Me senté en la cocina, sobre la encimera mientras veía como Even cortaba delicadamente la manzaba que iba a desayunar.
-Isak- Dijo con un tono de voz bajo para no despertar a los demás, pensé. -Tengo una idea, pero no se si te va a gustar...-
Me bajé rápido de la encimera en forma de escucha y me puse a su lado con los ojos bien abiertos, esperando a que dijera lo que tuviera que decir.
-Que pensarias si...-
Antes de que acabara su frase Eskild entró en la cocina haciendo ruido por todas partes. Even dejó de hablar y rápido siguió cortando.
Fue algo extraño que de repente dejara de hablar, ¿acaso no quiere que alguien mas se entere de lo que tenga que decirme? ¿tanto secretismo tiene?
Dejé de preguntarme tantas cosas y le miré directamente a los ojos subiendo las cejas, dando a entender que quería que siguiera hablando.
-Luego te digo- Susurró Even mirando como Eskild se preparaba su té.
Estuve toda la mañana con él, los dos tirados en mi habitación, echados en la cama y mirándonos a los ojos sin decir una palabra.
Podrían haber pasado minutos o incluso horas desde que nos tiramos en mi cama. Puede que mas de una vez se haya pasado él pensamiento de qué quería decirme Even por mi cabeza, pero no quise presionarle a hablar.
Miraba al techo y habían varias cosas que por una parte me inquietaban. ¿Como es posible que la señora que me dio a luz no comprenda que soy feliz con Even? ¿Que sea capaz de presionar a una amiga por él mismo motivo? ¿Como alguien puede ser tan homofobo?
Pero por otra parte no queria llenarme de pensamientos así de negativos cuando tenia al amor de mi vida a centímetros de mi.
Giré levemente mi cabeza y deje de mirar al techo gris, topandome con sus ojos observándome.
-¿En qué piensas?- Susurró acercándose.
Dejé que un pequeño silencio reinara en la habitación por unos segundos. Me acerqué y guiando mi mirada hacia sus labios me mordí los mios. No se por qué pero desde añoche me siento con las ganas de sentirle, con mas ganas de tocarle y estar junto a él.
Él sonrió al sentir mi mano levantando aquella camisa que se habia puesto por la mañana y rozando su piel.
-¿Que en qué pienso?- Dije moviendo la palma de mi mano hacia delante, despacio. -En lo afortunado que soy-
Even me besó lentamente y dejó que poco a poco mi mano bajara hasta su entrepierna. Sin dejar de besarnos me di cuenta de que estábamos sudando, de que tanto movimiento de mano había acelerado las pulsaciones de los dos.
Me eché a un lado, exhausto y mire a Even él cual estaba igual.
-Vaya... ¿Y eso?- Preguntó sonriente.
-No se... Me apetecía sentirme mas contigo.-
Los dos reímos y a medida que el silencio se hacia mas notar, hablé.
-Oye...- Susurre a su oido. -¿Que era lo que querias decirme antes?-
Este se levantó de la cama mirándome detenidamente a los ojos, lo que me puso nervioso, mucho.
-¿Que pasa?- Pregunté confuso.
-Quiero enseñarte algo-
Mientras decía esa frase se ponía unos vaqueros míos y una sudadera también mia, haciendo entender que quería que saliéramos de aquel piso.
Imité sus movimientos vistiendome con un jersey y unos pantalones.
Nos despedimos de Eskild y Noora, la cual seguía teniendo el sentimiento de culpa, y salimos por la puerta.
Even parecía estar emocionado por lo que tuviera que enseñarme, mientras yo no podía estar más confuso.
-¿A dónde vamos?- Pregunté mientras caminabamos por la calle Rower, una calle que me encanta.
-Ya lo verás-
Even sonreía tanto que no pude evitar hacerlo yo también. Desprendía un aire confiado que necesitaba desesperadamente después de la noche que había pasado, no quería ni pensar en lo que mi madre era capaz de hacer.
Nos paramos al llegar a un cruze, Even miraba detenidamente un edificio alto y antiguo, con balcones y con un portón gigante.
-¿Que ocurre?- Pregunté al darme cuenta que no seguíamos caminando.
-¿Entramos?-
Claramente su pregunta fue retórica ya que no me dio tiempo a contestar cuando me di cuenta de que ya estábamos subiendo las escaleras de aquel edificio.
Por algún motivo Even tenía las llaves de un piso que se encontraba en la segunda planta y mirándome con una sonrisa enorme abrió de par en par sus puertas.
No sé cómo explicar las facciones de su cara, su rostro era similar al de una niño al cual le acaban de dar un chupete, algo increíblemente adorable.
-¿Y esto?- Dije sonriendo alegremente ya que me temía lo mejor de su gran noticia.
-Isak- Dijo cogiéndome de la mano y guiándome a través de aquel gran salón. -¿Que dirías si te dijera que este piso está libre?-
Me quedé un rato en blanco, pero sin borrar la brillante sonrisa de mi boca ¿Acaso Even estaba insinuando lo que creo? No. Es imposible, es inalcanzable. Nada más que la gran puerta doble de la entrada podía costar muchísimo dinero, dinero que ninguno de los dos teníamos.
-¡Te diría que es una maravilla, que vivir aquí sería como un sueño!-
-Pues...- Contestó meneando el manojo de llaves que no había soltado desde que salimos a la calle. -Deseo concedido-
Tardé varios segundos en asimilar lo que Even trataba de decirme.
-¡Estas loco!- Logré contestar. -¿Tú sabes lo que puede costar esto?-
Even se encogió de hombros mientras sin soltarme la mano se sentaba en el borde de un gran ventanal, arrastrándome para que me sentara en su regazo.
-¿Y qué más da? Es solo una cifra, tengo mucho ahorrado, puedo empezar a trabajar cuando acabe el último trimestre y tú también, ya sabes... Ser independientes-
Sonaba increíble, literalmente era algo que no podía imaginarme. Even y yo viviendo juntos, con sueldos, nóminas y alquileres que pagar.
-Dime que no te asusta- Dijo al no presenciar ninguna palabra por mi parte.
-¿Asustar? ¿Vivir contigo?- Solté una pequeña risa la cual alivió el rostro de Even, dando a entender que aquella frase que acababa de decir no tenía sentido, ningún sentido. -Eres el amor de vida, ¿Cómo me iba a dar miedo comprartir cada segundo de mi tiempo contigo? Si es lo único que quiero-
Even sonrió acercándose a mis labios, los besó delicadamente y separándose de ellos me miró a los ojos.
-¡Hagámoslo!- Susurré a centímetros de su deseable boca.
Sonreímos los dos abiertamente y volvimos a juntar nuestros labios haciendo de aquel momento algo verdaderamente asombroso.
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||Minute By Minute|| {EVAK} TERMINADA
FanficIsak es un chico de 17 años. Como a cualquier adolescente hay varias cosas que no dejan pegar ojo: los exámenes, los rumores... Pero todo esto había desaparecido, el verdadero problema que no le dejaba dormir eran sus pensamientos hacia Even Bech, e...