Trastornos alimenticios

Etapas / Fases

Fases, etapas. Hablemos de las famosas y renombradas fases y etapas de una crisis. ¿A qué se debe el surgimiento de este tema? Para ser sincera a ningún motivo en específico, simple mente quiero hablar de ellas. No soy doctora ni psicóloga para clasificarlas, y mucho menos para explicarlas. Pero estoy calificada para hacerlo, o por lo menos me siento calificada. 

¿Qué me califica? mi experiencia, el hecho de que ya las viví, o las estoy viviendo. Voy a dar mi punto de vista. Después de todo, ¿Por qué no hacerlo? Tal vez salga algo positivo y los ayude.

Los ayude un poco a comprender a los demás, a comprenderse a ustedes. Espero a que me ayude a comprenderme a mí, a encontrar en que etapa estoy. ¿Y por qué no también a encontrar una salida? ¿o tal vez encontrar una solución?

Incredulidad, mejor conocida como negación. "¡Maravillosa etapa!" (si entienden la ironía). En la que parecemos niños que no quieren resignarse a que les toca crecer. Nos aferramos con todas nuestras fuerzas a lo primero que encontramos. Incluso a esa idea vacía o fantasía. No importa cuantas veces nos lo repitan, nos negamos a escucharlos, a creerlo. 

Es como sentarse bajo un árbol de navidad esperando ver a Papa Noel, aunque ya muchos te hayan dicho que no existe. Y en tal caso es comprensible, porque no aferramos a algo lindo. A una ilusión, una fantasía infantil. La cual no queremos dejar ir porque implicaría perder algo significativo en nuestras vidas. No es solo el hecho de que no exista. Es que el hecho de que no exista implica un cambio en nosotros, una perdida. El despedirse de esa etapa, tan linda llamada infancia y comenzar a madurar, tener mas responsabilidades, desde entonces nada es igual. Por lo que es comprensible que uno se niegue y finja o intente fingir que nada ha pasado.

Pero en nuestro caso ¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué negamos ? ¿A qué es a lo que intentamos aferrarnos? Como es sabido por mas que te diagnostiquen obesidad "de un momento al otro". No implica que no lo hubiéramos sabido antes, muchas veces no necesitamos un doctor para darnos cuenta. No necesito un doctor para entender mi condición. Tengo antecedentes, tengo señales, grandes señales, que gritaban a mil voces lo que ocurriría, que gritan a mil voces lo que ocurre.

También es obvio que nadie sube masivamente de peso de la noche a la mañana, lo que quiere decir que cuando el doctor da su diagnóstico, nos duela o no, no es del todo una sorpresa. Es algo que aunque sea presentíamos. Eso no le quita gravedad, pero no es tan impredecible como que nos digan de repente que tenemos alguna enfermedad cardiaca, o algo similar. Aunque a veces ambas noticias llegan justas.

¿Qué es lo que negamos? Yo creo que negamos la palabra del doctor. Así tal y como se escucha, no es lo mismo que nosotros nos consideremos de cierta manera, a que lo haga un doctor. No sé exactamente si es por su título o posición pero su palabra tiene mayor efecto sobre nosotros, o por lo menos en mí. Sus palabras pueden caernos encima como una bolsa de 100 kilos de cemento directo a nosotros, o una pequeña pluma que nos acaricia el rostro como en un esperado gesto que indica que todo va estar bien. En mi caso mayormente siempre es la primera opción. Porque una cosa es que lo diga yo, y otra muy distinta es que lo repita un doctor, que lo confirme. Es como que un juez falle a favor de tu cadena perpetua y automáticamente nos etiqueten como "obesos", es extraño es como si ahora todos lo supieran aunque antes lo ignoraban.

¿A que intentamos aferrarnos? Sencillo como ya explique intentamos aferrarnos a esa fantasía de "No lo veo no lo ven". Creo que nos molesta que el doctor lo confirme porque lo convierte en algo serio, algo "real". Algo de lo que hay que preocuparse, es como si le otorgara el titulo de enfermedad a nuestro problema diario. Es cuando sabemos todo lo que viene, la dieta, el régimen, mejor ya no continúo nombrando. 

Lo mas irónico es que de nada sirve negarlo. Porque sigue estando hay, por completo hay. Incluyendo los problemas que causa. Nada  cambia solo porque lo ignoremos. Es como si cerráramos los ojos nos tapáramos los oídos y cantáramos lo mas alto que podamos "LA LA LA LA". Eso no implica que lo que esta ocurriendo deje de existir.