Nostalgia

24 3 1
                                    


Oriana

No creo necesario relatar los sucesos de los últimos meses, debido a que siento que sería mas
de lo mismo. Como es sabido estuvo repleto de altas y bajas y fue un proceso mas lento de lo que cualquiera habría deseado. Honestamente creo que a partir del tercer mes se empezaron a
notar cambios significativos en mi físico, y de a poco comienzo a sentirme mejor físicamente, el
dolor empieza a disminuir, empiezo a dormir mejor y respirar cuesta menos.
Hoy después de tanto tiempo, puedo probarme ropa unas cuantas tallas menos. Una vez me
hablaron de algo llamado la "nostalgia por el cuerpo perdido". Una teoría según la cual
extrañamos la diferencia que se forma en nuestro físico mientras bajamos o subimos de peso
(no sé si se entienda, añoramos lo que éramos antes). Podría validar eso cuando el cambio es
de pesar menos a pesar mas, pero cuando es en reverso se convertía en una teoría ilógica para
mi. Sin embargo hoy mientras estoy frente al espejo observando mi cuerpo sin ropa empiezo a
entender de que se trata. Puede que la haya mal interpretado o fuera mal explicada.
Es verdad, si hay un sentimiento de nostalgia, pero no se debe a que extrañe los kilos que perdí,
todo lo contrario. Estoy feliz de ver el fruto de mi esfuerzo, pero es algo decepcionante ver los
colgajos de piel en los brazos y en el torso (y no es que antes no los tuviera, es que ahora de
alguna forma son mas notorios). Incluso es raro ante la moda, por tanto tiempo me vi obligada
a usar el mismo estilo de ropa que ahora estoy desorientada, no sé por donde empezar. Me
cuesta acostumbrarme a mi nueva imagen, me agrada, pero no se siente como yo. no la
reconozco como propia, por eso no culpo a la gente que se sorprende al verme, porque ni yo
me acostumbro. Creo que es eso, cuestión de acostumbrarse (aunque suene extraño) sigo
viéndome con los ojos de antes, como si estos meses no habrían pasado.
Luego veo esos colgajos frente al espejo y casi deseo que no hubieran pasado. Me recuerdan
que de alguna forma aun no estoy ni en la mitad del camino, y que falta bastante (incluyendo
ejercicio) pero estoy lista para afrontarlo. Pongo mis manos alrededor de mi cintura (que creo
que por primera vez empieza a distinguirse de mi cadera), y sonrío por todo lo que he logrado.

Trastornos alimenticiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora