Isak es un chico de 17 años. Como a cualquier adolescente hay varias cosas que no dejan pegar ojo: los exámenes, los rumores... Pero todo esto había desaparecido, el verdadero problema que no le dejaba dormir eran sus pensamientos hacia Even Bech, e...
Pude ver que Even estaba mal, mal de verdad, ¿que demonios paso en Bergen que le dá tanto miedo? Todo esto se estaba descontrolándo poco a poco al igual que mi vida. Mi vida estaba siendo un desastre, un completo desastre pero como siempre no puedo hacer nada para arreglarlo. No puedo entender como alguien puede sentirse tan vulnerable en su propia vida, no se que hacer, no se como ser feliz, no paro de pensar en cosas que no tienen ningún sentido, en cosas que hasta es probable que ni pasen, pero que aun así temo. No es bueno para nadie darle tantas vueltas a algo que no existe, ni existirá. Menos pensar, y más actuar Isak.
-PHILIP NO ME HA CONTADO NADA!!- Dije con un tono alto, el cual ninguno de los dos se esperaba oír. -Even, ¿que no quieres que sepa?-
Él seguía en la puerta sin decir nada, yo estaba delante suyo intentando que su mirada fuese hacia mi.
-Yo... será mejor que me vaya- Dijo Philip al ver el rostro dolido de Even.
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Nadie dijo nada, dejé que se fuera, esto era entre Even y yo. Philip se fue, mientras le decía a Even que por favor entrase a la casa, puesto que seguía de pie en la entrada. Este lo hizo, y nos sentamos los dos en el sillón del salón.
-Even- Dije con un tono mas calmado que el de antes. -Se que no puedo obligarte a contarme lo que pasó en Bergen porque no somos nada pero...-
Antes de acabar mi frase me interrumpió.
-Deja de decir que no somos nada, Isak!- Parecía tenso, apretaba la mandibula y he observado que eso es lo que hace cuando está nervioso. -Si te voy a contar lo que pasó en la cabaña de Philip primero debes saber todo lo que pienso sobre ti-
-Está bien- Contesté con temor a lo que Even dijera a continuación.
Cogió aire, se pasó las manos por su pelo y me miró fijamente.
-Mira, yo nunca me he enamorado, no creo en el amor o mejor dicho, no creía en el amor. Todo esto cambió por completo al conocerte, me di cuenta de que eras especial nada mas verte. He sido un cobarde, lo sé, pero tenía miedo, no miedo de que pensarían los demás, miedo de enamorarme de ti, si no me hubiera enamorado no tendría miedo de perderte, no se puede perder a alguien a quien no tienes ¿verdad? Y todo esto no para de comerme vivo por dentro y no se calma hasta que te veo, con una simple sonrisa puedes hacer desaparecer todos mis pensamientos y no se si eso es bueno, no se si eso es lo correcto. Cuando estaba con Sonja, no era feliz, sentía un vacío que solo se ocupó cuando te conocí. ¿Crees que pasaba por casualidad aquel día que nos pilló la directora? no. ¿Y cuando dije que no te había intentado besar? Era todo mentira, me he estado mintiendo todo este tiempo y el único al que no quería hacer daño ha sido al que mas daño he hecho... Se que acabas de llegar con todo el tema de la pelea, pero Isak, no entiendes que para mi, lo mas importante ahora eres tu. No puedo asegurarte que esto vaya bien pero ¿podrás perdonarme?-
Tardé varios segundos en analizar todo lo que Even acababa de decirme, pero recordé que no vale la pena pensar y controlar todo asi que contesté lo unico que sabia que era lo correcto.
-Acabas de hacerme sentir como nunca nadie lo habia hecho, puede que suene cursi- Dije en medio de una sonrisa. -Pero ha sido lo mas bonito que me han dicho nunca, claro que te perdono-
Miré a Even, me sorprendió su expresión, puesto que pensé que estaría contento, pero era al contrario. Miraba al suelo con un aire triste, sus ojos estaban a punto de soltar pequeñas lagrimas.
-¿Va todo bien?- Pregunté preocupado ante su rostro entristecido.
Él negó con su cabeza. -Ahora cambiarás por completo tu visión sobre mi despues de haberte contado lo que pasó en Bergen-
-¿Tan malo es?-
Pasó sus manos temblorosas por cada facción de su cara mientras respiraba profundo.
-Fue hace un año, yo vivía en Bergen con mi padre, Philip fue adoptado por la sheriff, éramos vecinos asi que nos hicimos amigos tan pronto como llegó al pueblo. El hace motocross asi que ibamos todos los días a un escampado que habia cerca de donde la sheriff tenía una cabaña de verano. Un dia normal, como otro cualquiera despues de clase Philip y yo fuimos a la cabaña, allí pasamos toda la tarde haciendo el bobo como siempre hacíamos. Estábamos en el sillón, viendo mis dibujos sobre sus saltos en motocross cuando me intentó besar, yo ahi no sabia que sentía, no sabía si era cariño lo que sentía hacia Philip o si me gustaba, el caso es que nos acabamos enrollando en la cabaña. Yo tenía miedo, miedo de que alguien nos viera porque por aquel entonces yo estaba encerrado en mi, no me aceptaba y fingía ser lo que no era. Pero todo fue a peor cuando escuché el sonido de una cámara en el descampado, me puse histérico, Philip intentaba calmarme pero yo sabía lo que había oído. Salí de la cabaña y no me había equivocado. Ahí estaba Stiles, un chico de nuestro instituto que se encargaba del periodico- Even hizo una pausa corta, tragó saliva y siguió contando. -Tenía una cámara con la que había sacado una foto donde aparecíamos Philip y yo besándonos, pero no fue lo tipico de un pico, estabamos sin camiseta en el sillón, uno encima del otro. Ni si quiera le dí tiempo a hablar, en la cabaña habían un montón de pistolas y yo...- Dijo mientras un mar de lágrimas se desprendían de sus ojos. -Tenía miedo, sabía que si esa foto llegaba a mi padre o a cualquier otra persona... No pensaba, mi mente estaba en blanco. De verdad que no quería hacerlo, pero mi miedo y cobardía ocupaban todo mi ser. Esa noche yo... Yo acabé con su vida-
Even rompió en llantos nada mas acabar de hablar, se tapaba la cara con sus manos pero eso no detenía sus lágrimas. Temblaba y su respiración era acelerada.
Intenté calmarle, él bajaba la cabeza así que me levanté y me puse de cuclillas en frente suyo. Nunca había estado en una situación tan delicada, Even no paraba de llorar, no sabia que decir, lo único que pude hacer ante tal tristeza, fue darle un beso. Aparté sus manos, me miró, con sus ojos azules llenos de lágrimas mientras intentaba limpiarle el rostro suavemente con mis manos, seguía con la cabeza agachada así que se la levanté un poco para estar cara a cara. Rocé la comisura de sus labios con mis dedos, me iba acercando poco a poco mientras Even seguía sin decir nada, sus lágrimas habían dejado de caer pero podía ver que en sus ojos aun había tristeza.
-Todo va a salir bien- susurré en su oído.
Me volví a sentar a su lado, él se secó las últimas lágrimas que habían caído y me miró.
-Isak, sé que hemos pasado por muchas cosas, las cuales todas han sido por culpa mía, pero nunca planeé enamorarme de ti, nunca pensé que llegaría a tal punto de no poder dejar de pensar en ti, pero no quiero hacerte daño...-
-No me vas a hacer daño!- Le interrumpí.
-Ya lo he echo- Dijo acariciandome el ojo, el cual seguía morado. -No puedo verte así sabiendo que yo pude ayudarte y no lo hice. No quiero hacerte mas daño y aunque me duela muchisimo decirlo, no creo que debamos seguir estando juntos-
-¿Como? ¿Esto es por tu padre?-
-Pues claro que no es por mi padre! Es por ti! ¿No entiendes que no soy lo suficientemente bueno para ti?-
Se levantó pero antes de que se fuera le cogí de la mano. No podía volver a pasar por esto, no así. Me levante del sillón sin soltar su mano.
-Even, si cruzas esa puerta- Dije mientras los ojos se me iban llenando de pequeñas gotas. -Si la cruzas se acabó-
