Tan niña y tan mujer.

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Narra Hank:
Era temprano cuando desperté, noté un considerable peso en mi abdomen y mis piernas, recordé a Max.
Cuando miré hacia abajo, la encontré abrazándome, era humana, y aún con su escaso metro cincuenta, seguía pareciendo un enano a mi lado.
Sonreí, toqué su hombro y la moví un poco para que despertara, se quejó y empezó a abrir los ojos.

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Estaba en el campo con mi familia, todo era tan pacífico, con mi hermano jugamos al fútbol, mamá estaba ahí, y sonreía, todo era rodeado por una luz dorada, tan linda,tan linda..
No quería que se terminara , y se terminó.
Sentí como sacudían mi hombro y quise abrir los ojos.
Al despertar completamente, me encontré a Hank, mirándome con una sonrisa, casi divertido.
Caí en la cuenta de que había dormido en su habitación, era normal que buscara una explicación.

—Hola..— no podía mirarlo, estaba nerviosa, no sabía como explicarselo, sonaba tan tonto en mi mente que me avergonzaba—.. lo siento...debí avisar..—estaba avergonzada.

—Qué pasó Max?, Estas bien?—preguntó—anoche cuando me desperté te vi dormida aquí, no quise despertarte pero me preocupé,..—

—Lo siento azul.. es que anoche me asusté por una tontería y no quería dormir sola.. no quería molestarte..—tal vez estaba molesto...

—No me molesta Max, pero dime ¿qué pasó?..—

—Desde lo de Cuba, tengo pesadillas todas las noches, y anoche pasó algo que me asustó mucho,..pensé en ir con el Profesor, pero  esta bastante intolerante últimamente y se molestaría conmigo, así que vine aquí y eso es todo..—

Hank suspiró, parecía dudar de que hacer ahora, hizo un dudoso intento de abrazarme, pero desistió.
—Dejaré que te cambies, yo iré a preparar el desayuno—sonreí y escapé de ese momento tan incómodo.
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Narra Hank:

Estaba esperando una respuesta de parte de Max, parecía avergonzada, y por primera vez en mi vida ví a Max , actuando de manera tímida, era extraño.
Aquella hiperactiva y lanzada chica a la que estaba acostumbrado, era ahora una niñita tímida y avergonzada de haber dormido conmigo, y trataba de disculparse a toda costa. De cierta manera me parecía muy tierno,

—Lo siento ,no quería molestarte— no me molestaba, me extrañó ,por supuesto, pero no me molestaba, era mi amiga, no me molestaría por algo tan simple.

Cuando me dijo de las pesadillas me preocupé, no parecía ser la típica chica que tenía pesadillas, era casi increíble para mi, que de esa chica tan fuerte y decidida, salieran las palabras 'tengo pesadillas', pero supongo que detrás de esa fachada inquebrantable, seguía habiendo una simple niña, y si, digo niña, porque para mi lo era, yo le llevaba 7 años.
Quise abrazarla, pero nunca lo había hecho, y nos incomodamos los dos, ella decidió ir a preparar el desayuno.

A veces tan mujer y a veces tan niña,
Tan mujer como para hacerse cargo de dos hombres difíciles de entender y una gran mansión, y tan niña como para emocionarse por un nuevo episodio de Stark Trek, o tener pesadillas.

Sin dudas está muchachita era muy peculiar, pero peculiar bien.

Su peculiar forma de vestirse, bien en contra del estereotipo establecido para la mujer, su divertida forma de ver y enfrentar el mundo con una gran sonrisa sin prejuzgar nada ni a nadie, aunque en su interior se estuviera derrumbando, su sonrisa y su humor no se iban.
Sin dudas alguien que admirar.

Cuándo bajé, estaba Charles sentado en el sofá, mirando televisión, y Max cocinaba para nosotros, había que admitir que el aroma era tentador para cualquiera.
Dí los buenos días a Charles y pregunté como había amanecido,
—Como siempre— contestó. Rodé los ojos, no quería empezar mal el día.
Quise ayudar y puse los platos y cubiertos, y me senté a esperar el desayuno.

—Charles, donde comerás? Te llevó el desayuno al sofá?— preguntó con amabilidad Max.
—Si Maxi, comeré aquí— afirmó Charles sin darle importancia.

Max se había acostumbrado al desinterés del profesor, sin embargo , jamás desistió en su amabilidad hacia él,me daba pena , porque siendo que nos trataba como a dos reyes, a Charles ni siquiera le importaba.
—Charles, porqué no intentas comer con nosotros?— pregunté.

—Hank están dando algo interesante en la TV, vengan a comer ustedes conmigo si quieren.—

Max dirigió su triste mirada hacia mí, como rogando que no siguiera insistiendo.
Maxi nos sirvió a los tres, y a Charles le llevó el desayuno a la sala.
Fue un desayuno silencioso.

Pares Impares Hank McCoy / OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora