Capítulo 22

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*NARRA JENNIFER*

Salí del médico con una sonrisa en mi rostro, el sol era cálido en el estado de California y eso sólo me hacía estar más feliz.

Acababa de visitar a mi médico favorito, el que siempre ha tratado mis embarazos y los ha llevado junto a mi, siempre apoyándome.

Estaba feliz porque pude sentir los pequeños latidos del corazoncito de mi bebé, el médico me había dicho que tenía tres meses y medio de gestación, y yo no podía estar más feliz por llevar una vida dentro de mi vientre.

Estaba ansiosa por decirle todo a Christian.

Había pasado exactamente un mes desde que todo sucedió, desde que Samantha había llegado a mi casa un día y me había contado toda la verdad, desde ese día, como ella lo dijo, todo iba a cambiar. Desde hace exactamente un mes que no sabemos ninguna señal de ella. Incluso Christian me ha contado que su hermano, el antes Jefe de Christian, se la ha pasado buscándola todo este tiempo. Pero ella no dejó ni un solo rastro, ni una sola huella, solo desapareció, como si nada.

Por otro lado, mi familia y yo estamos mejor que nunca, apoyándonos los unos a los otros, mi mama está muy bien, ansiosa por mi bebé que cada día va creciendo más y más en mi vientre, orgullosa de Matt que ha sacado muy buenas calificaciones en la escuela y que su recompensa fue ir a Disneylandia, ese día sin duda fue su favorito.

Aún no hay ningún rastro de mi padre desde esa carta que me dejó aquella noche, pero en algún momento he sentido que alguien me espía y me persigue, incluso siempre que salgo tengo que estar mirando a mis alrededores porque me siento acosada.

Pero de ahí en más, todo está perfecto, no le daré el gusto a mi padre de alejarme de mi familia cuando más unidos estamos, soy mayor de edad y él no puede hacer nada en mi contra.

Estacione mi camioneta en la cochera y con un suspiro baje de un salto, estaba un poco alta. Christian estaba en su trabajo y Matt en la escuela así que no había nadie en la casa, en ese momento se me ocurrió una gran idea.

Creo que era hora de que todo saliera a la luz. Ya había pasado mucho tiempo y si dejo esto así pronto se darían cuenta así que preferí hacerlo por mi cuenta.

Subí las escaleras poco a poco, creo que ya me estaban fallando mis rodillas a la hora de subir, no es fácil cargar un bebé en tu vientre.

Entre a mi habitación y decidí ponerme una blusa cómoda con un short ajustado, me coloqué unas sandalias y así me quede, quería estar agusto en mi propia casa.

Me metí al baño y saque un marcador color negro que tenía entre los cajones del lavabo, alce mi blusa un poco hasta que se viera completamente mi vientre y comencé a dibujar con una sonrisa.

Mientras el dibujo daba forma yo reía por lo hermoso que se veía esto, no puedo esperar para ver las caras de sorpresas de mis dos hombres de mi vida.

Cuando terminé, me mire al espejo y sonreí, me había quedado perfecto, tanto así que tome la cámara fotográfica y tome una foto, al igual que con Matt, tomaría fotos durante todo mi embarazo y así poder hacer otro álbum para mi bebe que viene en camino.

Escuche el sonido del camión de la escuela de mi pequeño y me alegre, baje las escaleras con cuidado y abrí la puerta esperando a mi hijo. Este bajo con su mochila y se despidió del chofer, después me vio y me sonrió de oreja a oreja.

-¡Mama! ¡Te extrañe!- dijo y corrió hacia mi.

- Yo también mi pequeño, espera, no te puedo cargar- le dije con un puchero cuando le vi todas las intenciones de saltar a mis brazos.

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