Capítulo 7

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A la mañana siguiente, Emma entró en el cuarto de Blanca junto a Bady.

El perro de la familia corrió hacia la cama de Blanca, subió encima y la despertó a lametones.

Emma observaba la escena riéndose a carcajadas.

-Está abajo Ángela, mamá la invitó a venir - informó aún con una sonrisa.

-¿Ángela? -preguntó incorporándose con Bady en brazos - Vale, ya bajo, llévate a este torbellino.

-Vale, - aceptó haciéndole un gesto al perro para que saliera - vamos fuera Bady -Dijo saliendo de la habitación.

Blanca se vistió rápidamente y bajó a desayunar para no hacer esperar más a su amiga. No entendía muy bien por qué su madre había decidido invitarla así sin avisar, aunque bueno, Ángela era como de la familia, ambas iban de casa de una a la de la otra constantemente.

Su madre había preparado un buen desayuno que disfrutaron entre las tres y tras una larga y agradable charla entre las tres, las dos amigas salieron a dar una vuelta con Bady.

-¿Que tal ayer con Ismael? -preguntó Blanca atreviéndose a sacar el tema tras cinco minutos de paseo.

-Genial - respondió Ángela con una tímida sonrisa mirando al suelo.

Blanca sonrió también. -Al final nos fuimos cada una con un chico y no nos hicimos ni caso - comentó. 

-La verdad es que sí - reconoció aún con timidez.

Ángela no parecía muy a gusto con aquella conversación y ambas se quedaron en silencio hasta que cambió de tema.

-He pensado que podríamos ir mañana a comprarnos algo de ropa para la fiesta - propuso la pelirroja.

-¿Ya? - se extrañó su amiga por las prisas.

-Quedan menos de tres semanas, Blanca, luego se nos echa el tiempo encima.

-Es verdad... - afirmó pensativa. Tantas cosas rondando por su cabeza hacían que viera el baile como algo bastante lejano: exámenes, trabajos, la competición, los entrenamientos, Lucas...-Bueno, pues... vale, ¿mañana por la mañana? - propuso.

-Hecho - aceptó emocionada. 

Se hizo otra vez el silencio entre ambas cuando tuvieron que pararse en seco por demanda de Bady, que habría elegido por fin un lugar idóneo para evacuar.

Blanca se agachó a recogerlo y se aproximo pensativa a una papelera cercana para depositar la bolsita con las heces. Quería contarle a Ángela todo lo ocurrido la tarde anterior pero no sabía cómo. Temía un poco a su reacción.

-Esta tarde en el entrenamiento estará Lucas - informó volviendo a posicionarse a lado de la chica.

-Por mí genial - habló con una ligera sonrisa pícara - Y... ¿me vas a contar qué tal ayer?

Blanca miró a su amiga un instante. A Ángela le gustaba saber pero no contar.

En pocos segundos aquello se convirtió en la típica escena de dos mejores amigas comentando la conquista ansiada de un chico por parte de una de ellas, pero según Blanca fue avanzando en su relato, los gestos de su amiga cambiaron por completo, estaba totalmente incrédula.

-¡¿Cómo?! - exclamó interrumpiendo - ¿Y qué vas a hacer? - preguntó con ansia.

-Ya te he dicho lo que él me explicó, y... - Blanca se pensó la respuesta durante unos segundos mientras observaba los movimientos de Bady concentrado en olfatear por todo el trayecto.

El septiembre que nos sobra y el agosto que nos falta © TERMINADA | EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora