Pares Impares Hank McCoy / OC

Raven

V.P.D Hank:

La duda de saber cómo morí en el futuro me carcomía, y me hacía perder el sueño en las noches, Max trataba de convencerme de que era algo tonto e innecesario de saber, pero era más fuerte que yo, fui a preguntarle a Logan y su respuesta me lleno de sentimientos encontrados.

"Tu mueres salvando a tus hijos de un centinela que iba por Henry."

Al menos morí salvando a mi familia. Al llegar a mi habitación encontré a Max en ella, despatarrada en la cama, sonreí para mí mismo, esa mujer no tenía remedio que valiera. Era extraño referirme a Max como mujer, para mi seguía siendo la atolondrada de siempre, no una mujer, era solo Max, mi Max y si, digo mi Max porque prácticamente me adueñé de ella cuando empezó a dormir conmigo porque se volvió indispensable en mi día a día, me sentía casi enfermo cuando por milagro de x Dios se iba a dormir en su cuarto, me hacía sentir vacío.

— Max, hazte a un lado que es mi cama.—

— Mmmm no. —dijo remolona y con voz ronca.

Al decir esto supe que no se saldría de mi lugar, no me quedó más remedio que agarrarla de la cintura y tirarla al otro lado de la cama mientras oía sus quejidos de mezquina por no querer darme mi lugar, volví a sonreír, era imposible que ella no robara indiscriminadamente mis sonrisas involuntarias.

— ¿Fuiste a preguntar sobre tu muerte, verdad? —

— ¿Cómo sabes? — estaba estupefacto, ¿Cómo mierda se enteraba de las cosas que yo hacía?

— Te conozco lo suficiente como para saber que no me harías caso de no preguntar. —

Reí de lo ridículo que eso sonaba y de lo cierto que era, Max me había aprendido todas las manías hacía mucho, y sabía incluso antes que yo las cosas que pasaban por mi cabeza.

— ¿Me contarás? — preguntó curiosa.

— Creí que no querías saberlo. —

— Si sé de qué morirás al menos podré hacer algo para que no suceda.— dijo tan sencilla como si me hubiera dicho la cosa más banal del mundo.

— Moriré salvando a mis hijos y a un tal Henry...— suspire ante la idea de morir, porque aunque no quisiera admitirlo me daba cierto repelús.

Al mencionar el nombre de Henry, Max prestó más atención y pareció sorprendida.

— Henry es mi hijo Hank, ¿Recuerdas? Logan dijo que mi hijo se llamaba como tú.—

Sorprendentemente tenía razón, Max llamó a su hijo como yo, y lo había olvidado por un segundo.

Ya tarde por la noche me dejé a Max durmiendo y me fui a la sala de grabación que tenía en una habitación aparte de la casa donde tenía mis VHS de Star Trek y aparte grababa en tiempo real todas las noticias referidas al programa Trask Industries y la intervención de los Estados Unidos con respecto a la aparición de nosotros en nuestras formas mutantes en Paris.

Mientras distraído miraba el episodio The Naked Time de Star Trek grabado en el televisor n°2 grababa las noticias cuando escuche en el televisor n°1 el noticiero que daba el reporte de los sucesos en Paris y de cómo el Presidente Nixon pondría medidas para controlarlo obteniendo la ayuda de Bolivar Trask.

Al escuchar un barullo fuera de la casa, me levante de la silla y me asomé por la ventana, al no ver nada y seguir escuchando sonidos provenientes del exterior, bajé y fui a abrir la puerta principal para ver que ocurría, grande fue mi sorpresa al descubrir a Raven entrando por la puerta del servicio a hurtadillas.

Mi corazón por un momento se detuvo y dejé de pensar racionalmente, mi primer instinto fue preguntarle qué era lo que hacía escondiéndose en su propia casa.

— Hola Hank...Bueno yo...supongo que me di cuenta, de que no tengo a donde ir.— dijo avergonzada.

— Despertaré a Charles... —

— No!... no, por favor, quédate— Al decir esto mi corazón dio un vuelco, ella tan tranquila entro a la casa y paso por mi lado dejando un rastro de ese aroma dulce que la caracterizaba, me ardía la cara, eran los nervios que me carcomían, ella siempre tuvo el poder de ponerme nervioso. Cerré la puerta tras de ella y nos adentramos a la sala y ella me pidió que currara su herida de bala en la pantorrilla. Muy nervioso accedí, traje el botiquín y muy suavemente me dedique a curarla mientras nos hundíamos en un silencio eterno:

— No deberías caminar así— pronuncié.

— He sufrido peores... —dijo mirándome con esos tan azules que me volvían loco.

— Llevas tantos años viviendo aquí Hank...— dijo melancólica.

— Alguien debía cuidar de Charles y la casa Raven, sabes... él te extraña.—

— Extraña a quien era, pero no...ya no soy la persona que esperan —

— Yo también te extrañe...— dije entre un suspiro nervioso.

Ella me observo detenidamente y pronunció:

— ¿Ahora eres así todo el tiempo?— suspiré al recordar mi forma azul, la odiaba, y ella me la recordaba con anhelo. Haciéndome el desentendido pregunte:

— Si, ¿Cómo?—

— Así— dijo acariciando mi rostro

— Bueno, no... aplico una inyección en la mañana de la vacuna y aplico otra si algo me perturba—

— ¿Te perturba?—yo estaba muy nervioso, sudaba y sentía mi respiración entrecortarse, y ella se seguía acercando.

— Bueno...eh... pues si algo me enoja o altera... si hace revelar mi impulso salvaje...— la respiración se me escapaba, mis manos sudaban y sentía mi sangre hervir.— generalmente me resisto...— susurre mirando sus carnosos labios.

— Tal vez no deberíamos resistirnos a las cosas que son naturales para nosotros...— pronuncio suavemente acercándose cada vez más a mi rostro. Tomó mi rostro entre sus manos y comenzó a besarme suavemente y acostándome en el frio piso, que en ese momento me parecía cualquier cosa menos frio. La intensidad de los besos fue aumentando y con ello mis instintos empezaron a aflorar, me resistía a mostrar mi verdadera forma mientras que ella simplemente se dejó llevar ante la emoción del momento, cuando no pude más mi verdadera forma azul y peluda salió a flote, tomé el trasero de Raven entre mis manos y lo apreté con ganas, finalmente tenía a la mujer que más había deseado y querido durante tanto tiempo, arriba mío besándome y llevándome al cielo y de vuelta.

N/A. hola! lamento haber tardado tanto en actualizar la escuela no me deja mucho tiempo de ocio, ademas de que las escenas medianamente sexual-izadas me provocan una extrema incomodidad ,así que me disculpo, tenía que prepararme mentalmente para dar ese paso

Gracias.