Isak es un chico de 17 años. Como a cualquier adolescente hay varias cosas que no dejan pegar ojo: los exámenes, los rumores... Pero todo esto había desaparecido, el verdadero problema que no le dejaba dormir eran sus pensamientos hacia Even Bech, e...
Parpadeé unas cuantas veces ante la luz que se colaba por la ventana de mi habitación. Me aclaré la vista y me topé con sus ojos azules mirándome fijamente y con su sonrisa de oreja a oreja.
-Buenos días- Susurró.
-Buenos días-
Me acurruqué en su pecho cuando empezó a hacer caricias en mi pelo, levanté el rostro y me besó, la verdad es que estaba feliz de estar con él, no quería apartarme de su lado, ni ahora ni nunca.
-Isak- Dijo mientras seguía haciéndome caricias. -Tengo que decirte algo-
-¿Que pasa?-
Even parecía preocupado, parecía que lo que me tenía que decir iba a destruir toda la felicidad que por fin teníamos.
-Mi padre...-
No pudo acabar la frase antes de que Eskild interrumpiera en mi habitación.
-Isak, no me mates- Dijo con un tono burlón. -Le dije que no querías verla-
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-¿Quien es?- Pregunté preocupado.
La espera se hizo corta puesto que nada mas decir esas palabras mi madre apareció entrando por la puerta, viéndonos a mi y a Even en la cama.
Eskild se apartó y se fue dejandonos a los tres en una situación muy incómoda.
-Pensé que estabas sólo- Comentó mi madre.
-Te dije que no volvieras- Susurré.
Dios! Era la peor situación en la que había estado, no es porque esté en la cama con un chico, si no porque mi madre no se iba a ir hasta que hablara con ella.
-Even, esta es mi madre- Dije borde. -Mama, este es Even-
-Hola, encantado!- Contestó él amablemente, aun sabiendo todo lo que mi madre había hecho.
-Igualmente- Se quedó de pie delante de nosotros unos segundos sin decir nada, hasta que habló diciendo la frase que mas temía. -Isak... ¿Podemos hablar?-
Yo asentí mientras me levantaba de la cama, yendo a la cocina acompañado de mi madre.
-¿Que?- Dije al estar los dos solos.
-Me alegra que por fin conozca a uno de tus amigos-
Solté una pequeña risita al oír su comentario, la cual le causó un cambio en su rostro.
-Mama, Even es mi novio-
Se quedó un rato callada. Me importa una mierda lo que piense, puede que sea mi madre pero no ha estado ni estará nunca en mi vida así que me da igual lo que diga.
-Ah...- Dijo en medio de una especie de suspiro. -¿Cuan, cuándo te diste cuenta de que eras...?-
