Capítulo 6

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-Joder - susurró Lucas.

-¿Qué? - se sorprendió ella.

-No mires - la sujetó de los hombros - vamos dentro de tu casa.

Blanca le miró entre asustada y sorprendida.

Caminaron hacía la puerta mientras él intentaba que no le vieran, estaba nervioso.

Fueron a la puerta y ella sacó las llaves que a punto estuvieron de caerse de sus manos, abrió, entraron y cerró rápidamente.

Lucas avanzó hacia el interior de la casa y Blanca se quedó con la espalda apoyada en la puerta.

-¿Quiénes eran? - preguntó mirándole con cara casi de enfado tras unos segundos de silencio. 

Mientras esperaba respuesta se acercó a la mirilla y pudo reconocerlos, era el mismo que se peleó con Bruno seguido, posiblemente, por chicos que le acompañaron ese día, pero ya no eran cinco los que le acompañaban sino cuatro. 

Se alejó de la mirilla y le contempló de nuevo exigiendo una respuesta.

Lucas la miró  con gesto serio pero no pudo sostener la mirada y tampoco contestó.

- Contesta - ordenó.

Pero él no parecía muy dispuesto a obedecer.

-¿No están tus padres? - preguntó tras unos segundos.

-No, habrán salido - contestó seria.

-Vamos a sentarnos y te explico - propuso dándose media vuelta.

Blanca le adelantó para guiarle y él la siguió hasta el salón, donde se sentó en frente de ella, que comenzó a hablar mientras se acomodaba.

-Ricardo, ese chico, vino ayer a la pradera con los que le acompañaban ahora y se pegó con Bruno.

Lucas la miró algo apenado. Sintió una fuerte presión en el pecho.

-Bueno, no, no vino con los mismos que ahora, ayer había uno más - añadió Blanca sospechando.

Él suspiró y bajó la mirada.

-Contesta, Lucas ¿De qué les conoces?

-Somos amigos - respondió escueto.

La chica se cruzó de brazos - He dicho que me expliques quiénes son, no que me mientas.

-Vale, - la miró - ayer yo estaba allí cuando pegaron a Bruno, yo fui el que te sujetó para que no te metieras - confesó de golpe sin pensárselo más.

-¡¿Qué?! - exclamó frunciendo el ceño en un gesto de incredulidad inclinándose hacia delante.

-Déjame que te lo explique - pidió con cara de no haber roto un plato.

Blanca le apartó la mirada con indignación y algo de decepción.

-Tú me conoces hace ya bastante tiempo y sabes que tengo algunos problemas en casa y en el instituto...

-Sí - afirmó contundente.

-Pues verás, hay uno de los chicos del grupo de Ricardo que conozco desde el colegio - hizo una pausa para humedecerse los labios y pensar un instante cómo seguir. - Al llegar al instituto no conocía a nadie así que me empecé a juntar con ellos; aunque me sacan dos o tres años la mayoría, pero me aceptaron en el grupo y empecé a salir con ellos y eso... la cosa es que yo no sabía que eran así - tragó saliva - Están siempre metiéndose en problemas pero al principio... no sé, me divertía con ellos, pero cada vez van a peor y una vez que entras en ese grupo... es muy difícil salir porque ellos no te dejan. Además, la mayoría tenemos deudas con Ricardo, deudas que no podemos pagar fácilmente - explicó con calma. -Y eso es lo que le pasó a Bruno... quiso irse el año pasado, y lo hizo, pero ahora estas son las consecuencias... Ricardo está loco, es muy agresivo y dice que Bruno sabe demasiadas cosas además de la cantidad de deudas que tiene con él.

El septiembre que nos sobra y el agosto que nos falta © TERMINADA | EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora