Pares Impares Hank McCoy / OC

Noche de Fiesta

Anoche la pasé fatal, no pude dormir ni un poco, se hacía notar la ausencia de Max, me había acostumbrado a ella.
Me levanté en medio de la noche para ir al baño y aproveché para recorrer la casa, revisé que Charles estuviera bien y para mi sorpresa ,estaba despierto.
—Estas bien?— Pregunté extrañado.
—Estas bien tú? Contestó altanero.
—Si, fuí al baño, por qué lo dices?—
Charles si me dedicó una mirada arrogante y burlesca y siguió bebiendo
Solté un suspiro de resignación y volví a mi habitación, no tenía nada de sueño, me tiré en la cama a leer un poco sobre cómo hacer el sistema de cableado que habíamos ideado con Max.
Cuándo quería la ratilla tenía ideas muy buenas.
Hoy no la había llamado, ayer ella mencionó que estaba muy bien, se la escuchaba contenta así que decidí no molestarla hoy.
Aún estando tan lejos se seguía preocupando por nosotros.
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Los días habían pasado y ya era viernes, es día pasó completamente normal y aburrido, a decir verdad toda la semana había sido aburrida.
Por la tarde Charles me llamó y me dijo:
—Prepárate , esta noche salimos Hank, ya necesito distracciones! Tal vez encontremos algunas chicas—

Este brusco cambio de ánimo, me impresionó, de estar deshecho y completamente dependiente a decidir salir por unas chicas ,era extraño. Incluso hasta para Charles.
Luego de pensarlo llegue a la conclusión de que tal vez quería distraerse y reemplazar a Moira por alguna que otra libidinosa de algún bar. El pobre hombre estaba tan quebrado que necesitaba a alguien que ocupará ese lugar, aún que solo fuera por unas horas.
Dejé de pensar en eso y puse mi mentalidad en que iba a ponerme, porque Sí, me gusta vestirme bien.
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Ya estaba listo para salir, me había puesto un básico, que nos salva a todos, La camisa blanca.
Charles ya estaba listo también y se disponía a llamar un taxi que nos llevará a destino.
—A dónde vamos Charles?—
—Un bar que solía frecuentar con Erik, es tranquilo y hay chicas que son ...una simple belleza. —Vaya, estaba muy seguro de si mismo,

Al llegar al bar, nos sentamos en la barra principal y pedimos una cerveza y un whisky seco, Charles al parecer no perdía el tiempo y ya estaba mirando a las jóvencitas bailar Pole Dance,
—Charles ,hermano, no seas rastrero —exclamé con disimulo.
—Déjame Hank, ya la mayoría son mayores, es completamente legal— musitó con sorna.
Tuve que reírme de lo inmoral que eso me parecía y más aún viniendo de un profesor.
—Que dirían tus alumnos Charles—
—Yo no tengo alumnos.— cortó en seco.
—Lo que digas Charles..—
Continúe observando a mi alrededor y bebiendo mi cerveza, sin darle demasiada importancia a las señoritas de escenario, siendo sincero incluso me avergonzaba de verlas, no concebía pensar que esas mismas señoritas que no parecían ser mayores que Max, cobraran por tener sexo con ancianos depravados, o en este caso, con drogadictos como Charles.
Las horas pasaban y yo ya iba por la sexta cerveza, mi mente empezaba a jugarme malas pasadas.
De pronto ,desde una habitación V.I.P. ,divisé a Charles saliendo con dos señoritas,aparentemente iguales , dirigiéndose hacia mí.
—Hank ,amigo, déjame presentarte a las señoritas que pasarán el resto de la velada con nosotros,— anunció sonriente— ellas son las hermosuras Vanessa y Marissa, por si no lo haz notado, unas ardientes gemelas,—
—Es un placer señoritas—, musité
En cuanto reparé en el asunto, Vanessa,creo,ya estaba subida a mi, lamiendo mi cuello,
—Cariño más lento, ni siquiera te conozco— la separé un poco de mi
—No hace falta conocerme bonito, Charles ya arregló con nosotras— gimió aquella despampanante rubia.
—Vamos Hank, hoy nos divertirnos en casa—

Yo estaba tan alcoholizado que no sabía ni donde estaba. No estaba acostumbrado a tomar.
Al llegar a casa, aquellas rubias nos fueron manejando hasta llegar a la habitación más cercana, en la cual tuvimos el más desenfrenado sexo que recordaba haber tenido en años.