Las horas se me hacían eternas en el avión, me dormía por momentos pero cuando despertaba me aburría, ya había terminado mi libro de Julio Verne, 20.000 leguas de viaje submarino. Ya no sabía que hacer.
Mi trasero estaba acalambrado y adormecido,no sentía mis piernas y no nada de sueño.
Pensaba en que estarían haciendo mis hombres, Charles seguramente dormía, y Hank tal vez hacía lo mismo.
También se me venía a la mente mis hermanos y mi padre, hacia 5 años que no los veía, Michael seguramente se me haría irreconocible, dejé de verlo cuando apenas y tenía 7 años.
Había pasado dos años en Francia antes que Charles me reclutara.
Mi padre, aquel hombre tan sabio y testarudo, lo recordaba con barba, una rubia y espesa barba que cubría casi por completo su boca, alto y robusto, casi como un armario, siempre de boina, y con ropajes marrones u ocres. Ese era mi padre, y así esperaba encontrarlo, deseaba que nada haya cambiado.
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El vuelo había llegado a su término, al retirar las maletas me dirigí hacia las puertas.
Al salir examiné un poco el lugar, era lindo, bastante frío, incluso para ser verano.
Al salir un poco más para el parque que había en el aeropuerto, ví un cartel que en mayúsculas decía "MARGO TE EXTRAÑAMOS", al acercarme más pude ver a los tres tontos que sostenían el cartel, Anthony Samuel y Alexander, mis tres hermanos preciosos, sin pensarlo demasíado, corrí a su encuentro, al verme soltaron el cartel y vinieron a abrazarme.
El ególatra de Tony lloraba, yo lloraba, no podía creer cuánto habían crecido.
Eran mis pichones y estaban tan grandes!.
Nos envolvimos en un abrazo los cuatro,lágrimas caían por mis mejillas mientras agradecía a Dios verlos de nuevo, tan grandes y tan sanos.
—Margo te extrañamos tanto— sollozaba Anthony
—Tony no seas bolasero,no llorés!——No lo retes pobrecito! Ya vamos, no puedo esperar a ver a papá y a los chicos!—
Al llegar al estacionamiento del Aeropuerto Internacional de Munich Franz-Josef Strauss, mis hermanos se dirigieron hacia una Ford F100 del 56', preciosa de un color celeste.
—Es suya?—
—De Fred y George— aclararon
—Ahh —dije saliendo de mi ensoñacionEl viaje a casa nos lo pasamos entre risas y anécdotas,pude notar que estábamos llegando a casa cuando ya en la ruta solo se veía campo.
Respiré dichosa, me sentía en casa, este era mi lugar, mi paz.
El gran y glorioso campo, papá desde pequeña me había enseñando a mi y a mis hermanos a amarlo, por su tranquilidad y por su fructífera tierra, el aire parecía más limpio y más fresco en el campo.
A lo lejos veía como nos acercabamos a la estancia, chacra, o finca,( como le quieran llamar) de mi familia.
Una enorme arboleda que formaba un camino se adentraba unos 400 metros hasta llegar a la casa, una casa rústica muy grande, con ventanas en las que sus postigos eran el pilar para que enredadizas rosas se prendieran.
Era mi hogar, al adentrarnos en el camino de pinos, mi hermano Alexander empezó a tocar el claxon para avisar de nuestra llegada.
A la distancia podía apreciar como salían mis hermanos apresurados, y empezaban a saltar y a gritar.
Mis ojos se inundaron de lágrimas al verlos a todos, solo podía sonreír, me dolían las mejillas de tanto hacerlo.
No alcanzaba ver a mi papá, cuando salió por fin de dentro de la casa, con sus anteojos y un delantal puesto.
Al estacionar salí disparada de la camioneta para abrazarla a todos.
No me importaba nada más, verlos a todos, para mi era el mejor regalo luego de haber pasado 5 años sin verlos.
—Margo!!— Gritaba Michael
—axi!!— Freddy y Georgie me elevaron en el aire y me daban vueltas, Michael , Luke y Maximus se peleaban por abrazarme,
Cuando pude saludar a todos y calmarlos un poco busqué con la mirada a mi novio, mi adorado hermano mayor y a mi padre, ambos estaban de brazos cruzados mirando la escena con una gran sonrisa. Eran tan parecidos.
Yo solo podía llorar, corrí a abrazar a papá y a mi hermano, lloraba como una niña, por un momento sentí que volvía a tener 5 años, cuando solía llorar cada vez que papá y Charles volvían de algún viaje largo.
—Mi patito no llores ya estás en casa, mi ángel haz crecido tanto— Charles me trataba de calmar. No podía , habían sido tantos años, años en los que añoraba volver a dormirme con los cuentos de papá, en salir en las mañanas a buscar los huevos de las gallinas ponedoras acompañada de Charles, en comer naranjas en el sol con todos a la hora de la siesta.
Era Argentina hasta la manija, eso sin duda, todos nosotros lo somos. Esta estancia era un paraíso argentino en plena Alemania.
Mi padre me miraba con una infinita ternura, aún no había pronunciado palabra, parecía que si hablaba rompería a llorar,
—Papi habláme— rogué
—M'ija .. —sólo eso pude decir, que sus contenidas lágrimas se derramaron, jamás había visto a mí padre llorar,
—No le vuelvas a hacer esto a tu pobre padre m'ijo querido —
—Perdón Papi, perdonáme, no quería hacerte llorar papá perdonáme.—
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Luego de la emotiva bienvenida, nos sentamos afuera en los bancos que papá había hecho cuando yo aún era pequeña,
Charles empezó con el interrogatorio cuando todos ya estábamos sentados y con el mate preparado.
—Patito que has hecho en todos estos años, a penas has llamado, —preguntó consternado mi Carlitos.
—Pues, he hecho bastante,— de mi mochila saqué una carpeta gorda que contenía todos mis reconocimientos científicos y mis certificados de Biomecánica y Licenciada en Genética ,le entregué la carpeta a papá.
El extendió su mano y alcanzó la carpeta ,al ojearla me dió una mirada cómplice y espetó:
—No esperaba menos de mi hija. Estoy muy orgulloso Señorita Licenciada en Genética Y Biomécanica, mi hija.— Mi algo en mi se regosijó de gusto y mi pecho se infló de orgullo, mi papá estaba orgulloso de mi.
Al decir esto ví como mis hermanos abrían sus ojos de asombro,Charlie me miró con una gran sonrisa y asintió.
—En serio Maxi? Hiciste todo eso en estos 5 años?— Preguntaba con inocencia Michael.
—No Mich, eso lo hice en los dos años que estuve en Francia, luego fuí con el jóven Charles Xavier y su escuela de mutantes a intentar salvar al mundo de la Tercera Guerra Mundial, recuerdan lo que pasó en Cuba?. Ahí estaba yo y mis amigos, trabajamos un año completo para el gobierno de los Estados Unidos de América.—
—Estos dos últimos años eh estado viviendo con Charles y Hank, el científico de la escuela, la escuela de momento cerró pero pensamos re-abrirla en cuanto podamos— expliqué.
Todos mis hermanos estaban boquiabiertos
—Salvaste al mundo de una guerra??!! —Gritaron los gemelos Fred y George.
—Si grandotes, así es,yo y mis amigos hicimos eso,—
—Escuela de Mutantes..? —Preguntó pensativo mi ángel Mich.
—Si Mich, son gente como nosotros, el mundo está lleno de gente con diferentes habilidades y dones, así como yo y como tú Mich, por que Mich, tu eres como yo, verdad ángel??— Pregunté con gentileza—Eso creo Margo..— confirmó mi pequeño.
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Pares Impares Hank McCoy / OC
أدب الهواةCharles Xavier ,Erik Lennsher y su equipo están buscando mutantes para derrotar a Shaw, el profesor recluta a una antigua amiga suya que cambiará la vida de un importante x-men