valor

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"Valor". Palabra utilizada generalmente en la sociedad, aunque no siempre se le da el mismo significado.

Hoy decidí tener valor, y de la manera en la que me es necesaria. Voy a darle valor a mi vida, y no un precio, o agregarle valores, si no valentía.

Recuerdo que cuando iba a la secundaria tenía clases de educación cívica, y entre otras cosas, la profesora solía hacer que hagamos una lista de valores. Mi lista la recuerdo claramente que si mi pidieran que la vuelva a hacer probablemente no cambiaría en nada:

- Familia

- Respeto

- Responsabilidad

- Cooperación

-Empatía

Recuerdo que una vez una profesora me preguntó el porque yo había puesto familia arriba de todo.

—¿Acaso lo considera un valor?— me preguntó ella.

—Si, no sé si es exactamente un valor. Pero para mi es lo más importante, además de ella se desprende la mayor parte de los valores que después la gente tiene en su vida diaria—respondí.

Fue algo extraño haberle llevado la contra, pero se trataba de mi pensamiento, de mi familia al fin y al cabo.

Una vez un profesor de ética notó algo particular en mi lista, y no fue sólo la palabra “empatía”, que en ese momento le pareció particular.  Fue el “valor”, de eso se trató.

Un día me preguntó “¿Y donde esta el valor, la Valentía?” Me había parecido realmente extraño, hasta entonces nunca había notado que eso no figuraba en mi lista.

Valentía es el aliento o vigor en la ejecución de un acción.

La valentía está asociada al heroísmo, la gallardía y el valor. Cuando una persona es valiente, logra vencer sus temores o dudas y actúa con decisión y firmeza. La valentía se demuestra en los grandes actos (como en una guerra o una emergencia), pero también en las pequeñas acciones cotidianas (al decir una verdad dolorosa a un ser querido).

Y eso... Eso nunca estuvo mi lista, en mis prioridades. Tal vez nunca lo consideré necesario, quizás lo que sucedía es que ya lo tenia incorporado en mi personalidad y por eso no encontraba la necesidad de volver a nombrar algo que según yo ya era obvio.

Dos teorías con posturas opuestas destinadas a responder el mismo interrogante. Y casi que me sorprende decir que ambas son ciertas.

Cuando era niña el valor era algo innato en mí. No solo tenia valor para enfrentarme a los compañeros que me molestaban, o discernir abiertamente en la opinión de un profesor. Era el valor para enfrentarme a la opinión publica, defender mis ideales, la fuerza para ser consciente que lo única voz que realmente importaba en mis decisiones personales éramos y mi familia y yo.

Y ahora siento que perdí algo dentro mío, ese "algo" que te impulsa a seguir, a querer mejorar.

Creo que he estado así hace años, sin notarlo. Tal vez fue por cabeza hueca, o por cansancio. Sin importar la causa el resultado es el mismo.

Me he estancado, y en una pendiente tan fina que los mas prudente es bajar. Lo mas saludable es bajar.

Mas sin saber porque hace años no hago mas que subir, no hago mas que escalar... Es la primera montaña de la que no se debe llegar a la cima. Porque corro el riesgo de caer, y si caigo tal vez ya no me pueda recuperar.

Hoy me he decidido a que debo recuperar ese valor. Ya que tal vez fue su carencia o el descuido lo que me trajo tan alto.

Y ahora, ahora tengo que bajar.

Y sin embargo sé, que la mayor travesía de todas no será en sí la bajada, sino el ver donde estoy parada. Porque desde aquí arriba se pierde la noción, hace años que no se en donde estoy puede que halla subido o bajado.

¿Quién sabe?

Lo único seguro es que averiguarlo podría ser mi perdición. Después de todo si ya estas tan alto ¿Por qué bajar? ¿Por qué no mejor sigues subiendo y ya?

Para eso necesito recuperar mi valor, para poder saber en que parte de la montaña estoy, y recordar que es tiempo de descender. Si es que aun estoy a tiempo de descender.

Trastornos alimenticiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora