de "prueba" en su noviazgo y dar inicio a una relación estable y sin dudas de compatibilidad.

Escuchó la voz de su novio y al mismo tiempo el sonido de la puerta de entrada al abrirse. Ante ella apareció Ryoga, su primer amor y su primer decepción. Sus ojos verdes, su sonrisa incluso su olor seguían siendo iguales. Recordó el tiempo que pasaron juntos, buenos y malos momentos y lo mucho que a su padre le gustaba llamarlo yerno. Por un segundo casi juró que se desmayaría.  La sonrisa del recién llegado se formó ligeramente en sus labios haciéndola sentir aún más incómoda. Y entonces también recordó la forma en la que él la traicionó. Sí tan solo hubiera tenido un poco más de tiempo, habría podido decirle a Ranma la verdad.

-Vaya, parece que diste con la dirección, cerdito!- bromeó Ranma a su amigo 

-Callate Saotome!. Te he dicho mil veces que no me llames cerdito!, menos aun si tenemos visitas.- Termino de decir dejando caer la pesada mochila en el piso.

-Que mal carácter tienes. De todas formas saluda a mi novia.-continuó el chico de ojos azules tomando de la mano a la aturdida joven que no sabia que hacer.

-Ranma-musito la pelinegra en un intento por confesar el pasado que la ligaba con su compañero y amigo.

-Mucho gusto señorita Tendo, soy Ryoga Ibiki. Ranma ha hablado mucho de ti-extendió su mano para saludarla el ojiverde.

-Akane, sabes por que le decíamos cerdito cuando era niño?-empezó a contarle el chico de la trenza tomando aun su mano

-Saotome!-gritó molesto Ryoga por su osadía de contar algo que había quedado en el pasado para él

-Era tan glotón que solía comer del plato de otras personas, aunque no las conociera.

-Cállate ya o te arrancaré esa odiosa trenza!

-ha sí?, intentalo. Me enteré que seguían llamandote así en el colegio Ryoga. Quieres saber por qué, Akane?-continuó bromeando el ojiazul.

-Ranma, tengo algo importante que decirte- lo interrumpió su novia. 

Pensó en como decirlo, pero las palabras se negaban a salir. Tragó duro para poder comenzar a decirle la verdad. Tal vez él se molestaría o no querría seguir con ella, pero estaba segura que el no decírselo en ese momento era un error. Y no estaba dispuesta a perder a Ranma solo por causa de su tonto ex. 

-En serio?. Pues dime-respondió el joven en tono comprensivo dejando de lado las burlas hacia su amigo

-Ryoga y yo...en realidad ya nos conocíamos... De hecho, fuimos novios y hasta hablamos de casarnos-con dificultad reunió el valor para pronunciar esas palabras, miró a los ojos al hombre junto a ella, que seguía sosteniendola de la mano sin decir nada. El silencio del lugar la ponía de nervios. Exactamente porque nadie decía nada. Fueron segundos que se le antojaron una eternidad.

-Akane-ambos hombres hablaron finalmente al unísono e intercambiaron una breve mirada. Sin embargo ella seguía con la mirada fija solo en Ranma.

-Él forma parte de mi pasado y es algo que no puedo cambiar, pero te amo y no hay nada que quiera más que estar contigo, Ranma. Ryoga me traicionó con Shampu, creí que lo amaba en esa época, pero no fue así, ahora lo sé, por que lo que sentí cuando me traicionó no se compara a lo que siento en este momento. 

-auch- se quejo el ojiverde por las frías palabras dedicadas a él. Sí, era verdad que había cedido ante la tentación con Shampu, pero quién podía culparlo?. Era una mujer muy hermosa y sabía cómo seducir y enloquecer a cualquier hombre. Después de todo solo había sido víctima de aquella sexi amazona de cabello azulado.

-Akane, no tienes que...-intentó decir nuevamente Ranma viendo como aquello pasaba de castaño a oscuro

-No puedo perderte y mucho menos hoy que es nuestro aniversario!-gritó con sus lágrimas amenazando con salir- Ranma...-agregó mientras limpiaba sus ojos-di algo, por favor.

-Vaya, supongo que realmente estas enamorada de él. Si te hubieras aferrado a mi de esa forma ahora estaríamos casados- les interrumpió Ryoga desde la cocina abriendo una lata de cerveza

-Ryoga-habló Ranma

-Ay tu callate. Me tienes harta!, por que diablos no te vas y nos dejas hablar en paz- gritó exasperada la menuda chica por los comentarios del chico

-Por que me iría? pago la mitad de la renta. -respondió Ryoga restándole importancia al asunto y dando un sorbo a su cerveza- Él ya lo sabe, tonta, se lo dije antes de mudarnos juntos. Lo ves Ranma, te dije que ella era de fiar, no tienes por que seguir ocultandolo. No hay mejor chica que ella.-termino guiñandole un ojo a la pelinegra

-Akane. Es que Ryoga y yo ya lo hablamos. De hecho, recuerdas la clase a la que llegué con un ojo morado? Hablamos y peleamos ese día por ti. 

-Y nos mudamos una semana después juntos- añadió Ryoga- También me dejaron un ojo morado, por si te importa.

Akane escuchaba incrédula aquello. Cómo es que...Santo cielo! no sabía a cuál de los dos golpear.

-Por qué no me lo dijiste, Ranma, tuviste muchas oportunidades para hacerlo!. - le reclamó de inmediato soltando su mano - Y tú por qué me saludaste así hace un momento?- gritó molesta mirando en dirección a la cocina

-Que estas loca? No recuerdas que la última vez que nos vimos me dijiste que estaba muerto para ti? y que si coincidimos de nuevo fingiera que jamás nos habíamos visto? solo estoy cumpliendo lo que me pediste-dijo Ryoga bebiendo el último sorbo del espumeante líquido.

-Pues que considerado Ryoga- respondió irónica la chica- Y tú?-añadió volviéndose hacia Ranma

-Conociendote, sabía que me lo dirias tan pronto como supieras de mis lazos con él... y después de oír la versión del cerdito yo...

Un grueso libro de periodismo fue a dar a la cara del chico de ojos azules interrumpiendo su respuesta.

-Te advertí que te callaras. Si tienes tantas ganas de hablar, por que no le hablas de tu problema, amigo mio.

-Es suficiente.- exclamó con molestia la pelinegra- Me voy.

-Akane, espera que hay de nosotros?-dijo sujetándola por el brazo el chico de la trenza.

-Tú eres mio, asi que te vas conmigo. Y tu, Ryoga, más te vale que no intentes nada raro para separarnos o esta vez no solo te daré por muerto, entiendes?-

Aunque el tono de su voz intentaba sonar amable al aludido se le erizó la piel solo de oírla hablar así. Era tal y como la recordaba, una fierecilla, no podía creer la idiotez que hizo al perderla. Miró hacia otro lado y con una mano restó importancia a la situación.

Salieron del apartamento con Akane azotando la puerta. Aun podían llegar a la siguiente película y su aniversario apenas estaba iniciando. Habían superado una prueba difícil. Ranma sonrió al recordarla diciendo "Tú eres mío". Por supuesto que lo era y ahora sabía que ella era suya. 











Ranma y Akane: AntologíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora