JUDAH
Lo único que pasa por mi cabeza mientras observo las reacciones de la familia de mi enamorada es que voy a ser padre. Que existe una pequeña criatura hecha de mí la cual necesitará de mi persona en todo momento. Un ser hecho por el amor que hay entre su madre y yo, alguien el cual solo me verá a mí como su héroe y cómo el primer hombre que alguna vez sacrificó todo de sí para darle lo mejor que había entre sus manos.
Muerdo mi labio inferior sintiendo mi corazón querer salírseme del pecho. Mis brazos rodean el cuerpo de la madre de mi bebé, la cual no duda en juntar sus labios con los míos cuando mis ojos le suplican con la mirada que lo haga. Su boca y la mía juegan con la otra, nuestras lenguas ansiosas por tocar la del otro. Su labio inferior hace su camino entre mis dientes, provocando que estos tiren de este con delicadeza.
—No coman delante de los pobres —nos pide Derek. Una sonrisa se posa en mis labios al escucharle —. Tengo el presentimiento que será un campeón.
—Yo también —admite mi enamorada, a lo que yo simplemente me quedo callado. Sus ojos mieles se conectan con los míos, los suyos mirándome con aquel brillo tan especial —. ¿Por qué no dices nada? Ya hablamos de esto en la mañana.
Mis dedos toman un mechón rebelde de su sedoso cabello, colocándolo detrás de su oreja. Acerco mi rostro al suyo ofreciéndole una sonrisa, mis labios tocando los suyos. Mis manos se aferran en su cintura, acercándola más a mi cuerpo, el cual se encuentra deseoso de ella.
Quiero una niña, aquello es lo único que tengo en mi cabeza en este momento mientras aprecio cada una de las bellas facciones de la madre de mi bebé. Eso es lo que quiero, una pequeña princesa la cual sea una combinación de ambos, una niña la cual dependerá de mí y me verá como el primer hombre en su vida el cual sacrificó de todo por verla sonreír.
Ella será mi malen'kiy леона.
—Sabes que odio cuando me hablas en ruso —me reprocha cuando se lo digo en voz alta —. Pero presiento que sé lo que quieres decir.
—Ella será mi pequeña leona —le traduzco para que tenga en claro lo que quiero decirle. Subo la mirada para observar a mi mejor amigo, el cual se encuentra sentado en una de las sillas mirando a la nada —. Tú no te ves muy feliz —alzo una ceja sentándome en la silla delante de él.
—Yo iré a buscar a mi amiga —nos dice mi novia. Me rodea con sus brazos desde atrás y junta sus labios con mi mejilla —. Te amo.
—Yo también te amo —le susurro, soltando su mano para dejarle ir.
La sola idea de que pronto tendremos a un bello ser hecho del amor que existe entre nosotros hace que cada uno de los bellos en mi piel comience a erizarse. El pulso en mis venas se dispara al pensar que en unas semanas su vientre revelará que tiene a alguien creciendo dentro de ella. Aquello me hace desearla mucho más, porque se verá mucho más que hermosa con un bebé mío formándose dentro de ella.
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Judah ©
RomansaTrilogía Prohibido #1 Se dice que el primer amor jamás se olvida a pesar de los años, que deja una gran marca en tu corazón volviéndolo el recuerdo más puro de todos, haciendo recordar aquel sentimiento como la primera vez que lo experimentaste. Y...