Isak es un chico de 17 años. Como a cualquier adolescente hay varias cosas que no dejan pegar ojo: los exámenes, los rumores... Pero todo esto había desaparecido, el verdadero problema que no le dejaba dormir eran sus pensamientos hacia Even Bech, e...
¿Alguna vez has sentido la necesidad de gritarle al mundo lo que sientes? ¿De poder callar todas las bocas que negaban el amor? ¿De necesitar mirar al pasado para construir el futuro? Aquella noche, justo aquella noche sentí la debilidad, el miedo que no había sentido nunca. Pero, ¿por qué? ¿Por qué el echo de plantarle cara al ser que no cree en el amor me da tanto terror? ¿Por qué demonios no puedo expresar lo que de verdad siento y demostrárselo a la persona que no entiende lo que significa amar? Pues sinceramente, no lo se. No se como alguien puede encerrarse y negarse a lo evidente, a lo real.
Aquella noche, fue la noche que me abrió los ojos, pero no para demostrarme qué significa el amor. Se abrieron para derramar un océano de lágrimas, para que una tormenta se encerrara en mis ojos, se abrieron para que pudiera ver con mas claridad como se rompía mi corazón, otra vez.
01:24
El padre de Even se acercó lo bastante como para sentir mi respiración, la cual era acelerada, muy acelerada.
Even le rogaba que no lo abriera, le decía que no había nada en aquel armario, que no valía la pena abrirlo. Pero el padre no le escuchaba, el miedo se hizo aun mas presente cuando puso la mano en el pomo, dispuesto a abrir aquel mueble. Lo giró levemente, no sabia que hacer, no podía pensar con claridad en aquel instante. Abrió la puerta, la abrió de par en par dejando a Even confuso, puesto que un abrigo gigante me tapaba por completo y parecía que ya no estaba allí.
-Lo, ¿lo ves? Te dije que no había nada!-
El padre cerró con fuerza la puerta del armario, yo seguía con los ojos cerrados así que no se muy bien que pasó después entre el y Even. Lo único que pude oír fue como su padre salia de la habitación y como bajaba las escaleras despacio.
Hubo un silencio cortante en el cuarto, hasta que Even abrió rápido de par en par las puertas, quitándome de encima aquel abrigo que me escondía. Nada mas verme llorando me abrazó, me intentó tranquilizar pero aun así no pudo hacer desaparecer el miedo que sentía.
-Lo siento, dios, lo siento muchísimo!- Dijo Even mientras se sentaba en su cama.
Se tapó el rostro con sus manos, como suele hacer cuando derrama lentamente pequeñas lágrimas, me senté a su lado pero antes de que pudiera consolarle, habló.
-Tienes que irte- Dijo en medio de sollozos. -Sal por la ventana del baño, y camina hacia el árbol que hay detrás de aquella ferretería que pasamos antes, te veré allí en cuanto salga-
No dije nada, solo seguí sus ordenes llorando cada vez mas. Salí de la habitación y me dirigí al baño. Me miré la espejo, estaba completamente rojo de tanto llorar, tenía los ojos cansados y las mejillas llenas de gotas.
Hice lo que Even me pidió y salí por la ventana, caminé hasta aquel árbol y esperé.
01:41
La calle estaba completamente sumergida en el silencio, ningún ladrido de algún perro, ni siquiera una alarma de coche, todo estaba en silencio.
-Esta bien Isak, tranquilízate- Me dije a mi mismo, puesto que aun seguía llorando.
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