Serían casi las doce de la noche cuando decidimos irnos de aquella blanca colina. Nos metimos en el coche con la manta encima.
-Hace un frío horrible- Dijo Even arrancando.
-Si, pero menos mal que trajiste esta manta-
-Siempre voy preparado!-
Volvimos a la carretera la cual estaba colapsada, llena de coches.
-¿Que te parece si vamos mejor a mi casa de las afueras?- Sugirió Even al ver las colas que habían para ir a la mía.
-¿Tienes una casa a las afueras?-
Even asintió, sin apartar la vista de la carretera.
-Vaya, pensé que solo tenias aquel piso, nunca he ido a esa casa-
-Para todo hay una primera vez-
Giró el volante y se metió por una especie de callejón, siguió todo en linea recta hasta que salimos de Oslo. Unos metros mas y aparcamos en frente de lo que parecía ser una mansión de hollywood.
-¿Que hacemos aquí?- Dije al ver que Even bajaba del coche.
-Te dije que íbamos a mi casa-
-¿Vives aquí?-
-Si... Bueno, aquí casi nunca hay nadie-
Bajé boquiabierto del vehículo, sin apartar mi vista de aquella casa, con columnas mas grandes que varios edificios de Oslo, con jardines en los que fácilmente podrías perderte.
-Madre mia- Suspiré al estar junto a Even.
-Quedate aquí un segundo- Dijo mientras introducía sigilosamente las llaves en aquella cerradura que juraría que era de oro.
Even entró, pisando levemente aquel suelo de mármol, yo me quedé fuera, un poco confuso pero aun con cara de bobo mirando aquella casa.
-Genial no hay nadie, entra!-
Hice caso a Even y entré en aquella mansión, los techos eran súper altos desprendiendo lámparas que iluminaban la entrada, solo aquel recibidor podría ser perfectamente mi piso entero, todo era de tamaño XXL. A Even no parecía importarle que todo estuviera bañado en oro o que su casa pareciera la alfombra roja, él solo subió las escaleras diciéndome que le siguiera.
Aquellas escaleras parecían interminables, los escalones eran anchos, había una barandilla lisa y muy suave, a medida que iba subiendo veía cuadros colgados en la pared, habían varios de Even pequeño, que mono era, tenia el pelo corto y rubio, y con los ojos mas azules que ahora.
En el cuadro estaba acompañado de una señora, supongo que seria su madre ya que son clavaditos, también aparecía su padre, los tres parecían felices. Cada cuadro era de un año diferente en los que Even iba haciéndose mayor, en todos aparecían ellos tres riendo, hasta que al llegar al final de la escalera había un cuadro un tanto diferente. Solo aparecían Even y su padre, no creo que fuera de hace mucho, las sonrisas de las otras fotos habían desaparecido, su madre ya no salía y Even no parecía feliz en aquel cuadro.
Llegamos a su habitación, la habitación mas grande que he visto nunca.
-¿Te gusta?- Preguntó Even al ver mi cara de asombro nada mas entrar por la puerta. -La verdad es que hacia mucho tiempo que no venía aqui-
-Es increíble, vives como un rey-
Even soltó una pequeña risa y se tumbó en su grandiosa cama. Seguí sus pasos sin dejar de mirar el techo de aquella habitación, el cual se parecía al de la Capilla Sixtina.
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||Minute By Minute|| {EVAK} TERMINADA
Fiksi PenggemarIsak es un chico de 17 años. Como a cualquier adolescente hay varias cosas que no dejan pegar ojo: los exámenes, los rumores... Pero todo esto había desaparecido, el verdadero problema que no le dejaba dormir eran sus pensamientos hacia Even Bech, e...