*NARRA CHRISTIAN*
Me levanté y una punzada llegó a mi cabeza como una bala atravesando un cuerpo.
Me queje tomando mi cabeza entre mis manos, masaje un poco mis sienes y abrí lentamente los ojos acostumbrándome a la luz que entraba fuertemente por la ventana.
Sentí un cuerpo a un lado de mi y sonreí, sabía que era Jenn. Pero cuando la mire, me di la sorpresa de mi vida.
Por favor, que esto solo sea un sueño y que no haya pasado lo que creo que pasó.
Levanté un poco la sabana y mire que los dos estábamos desnudos, asustado casi salí corriendo de la cama, tome mis bóxers y una camisa que estaba en el suelo y me los puse rápidamente.
La muy hija de pu*ta de Samantha se movía plácidamente por toda mi cama.
-Ahora mismo te levantas y me dices qué pasó ayer- la levante de un solo jalón de mano y esta se levanto al instante.
-Chris, déjame dormir, es muy temprano aún- dijo bostezando y se volvió a acostar.
-Oh, no. Nada de eso, levántate per*ra- dije y ahora jale sus cabellos hasta levantarla.
Esta se quejó pero después me vio en bóxers y sonrío.
-Ayer fue la mejor noche de mi vida- dijo tomando su cabello y enredándolo en uno de sus dedos.
Bufé.
-Eso me importa una mier*da, ahora dime qué pasó- dije mirándola mal.
-Pues eso, que ayer me hiciste tuya, por eso fue el mejor día- dijo riendo estúpidamente.
-Estas loca, eso no pudo haber pasado- dije negando con la cabeza.
-Tengo pruebas- dijo encogiéndose de hombros mientras seguía con esa sonrisa maliciosa en el rostro.
-Muéstramelas- le dije retándola. Esta se levanto y tuve que voltear a otro lado. No le daba vergüenza estar desnuda frente a un hombre. Claro, era tan pu*ta que ya muchos la habían mirado así.
-Aquí está- dijo y me entregó un condón. Solté una carcajada.
-¿Esto? Esto no es una prueba, lo pudiste haber hecho tú misma. Muy bien, ahora sé que no hice nada, toma tus cosas y lárgate de mi casa- le dije mientras me ponía los pantalones.
-Tengo otra- dijo mirándome maliciosamente. La mire rápidamente.
-¿Cuál?- dije mirándola mal. Esta sacó su celular riendo. Camino hasta mi y me mostró un vídeo en el que se veía claramente cómo estábamos ella y yo en la cama.
Pase saliva duramente.
-Eres una per*ra- dije con toda la rabia a flor de piel. Esta soltó una carcajada.
-¿Per*ra yo? Tú fuiste el que me pediste que me acostara contigo y yo como buena compañera de trabajo, acepte amablemente- dijo encogiéndose de hombros.
-Y eso no es todo, bebé- dijo y río como estupida. La mire en silencio.
-Tu queridísima esposa nos ha visto- dijo maliciosamente- Acostados en la cama, abrazados felizmente, hice de todo para que pareciera otra cosa- dijo y soltó una carcajada.
Mier*da y mil veces mier*da.
De un momento a otro tenía su cuello alrededor de mi mano y la tenía contra la pared.
-No sabes cuánto te odio, maldita- dije mirándola con rabia.
-Si me odiaras, no te hubieras acostado conmigo- dijo como pudo, ya que no la dejaba respirar como se debía.
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Mi Sirvienta
Teen FictionJennifer Beadles y Christian Mackenly por fin están casados, por fin están unidos por el matrimonio formando uno solo. Un hijo, Mattew, fruto de su amor lo demuestra todo, demuestra el amor que se tuvieron y la decisión de entregarse el uno al otro...